Sexto libro de la serie ambientada sobre los hijos de las famosas embrujadas.
Tras los acontecimientos del anterior libro, el futuro se queda incierto. Habrán más peligros y a la vez aliados.
¿Que futuro les prepara para la familia Halliwell?
••• H...
Michael tenía ocho años y vivía en una vieja casa abandonada en las afueras de la ciudad. Sus padres adoptivos, los demonios que lo habían criado, le habían enseñado a temer la luz del día y a abrazar la oscuridad.
Una noche, mientras todos dormían, Michael se despertó sudando y temblando. La habitación estaba sumida en la negrura, y las sombras parecían cobrar vida. El miedo se apoderó de él.
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana. La luna apenas se asomaba entre las nubes, y la oscuridad del bosque circundante parecía devorarlo todo.
- No hay nada que temer.- Se repetía a sí mismo. Pero su corazón latía con fuerza.
Se acurrucó en un rincón de la habitación, abrazando sus rodillas. Las sombras danzaban en las paredes, y Michael imaginaba criaturas acechando en cada esquina.
Entonces, escuchó un susurro. Una voz suave y sibilante que parecía venir de todas partes.
-¿Quién eres? -Preguntó Michael en voz baja.
La voz respondió mientras se acerca al pequeño Michael.
- Eres especial, Michael. Tu sangre lleva un poder increíble. Pero aún no lo comprendes.
Michael frunció el ceño. ¿Qué quería decir esa voz? ¿Por qué hablaba entre susurros?
La oscuridad se espesó, y Michael sintió que algo lo observaba. Sin pensarlo, extendió la mano hacia la vela en la mesita de noche y la encendió.
La luz parpadeante iluminó la habitación, y Michael vio algo que lo dejó sin aliento, su sombra en la pared se retorcía, tomando forma de alas.
- Eres un Halliwell. - Susurró la voz. - Un brujo demonio. El primero de tu clase. Tu destino está entrelazado con la luz y la oscuridad.
Michael no entendía completamente, pero algo dentro de él se despertó. La vela arrojaba una luz dorada, y las sombras retrocedieron.
Actualidad
Michael se despierta de golpe, había tenido un sueño, un recuerdo. No lleva mucho curado desde el ataque de Francesca. El azabache tomó un respiro y volvió a dormir.
El día siguiente, Wyatt y Chris se encuentran conduciendo el coche de su madre, venían de hacer la compra. Chris ve a su hermano muy callado y conduciendo, el castaño decide romper el hielo y preguntar a su hermano.
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- ¿Te sucede algo? - Pregunta Chris.
- Nada, solo estoy concentrado en llegar a casa. - Responde Wyatt.
- ¿Estás seguro? Hoy has estado bastante raro y muy callado. Además te has ofrecido ir de compras cuando tocaba a Álex realizarla y más, me has pedido que te ayudara con las compras. - Dice Chris observando a su hermano y a la carretera.
