2

202 29 17
                                    

Pov Ayanokouji

Teniendo toda la información necesaria y posible acerca de este pueblo, me dispuse a encontrar un lugar en el que pasar la noche. Ya había pasado mucho tiempo y faltaban unas 3 horas para que el sol se oculte.

Caminando por las calles, reflexioné acerca de mi próximo objetivo, el cual era ingresar en esa escuela tan prestigiosa. Como no conocía el método para poder ingresar, ir directamente y presentarme como alguien de Touwa sería una jugada estúpida.

Necesitaba saber cuáles eran las condiciones para entrar. Está claro que el estatus es lo principal y que si fuera hijo de alguien adinerado de este mundo entraría sin problemas, pero desgraciadamente no tengo ese privilegio.

Por tanto, quería saber si había otra forma de entrar, ya sea dando algún examen de ingreso y obtener una beca, ser guardaespaldas de algún estudiante, etc.

Podría preguntarle a Stella el día de mañana, a fin de cuentas, gracias a su reacción de antes, supongo que hay alguna forma de entrar siendo un plebeyo. Puedo estar equivocado, pero no pierdo nada intentándolo.

Como sea, pensaré en ello después, no tengo prisa. Ahora mismo necesito una cama y una ducha. Vi una posada antes, así que podría probar suerte ahí.

......................................................................................

Caminando alrededor de 15 minutos más, logré llegar a dicha posada. No tengo dinero, así que podría ofrecerme como voluntario para trabajar y que el pago sea un cuarto pequeño, no soy quisquilloso con eso.

*Clink*

Dando un paso al frente, abrí la puerta y por el lugar se escuchó el tintineo de una campanilla, haciendo notar mi llegada.

Me acerqué al mostrador y allí se encontraba un hombre adulto de unos 40 años. Su mirada se encontraba fijo en un libro, por lo que ni siquiera volteó en mi dirección

- ¿Puedo ayudarte?- dijo eso sin despegar su vista de aquel libro, parecía ser más una frase de protocolo que sus verdaderas intenciones, prácticamente no le importaba mi presencia, ni tampoco que fuese un cliente.

Decidí ser directo, no me interesa alargarlo más, ya que si me rechaza, necesito encontrar otro lugar para dormir.

- Buenas tardes, estoy buscando un lugar para quedarme. No tengo dinero, pero estoy dispuesto a trabajar a cambio de un cuarto pequeño. ¿Tiene alguna habitación disponible?

El hombre finalmente alzó la vista del libro. Evaluó mi apariencia, desde la cabeza hasta los pies. Supongo que quería asegurarse de mi condición.

- No solemos aceptar voluntarios, pero... - hizo una pausa, como si considerara sus palabras cuidadosamente

- ...hoy es una excepción. Estamos con falta de personal, así que es un buen trato. Tenemos una habitación desocupada en la parte trasera. Es modesta, pero limpia. Si estás dispuesto a ayudar con algunas tareas, puedes quedarte- Asentí. Era más de lo que esperaba.

El hombre me entregó una llave y señaló hacia el pasillo.

- La habitación está al final del pasillo, a la derecha. Ahí encontrarás una cama y un baño. No hagas ruido, y asegúrate de estar listo para trabajar mañana temprano- Agradecí con un gesto de cabeza y me dirigí hacia la habitación asignada.

Al cerrar la puerta, me sentí aliviado. Había conseguido un refugio por la noche, y eso era suficiente por ahora. Honestamente, me habría parecido un fastidio tener que seguir buscando un lugar en el que pasar la noche... Aunque si la cosa se ponía fea, simplemente tenía que pasar la noche afuera en las calles.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora