08. Festín de sombras.

152 15 1
                                    

Capítulo 08:

Festín de Sombras.
❁ཻུ۪۪

La carta con la victoria del rey Lysander en la batalla de las tierras de Tormenta llegó tres semanas después de su partida, y unos cinco días después la caravana fue vitoreada en su regreso a la ciudad.

Feryal observó la algarabía que despertó desde la altura de su balcón en el palacio, podía ver un río de gente y las banderas negras y doradas de la familia Sinester ondeando por la ciudad.

Se arregló el vestido, colocándose una capa forrada de terciopelo marfil para recibirlo.

El patio de armas rebosaba de gente, aun así, su gesto decayó al solo encontrarse con Raelar Sinester.

──El rey llegó muy cansado del viaje, pero estamos seguros se unirá a los festejos muy pronto.

Esa pareció ser suficiente excusa para calmar a la multitud, quienes continuaron eufóricos con la llegada de Raelar.

Las nobles se arremolinaban alrededor de un joven soldado, sin darle siquiera espacio para desmontar, poseía los cabellos tan blancos como la nieve y ojos de un azul tan profundo como pálido.

Se trataba de Eskandar de Ivera, soldado e hijo bastardo del saerev Aeto Sinester.

Parecía un sirviente de Iverna por su tan extraña como magnética apariencia, aun así no fue suficiente distracción para Feryal.

Raelar se acercó a ella, aprovechando la distracción para acercarse con sigilo.

Él le respondió con una leve inclinación de cabeza y Feryal lo siguió todo el camino, sirvientes frenéticos la rebasaban en su camino para atender al saerev.

──¿Qué le ocurrió?

Feryal quiso ser prudente, pero como era usual en ella, fue desbordada por la emoción.

Raelar dudó antes de responder, reacomodó palabras antes de soltarlas, Feryal conocía esa expresión, la que buscaba alivianar el golpe.

──Su poder es algo difícil de controlar, Lysander se expuso, se exigió demasiado y tuvo que pagar el precio.

Ella tragó con fuerza, intentando entender el alcance de lo que decía el comandante.

Feryal entendía ideas básicas sobre la synergia y cómo funcionaba, sabía que cada uso demandaba una compensación, y también que el poder de Lysander iba más allá de lo usual.

La mayoría de los Raguen movían la energía de los elementos, fuego, aire, agua y tierra, eran guardianes y veladores de los dioses.

Pero Lysander como todos los Sinester era un nigromante, su poder se alimentan de la oscuridad, de las sombras del poder que le daba Rella a todos aquellos capaces de rendirse a su oscuridad.

Cuando el comandante la guió hasta Lysander, lo primero en recibirla fue el olor a cirios y almizcle que casi le retuerce el estómago.

El cuerpo inerte de su marido reposaba sobre un amasijo de sedas blancas, el gran dosel negro caía sobre el lecho con la oscuridad de las sombras que su marido manejaba.

Feryal se apresuró para alcanzar a su esposo, los sirvientes deambulaban con cuencos de agua, limpiando el sudor de la piel pálida de Lysander Sinester o mojando sus labios para mantenerlo hidratado.

Feryal apretó la mano de Lysander entre las suyas, estaba helada y ella luchó por retener las lágrimas en sus ojos.

Raelar Sinester se detuvo a los pies de la cama, observando a su hermano con seriedad, ella no pudo leer nada en su expresión.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Penumbra invernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora