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La noche en Áuradon cayó rápidamente, y los hijos de Villanos se preparaban para salir, sabían de antemano que todos estaban dormidos menos los hijos de Peter Pan, la hija de Simba y muy seguramente el Rey Bestia que debería despedirlos.
Así que estaban caminando por los pasillos a cunclillas, asegurándose de que nadie los viera, en el radar de Jay apareció la hija de Simba ligeramente adormilada sobre el carruaje con el que identificó como el príncipe menor quejándose de algo que no escucho y allí estaba, el príncipe mayor de Neverland riendo "amable" con el actual Rey.
- Lamentamos no poder ir. - Dijo el rey bestia mientras veía al joven heredero.
- Lo sé su majestad, pero ustedes también tienen sus propios preparativos, estoy seguro que mi padre lo entenderá. - le dijo con jna sonrisa tranquila, el rey bestia asintió con una sonrisa más tranquila.
- Por supuesto, siendo así, espero que les vaya bien en la fiesta. - les dijo antes de estrechar manos con el joven quién sonrió y miro hacía atrás.
- Axel, despídete. - ordenó para sorpresa de los hijos de Villanos, el rey bestia iba a decir algo pero el príncipe menor se acercó para hacer el amagó de estrechar manos.
- Nos veremos pronto, majestad. - le sonrió y el rey bestia asintió, alejándose un poco vio como los tres jovenes entraban, aun que no tomo por desapercibido que el joven príncipe mayor mirará por ambos lados antes de subir al carruaje.
¿Esperaba a alguien?
Dentro del carruaje, Axel y Nerea iban una alado del otro mientras que Alex iba al frente solo.
- ¿Estás segura? - preguntó nuevamente Axel hacía su amiga de la infancia.
- Por supuesto idiota. Se acercó a mi en plena luz del día. - recordó a su "tío" si es que asi se le podía decir, era como su primo-tío.
- Entonces... Solo esperan a que sea el momento perfecto, ¿No? - susurró Alex captando la atención de sus acompañantes. - Ninguno de ellos es tonto, saben que para llegar a Neverland debemos pasar por Wonderland antes. - dijo nuevamente.
- Si nos llegan a descubrir ayudando a estos... ¿Que será de nosotros? - gruño Axel
- Nada. Por que no nos descubrirá. - sonrió con perspicacia. - Si alguien pregunta, tengo la excusa perfecta que nos beneficiaría a ambos bandos. - dijo tranquilamente.
