EPÍLOGO

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YŪJI POV

Luego de la fiesta, salimos directo al aeropuerto para nuestra luna de miel, nuestro destino, la isla Santorini. La vista es magnífica y la brisa marina es maravillosa, sin duda un lugar de ensueño en el que me encantaría pasar el resto de mi vida.

Llevamos una semana aquí y entre recorrer los sitios turísticos, probar muchas comidas y hacerlo en todos los lados posibles, porque el idiota de mi esposo es un tanto ninfómano, no hay mucho que agregar.

- Mierda, Toru. Ugh... - intento contener mi gemido mientras siento como tiemblan mis piernas.

- No te quejes, sé que también te gusta. Mira como me estas apretando. - continua con su ritmo vertiginoso. - ¿Te excita que nos puedan descubrir? - susurra cerca de mi oreja y muerdo su mejilla con poca fuera. - Maldita sea, amo cuanto te pones así. - se escucha que alguien a entrado al lugar.

Contengo mis gemidos lo más que puedo, pero la sensación de que alguien nos descubra me prende. No pasa mucho tiempo hasta que me corro y Satoru también, sin embargo, ha sacado su p0lla antes de anudarme.

- Si lo vuelves hacer te mato. - gruño bajito mientras me quedo quieto intentando recuperar el aliento.

Aún nos queda una semana aquí.


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No diré más detalles de nuestra luna de miel, lo resumiré en que fue de mucho aprendizaje y sobre todo excitante. Y de no ser porque estoy embarazado, estoy seguro que habría quedado en espera en plena luna de miel.

Hoy hemos llegado a Tokio, el viaje me dejo muerto. Y mi estomago lo ha resentido pues llevo más de 6 horas sin siquiera poder oler algún alimento. Sin embargo, nuestra estadía en Tokio será breve, pues volveremos a Sendai por el nacimiento de nuestra ahijada. Megumi nos aviso que su parto está programado para entonces y evidentemente es una razón más para poder reunir a las familias.

Inicialmente Satoru no estaba de acuerdo en volver tan pronto, pero no hay nada que atractiva lencería y una buena noche de sexo no consiga. Nos iremos en tres días para poder descansar un poco, ya que debemos volver pronto porque mi licencia se ha terminado, realmente terminaba esta semana, pero me las arregle para conseguir un poco más de tiempo. Luego de eso deberé volver al trabajo.

Todos estamos ansiosos en el hospital esperando por el nacimiento de la pequeña, Megumi lleva 1 hora en el quirófano y Suguru se mueve como loco de un lado a otro, parece que le hará un agujero al piso.

- Si el día que nazca nuestro hijo te pones así, juro que te daré una paliza. - la cara sorpresa e incredulidad de Satoru vale un millón de dólares, es básicamente como si estuviera preguntado que carajos hizo mal sin haber hecho nada.

- Por supuesto que no. - bufa molesto por mi ataque.

Finalmente, un médico sale de la sala de operaciones. - ¿Familia del joven Geto Megumi? - llama y de inmediato Suguru responde.

- Yo soy su esposo. - dice acercándose.

- Muchas felicidades, su hija ha nacido en perfecto estado. Su esposo esta siendo llevado a su habitación así que podrá verlo en breve. - anuncia antes de retirarse y algunas lágrimas de felicidad recorren sus mejillas.

La mano de Satoru va a mi espalda y al volver a verlo deposita un cálido beso en mis labios. Su mirada incluso se ha suavizado, creo que al igual que yo ansía este momento.

VOTOS MORTALESOù les histoires vivent. Découvrez maintenant