|¡Ya no te queda tiempo!|

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Una ola de emociones invadió a Blitz al escuchar la devastadora noticia de Stolas. La incredulidad se mezcló con el terror, la impotencia y una profunda tristeza. La idea de perder todo lo que había construido con Stolas, su familia, su hogar, era un golpe demasiado duro.

Sin embargo, al ver a Stolas completamente desolado, acurrucado entre sus brazos, la compasión y el amor que sentía por él se intensificaron mucho más.

Lo envolvió en un abrazo protector, murmurando palabras de consuelo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

-Vamos a estar bien... tú estarás bien- susurraba el imp cerca de Stolas mientras acariciaba con suavidad y ternura las plumas de Stolas.

-Tengo miedo Blitzy- murmuró Stolas sin soltarse del abrazo del diablillo. Blitz depositó un pequeño beso de consuelo en la cabeza del búho y este fue cerrando lentamente sus ojos.

Mientras Stolas se quedaba dormido, Blitz no pudo evitar pensar en la fragilidad de la vida. La posibilidad de que todo lo que amaba se desvaneciera en un instante lo llenó de una determinación feroz. ¿Qué había salido mal? ¿Por qué a Stolas le dolía su corazón? No comprendía ni una mierda.

De repente, la puerta de la habitación se abrió de golpe, y cinco pequeñas figuras irrumpieron: Baél, Leonor, Spirot, Caín y Cailyn.

Sus rostros estaban llenos de preocupación mientras ingresaban con temor y trataban de buscarlos con la mirada ya que el lugar era muy deprimente al estar a oscuras.

-¿Dónde está mami?- preguntó Cailyn con voz temblorosa mientras abrazaba un imp de peluche.

Blitz dio dos golpecitos junto a la cama, indicando que se acercaran, y así lo hicieron.

-Se lo ve... ¿deprimido?- argumentó Leonor mirando a Stolas acurrucado en los brazos de su padre.

-Solo tuvo un pequeño mareo- respondió Blitz, tratando de mantener la calma. -Ya se siente mejor-

Los niños, aún asustados, con mucho cuidado, se subieron a la cama así acurrucándose junto a Blitz y a Stolas. Al sentir su calor, Stolas se despertó un poco confundido. Al ver los rostros llenos de miedo de sus hijos, una sonrisa se formó en su rostro.

-Hola mis pequeñas estrellitas... ¿Ya almorzaron?- saludó Stolas con una sonrisa cansada.

-¿Estás malito?- preguntó Caín con un puchero.

-No se preocupen, pequeños- les dijo con voz suave. -Estoy bien, solo estoy un poco cansado... hoy es mi día libre y... y mi cuerpo está recordando como relajarse... es todo-

Los cinco niños se abalanzaron a sus padres y todos se unieron en un abrazo familiar, cálido y reconfortante.

-No queremos verte malito- dijo Cailyn con unas pequeñas lágrimas.

-Cariño, estoy bi-...- se calló ya que empezó a toser muy fuerte mientras se ahogaba en el proceso.

Blitz asustado agarró un vaso de agua y se lo dio a Stolas, este se lo tomó de un sorbo.

Los niños miraron la escena confundidos, Stolas y Blitz estaban completamente nerviosos sin saber que decir. Hasta que llegó su salvación...

-¡¿Quién quiere ir al jardín a una búsqueda del tesoro?!- preguntó Laurent apareciendo junto a Octavia.

-¡Laurent!- saludaron los niños. Stolas y Blitz suspiraron.

-¡Muy bien... si quieren ir... sigan a Laurent!- exclamó Octavia con una sonrisa.

-Pero mi mami está con mareos- dijo Spirot con la mirada triste.

-Estoy bien mi vida~- dijo Stolas a lo lejos mientras Blitz lo ayudaba a sentarse. Spirot siguió a sus hermanos y Octavia se quedó en el marco de la puerta.

Just Look My Way |Stolitz|Where stories live. Discover now