One Piece✩One Shots

Outcast

Eustass Kidd x Fem! Reader.
Setting: Modern Highschool AU

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_____ y Eustass Kidd hablan sido amigos por 6 años ya, siendo ellos increíblemente cercanos. ____ tenia popularidad de ser la chica, linda, popular e inalcanzable, ya que era poco sociable, solo se llevaba con su grupo de amigos, igual de populares. Cada uno de sus enamorados terminaban con el corazón roto gracias al rechazo o porque nunca se atrevían a hablarle, ya que todos sabían de su amistad con Kidd, quien tenia muy mala reputación. Todos inventaban rumores sobre ellos, que tal vez estaban enamorados, que Kidd estaba enamorado de ella pero _____ no correspondía, o tal vez al revés, incluso había gente que creía que dormían juntos, pero, ¿que les daba el derecho a todos ellos a estar intrigados en su vida romántica?
Simple. Kidd tenia fama de ser el típico pandillero, chico malo y rompecorazones. _____ venia de una familia dueña de una compañía famosa, de mucho dinero y buena reputación, una niña buena de pies a cabeza, o al menos de esa era su fama, y tampoco se equivocaban mucho.

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—¿Nami te invito a su fiesta?—
Pregunto ____, mientras apoyaba su pecho en el mismo marco de ventana en la cual Kidd estaba sentado, incluso estando en el segundo piso de su casa.
—Obvio que lo hizo, creo que invito a todos en la escuela y incluso de otras, obvio se luciría en su cumpleaños y incluso mas sabiendo que tu estabas dispuesta a ayudarle con el presupuesto. Entiendo que te guste comprarle cosas a tus amigos, pero gastar 7000 dólares para la fiesta de Nami es mucho. Creo que solo me invito porque tu prácticamente pagas todo y soy tu mejor amigo.—
Dijo el, prendiendo un cigarro. _____ le miro mal y se apartó un poco de el, deslizándose por el marco.
—Bueno... iras, ¿verdad?—
El tomo una larga calada de su cigarillo y después lo suspiro lentamente
—No lo se, depende de como me sienta ese día.—
_____ resopló y le tomo del brazo
—¡Tienes que ir! Yo quiero que vayamos juntos, seria muy divertido. Podemos hacer cosas... bueno, mi oportunidad para hacer cosas de... adolescentes rebeldes, como tu. Y hablando de eso, sabes que odio cuando fumas, y mucho mas aquí, huele feo.—
reclamo ella, pegándole suavemente en el brazo.
—Si quieres ser "rebelde", el regañarme por fumar es un paso hacia atrás, pero tienes razón, lo apagare. Y sobre la fiesta, lo considerare, es un 95% de chance que si vaya contigo... ¿tendría que comprar algo que vestir? Porque si es así, entonces no voy.—
Dijo el, apagando el cigarillo al restregarlo en la pared por la ventana.
—¡Yo te lo comprare, de paso podríamos ir de compras!—
Sugirió entusiasmada, tomando su brazo y sacudiéndolo, haciéndole tambalearse en su asiento peligrosamente.
—¡____! No quiero que me compres nada, no quiero que piensen que te uso por dinero y ademas, ya gastaste mucho en la fiesta en si, pero si tanto insistes, iré. Solo que no me pondré nada especial.—

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Unos días después, llego la esperada fiesta de Nami, de lo que muchos estuvieron hablando desde semanas antes de que sucediera. Todos hablaban también del hecho de que ____ financio todo, dandole mas misterio a ella, y rompiendo la idea de que era una niña buena. _____ había comprado un vestido rojo, pegado a su cuerpo, resaltando sus curvas y figura de manera increíble, plancho su pelo, dandole rizos en las puntas, se puso sus aretes de diamante favoritos, unas mayas negras y unos tacones de suela roja. Tomo su teléfono para llamar a Kidd.
—¿Ya vienes?—
—Si. Casi llego. Aunque no entiendo porque tenemos que irnos en alguno de los carros de tus padres...—
—Se que te gusta ir a todos lados en tu motocicleta, pero no tarde 3 horas arreglándome para que las ráfagas de aire arruinen todo.—
—Bien, pero yo elegiré el modelo de auto—
—...La verdad no me interesa.—
Cortaron la llamada y ____ bajo al segundo piso de su casa para esperar a Kidd enfrente. Al llegar, ____ le saludo con un abrazo, el parecía haberse esforzado un poco mas por verse bien hoy, aunque no fuera muy evidente, al ser amiga de alguien por 6 años, notas los pequeños cambios. Kidd se quedo viéndole por un segundo, luego se sonrojó levemente, haciéndolo voltear a ver a otro lado.
—¿Que pasa? ¿Me veo mal? ¿Crees que voy muy simple? ¿O muy arreglada?—
Empezó a cuestionarlo mientras palmaba su cuerpo y su cara, buscando algún defecto. Kidd sacudió su cabeza y puso su mano los hombros de ella, empujándola hacia su garaje.
—Te ves increíble, ya vámonos.—
—¿Increíble? ¿¡Pero de que manera?!—