Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
- No es lo que crees, Audrey. - La voz de Ben sono con impaciencia, Nerea, confundida se detuvo al oir el llanto de la chica que acompañaba a el futuro Rey de Áuradon.
- ¿No es lo que creo?¡La besaste frente todos! - Audrey grito y Nerea se congelo.
¿Hablaban de la hija de Maléfica? ¿Por que Ben deberia darle explicaciones a Audrey? Bien sabia que ellos eran algo hasta que llegaron los hijo de los villanos a Áuradon, pero creyó que ellos habían terminado y mas con lo que Ben hizo esa tarde al besar a la hija de Maléfica. - ¡Sabes que no la amo! - Nerea frunció el ceño y abrió y cerró la boca varios segundos tratando de que aquel dato entrara a su cabeza. -Lo hago por qué papá me lo pidio. No la amo, solo te amo a ti. ¿Lo sabes, no? - le dijo en un tono suave y tranquilo y Nerea sintió náuseas.
Dio pasos hacia atrás y se alejo de la habitación en la que los había oído. Su corazón bombeaba con fuerza, habia escuchado a hurtadillas y eso no estaba bien, pero... Lo que ellos le hacían a la hija de Maléfica no era mejor.
Camino por los pasillos hasta llegar a su habitación que casualmente compartía con la hija del capitán Garfio. Al principio se molesto y creyó qué era un error, pero de algo qué ella estaba orgullosa era las enseñanzas de su padre. "No juzgues a nadie por su portada, cariño. Todos creían que Scar era bueno por ser un león, pero mas bien era una hiena disfrazada".
Con esas palabras en mente decidió llevarse bien con la hija del capitán Garfio, pero no ayudo. Ella la veía con odio, se reía y la ignoraba. Así que decidio qué mejor la ignoraría. Ella creyó que Áuradon realmente podía cambiar, pero... ¿Cómo Ben, aquel amigo bueno y compasivo pudo aceptar aquel trato?
Es que no entraba en su cabeza aquello. ¿Qué rayos pensaba Ben? Suspiro y se adentro en su habitación. Cómo de costumbre, su compañera no estaba. Se dejo caer en su cama mirando el techo de su cama dónde había una luna y estrellas dibujadas.
Suspiro nuevamente. Sus pensamientos la estaban atormentado.
Mal no parecía mala persona, ella parecía realmente enamorada de él...
Pero Ben... Dios.
Se irguió de la cama con las piernas cruzadas en forma de india y miro sus manos, sus codos apoyados en sus rodillas, paso sus palmas por sus ojos gruñendo con fuerza.
