Eres Luz de Estrellas

Capítulo 22 | Encuentros significativos

Capítulo 22 | Encuentros significativos 

ALEX

Que Eve pegue sus labios a los míos me toma completamente desprevenido.

Me quedo quieto al principio, pero solo tardo pocos segundos en corresponderle, es la primera vez que nos besamos de esta manera, sin que el alcohol este de por medio. Ninguno de los dos ha bebido durante la fiesta de Danya.

Mis manos se aferran a su cuello para profundizar el beso, mientras ella posa sus manos en mi pecho por la sorpresa, pero no se aleja.

Ya la he besado más veces de las que puedo contar, pero muy pocas de esta manera, tan real, tan intensa.

Y me gusta, tanto que podría pasar toda la noche así.

Bajo mis manos hasta su cintura para acercarla más a mi cuerpo, Eve sigue besándome, pero cuando presiono con fuerza mis manos sobre su piel, ella se sobresalta y se aleja de mí, respirando con dificultad. Mantiene los ojos cerrados y luego, pega su frente a mi pecho.

Me quedo en silencio, escuchando el sonido de nuestras respiraciones agitadas. Prefiero quitar las manos de su cintura y recargarlas en la barra, por alguna razón, seguir tocándola, ahora me parece inapropiado.

No sé qué pensar y mucho menos, qué decirle, estoy sorprendido por su iniciativa, todas las veces que nos hemos besado, han sido porque yo me he acercado a ella, a pesar de que me consumieran los nervios.

Y solo en dos ocasiones anteriores a este momento, nos hemos besado de esta manera.

Aunque en ambas, Eve ha estado borracha.

Y ahora que nos hemos besado sin nada que influya en nuestras decisiones, me he quedado completamente confundido. Por un momento se cruza por mi mente la posibilidad de que ella también sienta algo por mí.

Pero es absurdo.

— Lo siento —me dice una vez que se aleja, la veo levantarse de su asiento y tengo que quitar las manos de la barra con rapidez porque la estoy acorralando—. Debería mostrarte la habitación donde dormirás.

No me da tiempo de responderle, sale de la cocina y tardo algunos segundos en reaccionar y seguirla a través de los pasillos. La casa es enorme, tanto que cualquiera podría perderse entre los pasillos y puertas que hay alrededor.

Subimos las escaleras y caminamos hasta el fondo, donde Eve entra a una habitación. Antes de llegar, notó que una de las puertas tiene decoración con pintura y estoy seguro de que esa es la habitación de Eve, pero en este momento, prefiero no preguntárselo.

— Esta habitación tiene baño —la escucho decirme, señalando hacia su izquierda—. Avísame si necesitas algo.

Me dedica una sonrisa amable y sale de la habitación sin esperar una respuesta.

Me quedo mirando hacia la dirección en la que se ha ido, incluso cuando ya no la veo. Una vez que mi cerebro vuelve a reaccionar, comienzo a desvestirme hasta quedarme solo en bóxers.

Luego, me cubro con las sábanas sin dejar de mirar hacia el techo, mientras rememoró lo que acaba de pasar hace pocos minutos.

He pasado tanto tiempo pensando en ella, anhelando volver a besarla de esa manera que ahora me parece como si hubiera sido parte de mi imaginación.

Pero no lo fue.

Suelto el aire que estaba conteniendo y no puedo evitar que se forme una sonrisa en mi rostro.