CAPITULO 18

79 7 3
                                    

La noche se sintió cálida para el tricolor, pero a la mañana desapareció. Abrió sus ojos, era bicolor, diferente a su hermano. Miro al rededor, no hay nadie con miedo, se levanta aterrado de a ver ilusionado con el argentino. Abrió la puerta, paso por el corredor, se encontró con escaleras de arriba y abajo. Con pasos lentos va al pasillo. Ruidos de platos y cubiertos es lo que escucho. Se dirige al lugar del origen del ruido y ve una figura de espalda una figura de cabello azul con mechones rojos, cintura promedio, hombros anchos y movimiento fluido. Era encantador lo observa un rato y se anima a hablar.

–Váter. Si garganta arde, el hombre detiene sus movimientos y se gira, su mirada es de alegría y tranquilidad se acerca y se arrodilla ante el joven. Miro sus ojos y le sonrió como un padre calma a sus hijos. El joven soltó lágrimas y salto sobre el mayor, quien lo carga con facilidad.

–Váter, Váter, te extrañe. Sollozo el argentino acurrucó al menor contra si mismo y acaricio sus rizos.

–Yo también, kind, mi baby, mi pequeño east. Lo mantuvo al joven hasta que se calmo y se sienta al banco al lado suyo. Este le abraza la espalda del argentino, quien termina el desayuno.

Pasos se escuchan arriba. Argentina sonríe. Algunos de sus hijos les cuesta levantarse, otros no. Los menores primero lo querían despertarse, pero al poner el pie en el suelo tienen energía. Los mayores eran los contrarios, pero tenían por que tienen deberes que hacer los que están acostumbrados, por lo que se levantan sin problemas. El primero en bajar es su séptimo hijo, seguido por el sexto hijo. Eran Mendoza y salta. Detrás Bs. As y Córdoba, que se sostienen para no caer bostezando. Luego vinieron los menores corriendo en la escalera. Si último hijo Caba e penúltimo hijo, tierra del fuego. Los ante penúltimo misiones y Tucumán. Detrás venían gritando que paren Neuquén, Chubut y Chaco. El resto bajo tranquilo charlando. Antártida argentina con santa cruz, Formosa mira su celular seguido santa fe y Catamarca contando anécdotas. Santiago del estero, la pampa, la rioja, entre ríos y corrientes. Quienes apostaban cuando caía rio negro quien carga a jujuy y San Luis.

Cuando llegan a la cocina, saludan a su padre e invitado. Quien fue en algún momento un hermano más este permaneció en silencio con la cabeza agachada. Antártida argentina y argentina se sientan al lado del tricolor y desayunan. Luego todos se retiran menos tres.

–Antártida, como estas. Pregunta el mayor lavando los vasos.

–Bien, pero el vuelo fue lo peor. No quiero volver hacerlo, al menos que sea importante como esto. Tomando un vaso con agua y mirando al tricolor y revisando las vendas. –Tu colo te llamas. Antártida no conoce a east puesto que era muy pequeño cuando llegó con su padre, pero sabe que este lo conoce.

–East. Nervioso responde argentina se une a la charla procede a contarle todo a east y le dice que es más seguro quedarse con Antártida argentina. El joven ex nación acepto para estar calmado, le pide algo al argentino. Que no esperaba.

–Estás seguro east se lo puedo decir a tu hermano. Él no está seguro de mantenerlo en secreto, peor tampoco lo obligará a salir.

–Si Váter, prefiero mantenerlo así. Abrazando al mayor, siendo correspondido y se une Antártida. La tarde lo pasan los tres juntos y las provincias. Un mes la pasaron juntos, pero es el día que Antártida debe ir a sus tierras. Se irá con el tricolor de escudo. Argentina los iba extrañar, pero los visita y se queda una semana.

Cuando se despidió se fueron a la oficina. Tiene papeleo que terminar y corregir, pero estar con sus hijos lo vale. La noche llegó y no salió de la oficina. La temperatura cayó insoportable para la piel. Termino el papeleo, tiempo para descansar. Era la  una casi las 02:00 a.m. pero no le importó. Camino a su alcoba, pero paso de largo y se quedó en medio de entre cuatro paredes. Con la mano acaricio las perillas, peor no se atrevió entrar. Se dió la vuelta y fue a su cuarto tomo una ducha y se acuesta.

Sabe que no puede ocultar a la nación, pero hasta que eso suceda, lo mantendrá en secreto. Sonrió. Esos recuerdos eran reconfortable, pero siempre termina en desagradable. En una tarde, los cuatro en el bosque se reía y tiraban bolas de nieve. Todo era hermoso, pero el sonido de una rama rompiéndose los hace callar. Los adultos se alertaron. El más alto corre hacia los menores, el otro solo se levantó sin verlo a los ojos al argentino, esto solo causo escalofrío al latino.

–Argentina no sabes lo que vendrá. Se dió la vuelta dejando ver la tristeza y miedo en sus ojos. –Esto no es tu guerra, esconderte. Sin importar qué. Se acercó a los dos individuos. Pequeños no quería que le pasase algo a sus padres y fueron con el otro.

–Váter argentina tiene que irse. El más pequeño lo anima a irse. El latino permanece de rodillas llorando. Se dió la vuelta y se marchó. Una mano pequeña lo detiene. Era el más alto que el otro, pero solo un poco.

–Por qué déjame ayudarles. Susurra al mayor. No volteo. Por qué sabe que está llorando y lo abraza por la espalda.

–Otro momento será argentina, por ahora. Otra rama se escuchó y los cuatro esperan en el momento de huir. –Vete argentina. El latino asiente y se va corriendo. Se sube a un árbol y se tapa la boca para no hacer ruido.

El llanto de los menores, la discusión del padre y la otra nación era evidente. Se escuchó ruidos y se abstuvo de gritar que se detengan, escuchar la tortura hacia su amigo y los llantos de los niños, pero debe obedecer y esperar ayudarlos todo se puso en silencio. Ambas naciones siguen presentes. El padre con moretones se lleva a los niños. Argentina no aguanta y se mueve, pero la nación no se ha ido y cuando escucha el ruido hace que disparen. El herido se congela y el mayor de los niños dice que paren. El menor ayuda a su padre herido. El tiroteo ceso y la nación toma al tricolor para llevarse y abandonar el bosque. El aire hace falta y se despierta cubriendo sus ojos y llorando como hace años. Mira la hora 04:00 a.m. solo paso dos horas desde que se acostó.

Hace años que no soño con ese suceso únicos, momentos que esos tres eran su familia. Suspira olvidándose y concentrarse en los papeles que tiene adelante. No aguanto más y procesa los planes, ya hablo con ellos, por lo menos uno estaba listo, eso lo hace sentir orgulloso, pero debe esperar a que todos estén en la misma para completar el plan. Puede ser egoísta pero era para mejor, no para él si no para sus hijos. Debe presentarle a los otros y así ayudan, debe hacer una reunión y así armar los planes así antes de que todo acabe. El aire frío lo rodea en la oscuridad, el dolor en el abdomen se intensifica pero lo ignora y prosigue a escribir los papeles.

naceremos resurgiremos//república argentina Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum