Thea había salido con la mari y ambar. Me había dejado unas cosas en su habitación así que fui a cojerlas, solo que cuando entré un papel en medio de la cama fue lo que tomó mi atención.
Me acerqué a la cama y lo agarré para luego sentarme y empezar a leerlo lentamente. No, no estaba bien leer cosas que no son de tu pertenencia pero la curiosidad me ganó.
Y como dicen, la curiosidad mató al gato.
Sobre esas hojas habían unos resultados de unos estudios, análisis que ponían que athenea sufría de cáncer.
Cáncer? Que mierda se supone que significa eso.
Rápidamente mis ojos se inundaron, la fecha de la hoja ponia de hace unas semanas y ella no había sido capaz de contármelo.
La llamé y le dije que viniera.
⋆Ａｔｈｅｎｅａ
-como?
-porque mierda no me contaste? -levantó los papeles del médico.
Uhh.. la puta maadre.
-tho, tiene una explicaci- -volvió a interrumpirme.
-Acaso me querías usar como jueguito? Como tu última vez? Es eso verdad athenea? -dijo alzando la voz.
Aunque el no se diera cuenta sus palabras me estaban hiriendo y demasiado.
-como siquiera puedes llegar a pensar eso de mi thomas?
-porque mierda me ilusionas con la relación perfecta para luego mostrarme esto?! Además, es de hace semanas, porque no me dijiste nada?! -Gritó.
-Cálmate thomas porfavor, hablemos como personas sivilizadas, si? -intenté tranquilizarlo cosa que hizo que se enfadara aún más.
-una persona sivilizada no le hace esto a la persona que supuestamente ama!
Cerré la puerta y le puse cerrojo.
-Thomás, sabés lo que es tener un puto tumor comiéndote el cuerpo por dentro y tener que intentar sacar una sonrisa todo el día para no hacer sentir mal a la gente? Acaso crees que no pensé en ti cuando me dieron la noticia? Crees que no pensé en nosotros?! -le grité ahora yo en la cara.
-Pero porque no me lo dijiste?! Era obvio que iba a sufrir y tu seguiste ocultándote athenea! -empezaron a formarse lágrimas en sus ojos.
-no te lo dije por la misma razón, porque no quería hacerte sufrir, dios, porque te amo hijo de puta! -rompí a llorar.
Resopló.
-discúlpame thomi, no quise hacerte daño.. -me tapé la cara con una mano y empecé a llorar desconsoladamente.
Segundos después sentí como unos brazos me envolvían.
-discúlpame tu a mi thea, soy un pelotudo, soy un tremendo pelotudo.
Negué repetidas veces mientras me escondía en el huequito de su cuello.
-Te juro que voy a hacer lo posible para que estés bien, porque ni en pedo te dejo morirte por esta pelotudez, me escuchaste? -asentí.
-perdóname.. -susurré en su cuello.
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