Capítulo 7

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POV ELLIE


Hermione le pidió a la slytherin que saliera discretamente de su habitación, ya que si Mcgonagall encontraba a la joven en el cuarto de la profesora, serían expulsadas las dos. Ellie asintió, todavía en estado de shock por la noticia que acababa de recibir y echó un vistazo al pasillo, antes de salir del cuarto.

¡Por Merlín! ¿Cómo iba a dirigirse a clase?

La profesora Granger le había aconsejado que ahora sabiendo la situación, que llevara una vida normal, que no levantara sospechosas en su familia, ya que si por un casual estaban implicados alguno de ellos, ella podría ponerse en peligro.

La serpiente, nunca había sido una persona de seguir las normas o de obedecer a los adultos, conque no lo iba a ser menos ahora que su familia podría estar involucrada en algo peligroso, así que con ese pensamiento resonando en su mente, Ellie actuó con rapidez.

Corrió a su habitación, se cambió de ropa de nuevo, se quitó el uniforme y se conformó con unos tejanos oscuros, botas militares y una sudadera negra a juego. La bruja metió su varita en el bolsillo trasero del pantalón y salió corriendo del colegio sin que ningún profesor la viera.

Cómo un torbellino, llegó a las inmediaciones de los terrenos de Hogwarts y se desapareció, apareciendo esta vez en los terrenos cercanos a su propia casa.

A pesar de estar en su propio hogar, la bruja, por primera vez, se sintió insegura.

Fuera de lugar.

Sin dudarlo, sacó su varita del bolsillo trasero del pantalón y se colocó instintivamente en guardia, levantando la varita en alto mientras comenzaba a andar en dirección a su casa.

La slytherin, se dirigió hacia la puerta principal y la abrió con un simple alohomora, su padre había diseñado un conjuro para que solo los miembros de la familia pudieran abrirla con ese hechizo.

Entró en la casa con sigilo, y apuntó instintivamente a los lados, en un intento de autoprotegerse.

En el rellano, se encontró con lo de siempre: un recibidor de mármol amplio, con una fuente en el centro. Sin embargo, esta vez, algo llamó la atención de Ellie: había un ligero rastro de polvo en el lugar, algo inusual considerando la obsesión de su madre por la limpieza.

Este detalle, solo aumentó la inquietud de la joven, mientras echaba otro vistazo a la sala. Un sonido repentino, envió un escalofrío por la espalda a Ellie. Con la varita todavía en mano, se deslizó rápidamente hacia la primera habitación disponible, y se metió bajo la cama, aguardando con los sentidos en alerta esperando a que algo o alguien la reconociera allí.

A continuación, una voz familiar, resonó en la habitación, seguida de pasos cautelosos. Era su padre, Callisto Malfoy. Intrigada, la slytherin escuchó atentamente mientras la conversación se desarrollaba entre su padre y el otro hombre, posiblemente Avery, amigo y su mano derecha.

-¿Pero para qué queremos al muchacho, señor Malfoy?, Ni siquiera creo que el señorito y joven Draco esté de acuerdo con...-

-No está de acuerdo, porque Draco no sabe absolutamente nada de este tema..-Interrumpió Callisto con una explicación fría.-Tenemos que reagruparnos Avery, las cosas no están funcionando cómo deberían, y tú lo sabes..-

El corazón de Ellie latía con fuerza mientras escuchaba las palabras de su padre.

¿De verdad su padre se había pasado al otro lado?

Materia de examen: El corazón de una profesora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora