No sabes cuanto me haces falta

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No fue nada fácil encontrar a Gavin, aunque Nines tenía muchas ideas, resultó estar en el lugar que menos esperaba y el más obvio, en el Bar de ensueño, el club nocturno dirigido por "Don Hernán" un hombre que aparentaba no ser muy listo.

Cada noche era el guarda espaldas del grupo ya que tras el allanamiento en Indiana, sus planes debían cambiar y Gavin se preocupaba mantener alejado a los curiosos. 

Nines había estado observando de lejos y sin que se diera cuenta, Elijah le había echo un pequeño cambio facial haciendo que el detective no pudiera reconocerlo, pero debía ser cuidadoso, Gavin resultaba ser muy inteligente y cualquier cosa lo haría sospechar, por lo que pasó un par de días asintiendo al lugar, aprovechando algunas modificaciones para consumir alcohol y fumar algunos cigarrillos para parecer un humano, los cuales no le producían ningún efecto.

Hank le había dicho que fuera paciente, le había dicho que tuviera cuidado y no se precipitara, pero estaba enojado y estaba muy seguro que no seguiría ningún consejo de teniente. Había visto a Gavin estos ultimas noches, cada vez más demacrado, más ojeroso e ido, parecía estar bajo alguna sustancia por lo que aquel día sería perfecto ya que parecía demasiado drogado como para reconocerlo a simple vista.

Se escondió entre la gente, pidió una cerveza para pasar desapercibido y rió junto a un chica muy cerca del detective para mantenerlo en la mira. Sabía sus movimientos y esperaba que se inquietara un poco ya que siempre salía a fumar cuando se ponía inquieto.

-¿Quieres ir a otro lugar? -Susurró la chica a su oído mientras acariciaba su pecho haciendo que Nines sonriera y se acercara a ella.

-Déjame fumar un cigarrillo y vengo por ti -Respondió dejando su vaso en la barra para levantarse viendo como Gavin golpeaba su pie contra el suelo volteando un momento a verlo por lo que avanzó hacia él sacando una cajetilla de cigarros desviando su camino hacia la salida.

No sabía si a Gavin se le antojaría un cigarro, pero debía intentarlo, cada noche debía evitar ser tan llamativo para él, no quería que lo reconociera como alguien nuevo en el lugar, sólo quería pasar desapercibido y así acercarse a él.

-¿Eres imbécil? 

El androide volteó viendo al detective con un cigarrillo en la mano.

-Dejaste tu vaso solo -Agregó y sonrió amargamente dejando el cigarrillo en sus labios- Es una invitación a ser drogado.

Eso había sido muy fácil. Aunque llevaba ya tres noches intentando acercarse a él, además Gavin no lo había reconocido, su cambio facial había sido todos un éxito.

Nines sonrió y prendió el cigarrillo viendo al frente, conteniéndose para no darle un puñetazo entre los ojos.

-¿Me das fuego? -Preguntó Gavin, por lo que Nines volteó hacia él mostrándole su encendedor para luego lanzarlo hacia él- No eres muy hablador.

-No tengo nada bueno que decir -Respondió con un tono de voz más suave, forzándose en aparentar una voz diferente a la suya.

Vio al detective prender su cigarrillo y levantar la mirada hacia él sintiendo escalofríos. Gavin era inteligente, eso se lo había repetido cientos de veces a si mismo y no podía dar pistas de quien era, el detective era experto en rompecabezas y cualquier pieza que no encajara terminaría siendo observada.

-No te había visto por este lugar -Susurró acercándose para entregar el encendedor.

Nines se sintió inquieto, estaban en un callejón junto al club nocturno y aunque no había nadie, el androide sintió que lo observaban, por lo que debía estar muy seguro de cuando actuar o arruinaría todo.

En mis manosWhere stories live. Discover now