Problemas.

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***

Mientras se encontraban descansando tranquilamente, de repente, sonó el teléfono de Bakugou.

—Joder, maldita sea.—Maldijo.—Shōto, acércame el teléfono.

—Sí, voy.

El mayor se levantó y buscó el móvil rápidamente para dárselo a su novio.

—Aquí lo tienes.—Dijo alargando el brazo hacia el rubio cenizo.—Y, por cierto, es tu madre.

Al escuchar eso, el adolescente se alteró y le dio a responder.

—¿Qué quieres, vieja?

>Ugh, ignoraré esa última palabra. A lo importante: ¡¿Dónde estás?! ¡¿Tienes idea de la hora que es?!

—No, pero me importa una mierda.—Estoy con amigos y dormiré en la casa de uno de ellos. Además, no has dicho nada de la hora.

>¡Eso da igual! ¡Eres un menor y debes volver a casa!

—No lo voy a hacer, jódete.

>¡Maldito mocoso! ¡Si no apareces por casa en veinte minutos, llamaré a la policía para que vayan a buscarte!

>Tú verás lo que haces.

Mitsuki colgó y Katsuki se enfadó demasiado.

—¡Esta jodida vieja!—Exclamó dejando caer el teléfono sobre la cama.

—¿Qué pasa, Katsuki? ¿Algo va mal?

El rubio cenizo miró a su amado y le respondió:

—No es que algo vaya mal, es más que eso: La vieja bruja ha dicho que debo estar en mi casa en veinte minutos o, de lo contrario, llamará a la policía para que me busquen.

Todoroki se sorprendió y dijo:

—No jodas...—Tu madre está loca pero ahora voy a ayudarte a que te limpies y luego te llevaré a tu casa.

—No, no me laves. Ya lo haré en mi casa, o va a ser muy sospechoso que huela a champú al volver a mi casa.

—¿Seguro?

—Sí, además, no te viniste dentro de mí. No es como si me fuera a volver a mi casa con tu semen dentro.

Shōto se ruborizó un poco al imaginar al más joven con su semen dentro y dijo:

—Tienes razón, vamos a vestirnos rápido.

Se vistieron tan rápido como pudieron y salieron de la casa del profesor a toda prisa para subirse al coche de éste.

—Shōto, no aparques en la puerta de mi casa, no quiero que sospechen.

—No te preocupes, ya había pensado en ello.—Dijo arrancando el auto.

***

Afortunadamente, pudieron llegar antes del límite de tiempo, lo que les dió la oportunidad de despedirse adecuadamente.

—Gracias por traerme tan rápido, Shōto.

—No es nada, lo hago por el bien de los dos.

—Lo sé.—Hasta el lunes. Te quiero, Shōto.

—Hasta el lunes. Te amo, Katsuki.

Se dieron un beso y el adolescente se bajó del coche para dirigirse a su casa mientras su novio se alejaba en su coche.

"Menos mal que llegué a tiempo."—Pensó Bakugou caminando hacia la entrada de la mansión con cierta dificultad, ya que el sexo con Shōto le había afectado.

Mi problemático alumno.(Todobaku)Where stories live. Discover now