EL GRAN DIA

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YŪJI POV


Querido Yūji,

Si por alguna razón decide huir antes del evento de hoy, quiero que sepas que literalmente te perseguiré hasta los confines de la tierra y serás severamente castigados.

Responde.

Satoru


Sonrió al leer su estúpido mensaje. Huir dice. Claro como si fuese hacerlo.


Querido Sr. Gojō

Me dijeron que mi esposo sería un tipo dulce. Entonces, ¿cómo terminé con alguien tan grosero, descarado y, en el mejor de los casos, mi top dos?

Esa es la única vez que responderé.

Tu prometido.


Oyuki-san, Megumi y Uraume vinieron a despertarnos muy temprano, no sé cuántas veces los maldije por esto, pero al final, fui yo quien decidió cuando sería la boda, no es como que pueda retractarme a último momento o justo cuando la madre de Satoru ha puesto su vida en que todo sea perfecto.

Dejo mi teléfono y sigo divagando mientras me ayudan a prepararme para la primera ceremonia. Apenas son las 9 A.M. y me siento peor que si tuviera una resaca. Con el paso de mi corto ciclo de calor, Satoru y yo lo hicimos poco más de un día sin descanso, ni siquiera nos detuvimos para comer. Así de intenso es un período entre un dominante y un puro. Está de más decir que hoy será un día ajetreado, mis malestares matutinos no se han hecho esperar, no solo por el cachorro en mi vientre, sino por los nervios que conllevan este día. Por supuesto, no se lo he demostrado a nadie, o al menos eso espero.

Además de eso, nadie a mencionado nada sobre mi marca, y no es que quiera hablar al respecto, pero supongo que es algo que ya todos esperaban que sucediera. Es algo normal entre un alfa y su omega.

- Secaré tu cabello. - anuncia Uraume quien ya tiene el secador en la mano. - Me encargaré de que luzcas increíble. - dice con una gran sonrisa. Y es que mi cuñado antes de terminar en las garras del idiota de mi gemelo, Uraume era estilista, uno muy hábil, por cierto, pero con su incorporación a la familia, Sukuna no vio la necesidad de que este siguiera trabajando. Contrario a lo que uno pensaría, Uraume estaba feliz y a medida que se adaptaba a la vida en el bajo mundo sus habilidades de comunicación lo convirtieron en el principal negociador. Sin embargo, de vez en cuando sigue practicando para no perder su toque.

- No es como que puedas hacer algo extravagante, un peinado simple, pero bien hecho es suficiente para mí. - respondo mientras disfruta ese pequeño espacio para mí.

- Aunque lo digas de esa forma. Cualquiera esperaría verse más que perfecto el día de su boda. - la emoción es palpable en sus ojos y es que, durante mi día de ausencia, Uraume fue quien ayudó a la madre de Satoru con los preparativos. Es algo que agradeceré más adelante. - Una vez termine de secar tu cabello y estilizarlo, alguien más vendrá para ayudar con la vestimenta. Lamento no poder ayudarte con eso, incluso yo recibí algo de ayuda el día de mi boda. - hábilmente coloca mi cabello de una forma limpia y ordenada.

Maravilloso.

- No te preocupes. - admito con cierta culpa, ya que, debido a mi alejamiento, no quise asistir a la boda de ninguno de mis hermanos y aun así ellos y sus parejas son quienes más me estan apoyando. - ¿Cuándo haga el cambio al traje me ayudarás? - pregunto con cariño, sabiendo que se emocionará.

- ¡No necesitas preguntarlo! - responde con una gran sonrisa. - Será un placer ayudarte. - dicho esto continuamos hablando de algunas cosas que sucedieron durante mi ausencia y me parece casi irreal que de quien está hablando con tanto amor es mi hermano.

VOTOS MORTALESWhere stories live. Discover now