Un Poco de Ayuda

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Había estado todo el día intentando ordenar su clase. Había llegado antes a Hogwarts para saber como le iría con todo, y por lo que veía, sería muy malo.

A penas podía moverse por el lugar sin necesidad de usar ese estúpido bastón. Y cada cierto tiempo su cuerpo empezaba a doler nuevamente.

El día siguiente los chicos empezarían nuevamente sus clases, y él seguía sin saber qué hacer para que lo tomaran en serio. Dumbledore había notado ese problema, y le había ofrecido algo de ayuda.

Claramente no la acepto.

Pero no podía más. . . simplemente le dolía todo y, aunque no le gustara que muchos lo supieran, amaba el dar clases.

Aunque dependía mucho de los estudiantes también. Había chicos como Longbottom o algunas chicas de Ravenclaw que él no podía soportar. Prefería darle clases a los chicos de primer año, siempre tenían demasiado miedo de hablar como para ser un estorbo.

O a los chicos de último año, ellos siempre eran capaces de trabajar sin hacer muchas preguntas y platicar en voz baja.

La pequeña idea de dejar sus clases era imposible, casi triste.

O bueno. . . muy triste.

Así que no tenía de otra, tendría que pedirle algo de ayuda a Dumbledore.

Severus tomo su bastón y se levantó lentamente de su silla luego de pensarlo un rato. Dumbledore no le había dicho en que lo ayudaría, pero mientras todavía pudiera dar clases estaba más que bien.

Habían parecido horas desde que había salido de su oficina. No había caminado tanto últimamente, siempre se quedaba en su oficina. Si mucho daba una vuelta por los pasillos, pero era por muy poco tiempo. Pero al fin había llegado a la oficina del director.

—¿Profesor Dumbledore? ¿Está usted aquí? — preguntó mientras se acercaba, pero antes de tocar las puertas de su oficina estas se abrieron de repente.

—Te estaba esperando Severus. Ven, toma asiento, — saludó el director con una sonrisa. —Por lo que veo, parece que necesitas ayuda. ¿Vas a aceptar mi oferta?

Severus casi se sentía humillado por como se "miraba" que necesitaba ayuda, pero no le sorprendía; ojeras, ropa desaliñada y el cansancio era obvio, además del dolor, claro. El profesor intentó no ver tanto al mayor, era vergonzoso.

—No te avergüences, Severus, — pidió, —tengo lo necesario para ti. — El director se levantó y camino hacia una mesa a su lado, luego lo miro serio.

Severus trago seco.

—¿Un dulce de limón? — Ofreció, Severus levantó una ceja. —¿Disculpe? — pregunto confundido, ¿un dulce de limón?

—Sí, un dulce de limón. . . tal vez necesitas uno.

—No, no necesito un dulce de limón, — dijo cansado, y luego de un corto silencio volvió a hablar. —Necesito ayuda. . . para dar clases. . . alguien, algo, lo que tengas.

El director sonrió y tomo un dulce, ignorando las últimas palabras del pelinegro —Es una pena, deberías probar uno. Estoy muy seguro que te ayudaría a sentirte mejor.

—No me gusta el limón, señor.

—Oh. . . .

El mayor camino un poco por la habitación y miro una pequeña lista que se encontraba en su escritorio. Después sonrió.

—Estoy seguro de que ya te has enterado de que tenemos un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, — dijo Dumbledore mirando al menor.

—Sí, estoy consciente de eso, pero no sé cómo eso podría. . . — Intentó hablar, pero el mayor, que parecía ser incapaz de quedarse quieto en un solo lugar por más de cinco segundos, volvió a levantarse.

—De lo que no te has enterado, es que tenemos a un nuevo profesor de vuelo. — Severus casi volteo los ojos, desesperado por la falta de aprecio que Dumbledore tenía por su tiempo.

—No creo que eso sea relevante. . . señor.

—Pero como sabrás, Rolanda no se irá de Hogwarts hasta después de vacaciones de Pascua en abril, — continuo hablando, ignorándolo nuevamente. —Así que mientras la profesora Hooch sigue dando clases, él se familiarizará con las clases aquí. . . si es que aceptas su ayuda como asistente.

—Bien, acepto. — Severus se levantó de su asiento, y planeaba salir de ahí lo más rápido posible.

—Excelente, le diré al señor Potter que estarás encantado de tenerlo como ayuda extra.

Severus paro en seco.

—¿Disculpe? Dijo. . . ¿Potter?

—Eso fue lo que dije, sí.

No, no, no. Todos. Todos. Excepto Potter.

—No. No lo tendré como asistente. Retiro lo dicho. No le digas nada, olvida que vine aquí. Yo puedo solo, — Severus intento salir de ahí, pero Dumbledore volvió a hablar.

—El señor Potter solo estará para ser tu asistente, tú le darás órdenes a él. Necesito que me ayudes a ayudarte, Severus, es lo mejor para ti. — Severus no quería aceptar. A pesar de poderle dar órdenes a Potter, sabía que algo saldría mal en eso.

Dumbledore tomo su silencio como una oportunidad para volver a hablar. —El señor Potter estará bajo advertencia, cualquier queja que des, estará inmediatamente despedido.

Eso no sonaba nada mal. . . .

—Potter me ha hecho muchos favores, Severus. Me ha ayudado cuando la pasé mal en el pasado, y ahora que la está pasando mal ante el divorcio con su esposa, aceptamos tenerlo aquí también por Harry. Necesitamos de tu apoyo también para esto.

—Bien, será mi asistente. Pero cualquier cosa que haga, cualquier comentario, cualquier risa y cualquier problema que cause ya no lo dejaré entrar a mi salón de clases, sea lo que tú quieres o no, — dijo Severus con una mirada seria, él no estaba bromeando.

—Muy bien, hoy vendrá conmigo para hablar sobre el empleo. Le explicaré tus peticiones y yo le daré las mías.

Severus agradeció con un gesto y se dio la vuelta para poder salir de su oficina. Antes de cerrar la puerta se dio la vuelta y pudo ver al director aun mirándolo.

—Él no será tu esclavo, ayúdense mutuamente. Permítele ayudarte.

Luego de eso cerró la puerta, realmente no imaginaba como sería trabajar con Potter en el mismo salón. . . no otra vez.

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°°°¡Hola! Esta historia será James x Severus, si no les gusta la pareja entonces agradeceré mucho que no la lean. Espero tengan buen día <3°°°

•980 palabras•

•17-03-2023•

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Asistente de Pociones |Snames|Where stories live. Discover now