IV

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NARRADOR OMNISCIENTE

— ¿Esa era Taylor? —Preguntó Madison al estar dentro del establecimiento.

— Sí...

La menor rodó los ojos— Es tan estúpida. ¿Cómo te puede simplemente pasar por al lado después de lo que te dijo?

— Uh, mejor así. No quiero hablar con ella —Las dos chicas se acercaron al mostrador y ordenaron lo que querían.

En la fila, un agradable chico llamado Milo se les acercó y los tres comenzaron a conversar. Esperaron durante un buen rato sus pedidos, a la hora de recibirlos, Milo le pidió su número a la rubia, ésta se extrañó pero se lo dió. Madison estuvo durante el resto del día hablando sobre ello, y nuevamente, creando falsas fantasías entre los dos.

Isabelle simplemente se quedó callada mientras intentaba no decir nada fuera de lugar. A decir verdad, odiaba que su prima menor hiciera eso, pero tampoco quería arruinarle la emoción.

A la hora de irse, Madison se despidió de la mayor con un fuerte abrazo mientras le susurraba «Suerte con tu pesadilla de cabello rubio», lo cual le sacó una pequeña sonrisa.

Fue caminando lo más lento posible al aula mientras se preparaba psicológicamente para lo que sea que pudiera pasar allí adentro, y cuando entró la profesora ni siquiera estaba.

— Genial, ojalá no llegue —Isabelle se dijo para sí misma.

— ¿Con quién hablas? —Taylor habló al llegar a la habitación haciendo que la contraria diera un pequeño salto.

— Ah, tú.

— ¿Cómo se dice, Isabelle? —Swift se cruzó de brazos en el marco de la puerta.

— Buenos días, profesora Swift.

— Buenos días. Seriamente, deberías trabajar en tus modales.

— ¿Usted cree?

— Definitivamente. Eres demasiado descortés, y extrañamente, solo conmigo —Dijo con ironía.

— Oh, ¡tiene razón! ¿Por qué será? —Isabelle puso su mano en su barbilla mientras fingía pensar— ¡Ah! Ya sé. Creo que es porque usted me trata como si fuera un animal, no lo sé, solo digo.

— ¿Yo te trato cómo un animal? —La mayor levantó las cejas mientras entraba al aula.

— ¿Usted qué cree?

— Creo que te trato como las personas tan irritantes como tú merecen que los traten.

— A veces me pongo a pensar y...

— ¿Piensas?

— Dios... —Isabelle respiró profundamente para no entrar en un conflicto con la profesora— ¿Sabe qué? Olvídelo. Empecemos con la clase.

— Es mí clase, yo decido cuando empezar, tú no.

— Bien, empiece cuando le de la gana, pero deje de señalarme cada vez que le de la gana. Es agotador, usted es agotadora.

teacher's pet  ;;  taylor swift (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora