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ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐏rometida ────────
ㅤ𝒜lastor , the 𝗿𝗮𝗱𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻.
✦. Alastor y (N) están comprometidos
por un anhelo y deseo de la joven
humana que quería una familia.
Más, nadie esperaba a que...
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El ruido de un cristal rompiéndose la hizo despertar, dándose cuenta casi al instante de que no estaba con Alastor, sino en el salón del espejo, donde conoció a la muy misteriosa diosa Kali. Sin embargo, el lugar se veía más oscuro de lo que ya era, e incluso, el espejo donde la diosa era retenida se encontraba completamente roto.
Una mujer que observaba en silencio los cristales rotos, dejó caer aquellas gotas carmesí con cuidado, murmurando cosas inentendibles para la humana hasta que finalmente se dió media vuelta, mostrando una sonrisa socarrona.
-Te estaba esperando, hace tiempo -terminó por darse vuelta y caminó hacia la fémina. Una vez en frente de (N), colocó su mano en una de sus mejillas. Su dedo pulgar pasó por su labio inferior hasta su barbilla, dejando un pequeño rastro de sangre-: creo que deberías de enterarte de esto.
-¿Enterarme de qué? ¿por qué estoy aquí? -confundida, apartó la mano de la morena con cuidado. Kali le hizo una seña para que hiciera silencio.
-Sígueme.
En silencio, la de hebras (c/c) siguió a la diosa hasta el espejo roto, donde sin más, traspasó el mismo como si nada. Tenía muchas dudas de si tenía que seguirla; un mal presentimiento comenzaba a inundar su pecho, pero prefirió hacerle caso a Kali. Su curiosidad comenzaba a ser más grande, podía entender a su amiga Zenji ahora.
Pasó con cuidado dentro del espejo roto. La diosa Kali la esperaba en el centro, donde al acercarse, sus ojos fueron inmediatamente vendados por qué o quién sabe qué, dejando algunos de sus sentidos completamente inutiles; solo le quedaba confiar en que nada malo le pasaría estando en aquel mundo del sueño.
-Segunda mujer... No, (N) -hizo una pequeña pausa-. Sé que estás cayendo en un profundo enamoramiento por el demonio de la radio, pero no puedes. Debes de ser fuerte, tienes que romper la maldición, ¡Tienes que rechazarlo! Si no lo haces, ¡Caerás en el sueño eterno!
-¿No puede deshacerse de la maldición? Es decir, usted fue la que... La que maldijo a Alastor, y mi mamá me informó que solo la persona que lo maldijo podría deshacerse de tal maldición -apretó el agarre de sus manos, frunciendo el entrecejo-: Diosa Kali, ¿Por qué insiste tanto en que lo rechace?
