ᯓᡣ𐭩 ex (2).

357 35 0
                                    

Wonyoung POV.
~2250 palabras.

Mi vida cada vez es más miserable, todo va mal desde que la perdí. Si tan sólo no hubiera reaccionado así, nada de esto habría pasado.

Por un momento creí que me buscaría, pero no pasó.

Aunque me lo merezco...

¿Pero en serio le fue tan fácil dar vuelta la página?

Ya han pasado dos meses desde que terminamos y a este paso, creo que nunca la olvidaré.

¿Cómo podría?

An Yujin es la persona que más he amado y que más amaré en toda mi vida.

Incluso su pieza en nuestro departamento está intacta. Todo en el mismo lugar que lo dejó, esperando a que ella algún día vuelva.

Generalmente evito entrar allí, pero cuando el dolor me sobrepasa, me recuesto en su cama para sentir los últimos rastros de su olor.

Más encima, no puedo seguir faltando al trabajo que me queda, porque renuncié al otro. Y cuando estoy a punto de rendirme, la recuerdo.

¿Qué me diría en esta horrible situación?

"Tu puedes salir adelante Wonyoungie".

Seguramente.

Y seguido de su hermosa sonrisa...

Nadie podría dimensionar todo lo que daría con tal de verla una última vez. Aunque sea solo para despedirme, así al menos, podría hacerlo correctamente.

Sobretodo en estos momentos de oscuridad, no hay nada que me desee más, que poder seguir a su lado. Aunque no merezca su amor.

જ⁀➴

Había llegado el momento de enfrentar alguna de mis responsabilidades, así que tomé micro para llegar a mi trabajo. Mientras las gotas de lluvia caían, yo seguía distraída mirando por la ventana. Hasta que divisé una cara conocida.

Tenía que bajarme inmediatamente.

Me levanté lo más rápido que pude y alcancé a bajarme por la puerta principal, aunque tuve que chocar a todas las personas que se estaban subiendo.

Corrí hasta la banca en la que debía estar. Pero ya no había nadie. ¿O quizás nunca estuvo?

No lo sé.

Solamente sé que así de fácil, Yujin se había desvanecido.

Estaba tan hermosa como siempre.

Pero ya no parecía nada feliz.

Y probablemente es por mi culpa.

જ⁀➴

Desde ese inoportuno encuentro, que ni siquiera pasó, no he podido dejar de pensar en ella. Aún más de lo que solía hacerlo. Y ahora tenía ganas de ir a nuestro lugar favorito a pesar de todo lo que dolería.

Como seguíamos en invierno, aproveché de caminar hasta esa cafetería y así mi llanto se camuflaría con la lluvia. De todas formas, la distancia hasta allá no era tanta.

AnnyeongzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora