Capítulo 6.

91 12 7
                                    

Aún faltan algunos días para el GP de Austria y según George, Lando dijo que cuando le preguntó a Carlos que le preguntó a Charles, éste estaría en casa toda la semana.

Mi única opción es hacerle guardia, pero lo haré afuera de su departamento, sino, se arrancará a penas me vea y si me ve ahí, quizás le de algo de lástima que esté todo el día sentado fuera de su puerta, porque sí, estoy totalmente dispuesto a quedarme todo el día y toda la noche si es necesario. No sé si es eso a lo que se referían Sebastian y Checo, pero fue lo primero que se me ocurrió.

Muchas veces suelo ser medio idiota, pero trataré de no serlo hoy, por lo que sé que tendré mucho tiempo para planificar que decirle mientras espero.

Abrí la puerta decidido a hablar con Charles, salí rápido y sin mirar al frente recibí un golpe de una cabeza chocando con la mía.

Mierda... sí me dolió.

—¿Es que tú nunca ves por donde caminas? —reprocha.

—Pues es que tu también que no avisas. —digo sobando mi frente.

—Claro, ahora la culpa es mía. —reclama enojado.

—¿Estás bien? —pregunto suavizando mi voz al ver como un hilo de sangre caía por su frente.

—Sí, vengo por mi manta, se me quedó aquí.

—Ven, entra. —digo preocupado al ver que poco a poco comenzaba a sangrar más.

—¡Estoy bien! —alza la voz.

—Charles, no estoy para perder el tiempo, que entres, te digo. —suspiro tratando de mantener mi paciencia.

—Tú no me ordenas nada. —gruñe.

—Ok, será por las malas.

Rápidamente, lo tomo desprevenido y lo abrazo ocupando casi todas mis fuerzas para meterlo como puedo dentro del departamento, a pesar de la resistencia que ejercía en contra, pude llegar hasta el sofá, en donde lo senté.

—Te vas a quedar aquí, estás sangrando y dudo mucho que sepas hacerte una curación. —digo alzando mi dedo.— Pobre que te muevas.

Charles asiente de mala gana y camino hacia el cajón que tenía enfrente donde tenía el botiquín. Con cuidado sacó las cosas para comenzar a limpiar su frente, hago todo despacio para no provocarle dolor y no puedo evitar sonreír al verlo de brazos cruzados con sus ojos cerrados con fuerza para evitar mirarme.

—Listo. —digo una vez dejo todo lo que ocupé dentro de una bolsa.

—Tu también estás sangrando. —dice mirando hacia el frente.

—Tranquilo, después me limpio.

—Te voy a limpiar yo. —murmuró molesto con la voz un poco alzada, por lo que no me negué y me senté a su lado, imitando a como él estaba hace un rato.

Sin embargo, la delicadeza en él no existe, al menos no para hacer curaciones, porque aunque intento mantenerme calmado, no puedo evitar fruncir el ceño cada vez que este me limpiaba con rabia.

—Charles, agradezco que me quieras hacer la curación, pero la idea es cerrar la herida, no abrirla más. —susurro adolorido.

—Calla, aquí yo soy el doctor.

Me mantengo en silencio soportando el dolor y ardor en mi frente, no quiero molestarlo más porque quiero hablar con él, así que cuando este termina, lo cual agradezco infinitamente al ya no ser torturado de esa manera, lo miro.

—Charles, necesito hablar contigo.

—Ajá, ¿sobre qué?

—No sé que te hice para que estés tan molesto conmigo, pero me vas a tener que escuchar, porque no puedes venir, darme vuelta el mundo y marcharte, ¿ok? —digo un tanto molesto.

—Habla. —se sienta en el sofá de enfrente mirando hacia cualquier lado menos a mi.

—No tengo relaciones más de dos veces con la misma persona porque me da miedo enamorarme otra vez. —trago saliva y suspiro ordenado las ideas en mi cabeza.— Después de Nicole, comencé a salir con Nico y eso terminó demasiado mal y me prometí a mi mismo que jamás volvería a ser lastimado, es por eso que sólo me dedico a coger con las personas y luego me alejo.

—¿Y Checo? —mantenía su mirada hacia otro lado.

—Es mi amigo.

—Con el si coges más de dos veces.

—Sí, con él sí. —asentí.

—¿Sólo con él?

—No, hay otra persona con la que he mantenido relaciones más de dos veces.

—¿Quién? —me mira.

—Con Sebastian. —rasco mi cabeza.— Aunque eso pasó hace años y con Checo no hemos estado juntos desde hace más de un mes, creo. Ahora sólo mantenemos la relación de amistad. —me apresuro a continuar antes de que él hable.— Teníamos un trato, coger sin enamorarnos y sin perder la amistad y así lo hicimos, por eso es que con ellos podía tener sexo más veces sin preocuparme, pero era sólo eso, sexo.

—Comprendo. ¿Y si éramos amigos porque no podíamos hacer lo mismo? —pregunta aún con un tono serio.

—Porque me enamoré de ti. —confieso haciéndolo reír.

—Tu no te enamoras, no eres de relaciones, Lewis.

—Eso pensaba hasta que me di cuenta de lo que estaba pasando en mi cabeza y en mi corazón.

Charles se levantó del sofá y comenzó a caminar hacia la puerta con la intención de marcharse, pero se detuvo al escucharme.

—Cuando te despertaste abrazado a mi, me di cuenta que el calor que sentía no era porque tú me tenías abrazado, el calor que sentía era porque con el simple hecho de mirar tus ojos y como estos se achinan cuando sonríes formando tus hoyuelos, volvían a abrir mi corazón. Pero cuando te fuiste todo ese frío volvió a mi. —me levanto quedando a solo dos pasos de él, quien aún se mantenía de espaldas hacia mi.— Cuando estas cerca se siente como si detuvieras el tiempo.

—Eso no se puede hacer, Lewis.

—Sólo vuelve a detener el tiempo para siempre, por favor, hazlo por ti y por mi. Dame una última oportunidad para volver a sentir lo que vale la pena de verdad, permíteme de volver a amar, pero detén el tiempo porque ya no soporto sentirme así.

Mi voz poco a poco se iba entrecortando a causa de un nudo que sentía en mi pecho y garganta, me siento ahogado, necesito poder respirar, necesito poder hacerlo.

—Es demasiado tarde.

Simplemente abrió la puerta y salió del departamento. No supe qué hacer ni qué más decir, sólo dejé que las lágrimas comenzaran a caer por mis mejillas, sintiendo nuevamente como mi corazón se desgarraba por amor.


━━━━━━•◦ ❈ ◦•━━━━━━


Stop the Clocks - 1644Donde viven las historias. Descúbrelo ahora