DO NOT FORGET ME / MINSUNG

XXIV

Aunque Hyunjin hubiera sido su primer amor, no quita el hecho de que fue él, quien daño la autoestima que tenía, fue él que lo metió en un vaso frágil, lleno de palabras hirientes que dolían cada que lo recordaba, el doloroso recuerdo. Hyunjin tenía unas encantadoras facciones junto con su cuerpo atractivo y varonil, pero por dentro era una fruta podrida, llena de mal y orgullo, era un perfecto egoísta que habla mal de las personas sin medir consecuencias.

Hyunjin es una persona falsa, sin sentido común, merece morir.

—Él fue quien te metió a la cárcel, ¿sabías?

—Hyunjin jamás haría eso, somos amigos.

—A veces los "amigos" no son lo que crees, abre los ojos Bang.

Felix descubrió muchas cosas sobre Hyunjin, le sorprendió ver la poca moral que tenía y eso lo hacía odiarlo aún más. 

La envidia está presente en cada ser humano y no se puede evitar por más que queramos. La envidia no pertenece a la sabiduría, pertenece al mal hecho por el diablo. La envidia en su palabra representa desear algo que no se tiene, pero que la otra persona sí; la envidia es desdicha, una desdicha que nos consume.

El pensar que nadie se enteraría del mal que le había hecho a Bang solo quedo en su pensamiento, porque al final se descubrió lo que tanto quería ocultar. Hyunjin fue causante principal de que Bang entrará a la correccional de menores y más tarde a la cárcel. Las respuestas de el porqué lo hizo eran claras, quería poseer todo lo que su contrario tenia.

En aquella época, el que recibía más atención era Bang por tener una belleza diferente a los demás chicos coreanos, siempre atraía miradas por donde pasaba y por supuesto tenia una amabilidad que lo hacia mejor en todos los sentidos. Hyunjin lo observaba cada día que transcurría desde lejos con un semblante frio, estaba cansado de esa situación, para su pensamiento egoísta, era el único que tenia los estándares de belleza de Corea. ¿Cómo un australiano podía tener la atención de los demás sin cumplir ciertos estándares? 

Intentaba no hacerle caso a su naturaleza, en cierta parte le tenía un cariño o eso es lo que creía. Así como el sol sale por el este anunciando la mañana, tal cuál, en su corazón se anuncio un odio hacia esa persona, estaba a su limite. Juro en una noche solitaria y frente al espejo hacer todo lo posible por derrocar de la cima al chico que robo su lugar y le quito todo. 

Su maravillosa idea dio frutos, su ego subió cuando lo vio con esposas en las dos muñecas y solo sonreía escuchando como hablaban pesimamente de Bang. Era como estar en un mar de comentarios, burlas y negatividad. 

Una persona corriente se arrepentiría de las malas acciones y el daño que causó, pero Hyunjin era otra historia, no tenia empatía; a pesar de que Bang estuvo con él desde que eran unos niños, eso lo hacia una persona egoísta, que busca la fama a costa de lágrimas y dolor de los demás.

—Mereces el infierno —aseguró sin dejar de jugar con él encendedor.

—¡Déjame ir! —gritaba bruscamente, movía con fuerza la silla, pero no habia escapatoria de las cuerdas que lo apretaban contra la silla.

—¿Por qué lo haría? —preguntó, se levanto para agarrar el tanque de gasolina—. Hyunjin... ¿Por qué lo hiciste? yo te queria como un hermano.

—Pudrete Bang. —Escupió sangre, dejando una mancha en los zapatos del contrario.

Suspiro pesado, abrió la tapa del liquido.

—Antes de arruinar tu preciosa cara, te quiero presentar a alguien 

Felix salió de la habitación y camino lentamente al frente de Hyunjin.

—¿Felix? mi angel... por favor no dejes que él me haga daño, por favor... —suplico bajando el tono de su voz. 

—Habia un chico al que lo agrediste solo por tener pecas y lo insultaste por su cuerpo, ¿recuerdas? —Se sento en la silla.

—¿Qué? 

El rubio mostro una sonrisa, parecia un total ángel, pero en sus ojos se reflejaba lo contrario. Se saco la remera para mostrar las cicatrices que tenia en su espalda, todas de diferente tamaño. Se volteo para ver lo horrorizado que estaba Hyunjin por aquellas marcas.

—¿Tú... ? ¿Eres... 

—Hasta que me recordaste, ¿cómo se siente estar en mi lugar? 

El mayor no respondió, bajo la cabeza, recordando todo aquello que le hizo a ese niño.

El rubio sonrío, lentamente se dirigió a la cocina para tomar un cuchillo viendo su reflejo en él, se coloco detrás de su ahora víctima y entonces clavo el cuchillo en un punto y rajó lentamente la piel descubierta, escuchaba con claridad los gemidos de dolor del contrario y el sonido de la piel abriéndose era una melodía para sus oídos, poco a poco la sangre iba cayendo a gotas a la alfombra y las manos de Felix iban manchándose de sangre color carmín que se iba secando a los segundos. En ese momento estaba cometiendo el acto más impuro, sus ojos estaban atentos a la herida como si admirarla fuera lo mejor. La toco con delicadeza al principio, pero después fue más rudo sintiendo la textura áspera y suave de la dermis, habia un poco de piel que tenia grumos, pero no le resto importancia.

Bang prosiguió con el plan y se acerco para regar la gasolina mezclada con ácido a la cabellera de Hyunjin, poco a poco iba bajando al rostro y este se iba calentando. Hyunjin gritaba con todas sus fuerzas, sintiendo al ardor de su piel, quería quitarse las cuerdas que lo ataban para ha, pero era inútil. Su rostro se iba deformando a medida que iba pasando los segundos, lo que lo hacia atractivo ya no estaba más, el liquido bajaba por su cuello y por su espalda haciéndolo sufrir aun más, gritaba, gritaba, era lo único que se escuchaba en la habitación, gemidos de dolor audibles que iban subiendo y bajando de intensidad. El ardor en su rostro era un infierno, su piel hervía como agua, los brotes aparecían junto con las erupciones, su piel estaba totalmente deforme. 

—Nos vemos en el infierno.

El edificio se incendiaba y las ambulancias junto a los bomberos rodeaban el edificio, las cintas de no pasar estaban por todas partes; las personas aglomerada no faltaban y algunos vecinos daban su versión a la policía, el cuerpo incinerado yacía en una silla, las evidencias de un asesinato estaban regadas por debajo de algunos escombros y por alguna razón incluso las huellas dactilares estaban por el asiento de madera, ningun asesino dejaría la escena al descubierto, a menos que de verdad quisiera ser atrapado.

Esta noche un cuerpo incinerado fue encontrado en los adentros de un edificio. Se reconoce a la persona como el hijo del empresario Hwang Suk, según informes policiacos el chico de tan solo 23 años fue torturado hasta la muerte, no se puede recopilar mucho sobre la tortura que este asesino utilizo ya que el cuerpo no esta en buen estado y es difícil tener indicios, las razones por la que esta persona en incógnita lo hizo, también son desconocidas, pero se sospecha de una alguien cercano a él, Bang Chan quien estuvo en la cárcel por delitos mayores, violencia escolar e intento de robó y que fue visto por ultima vez saliendo del departamento donde murió Hwang Hyunjin. La policía esta investigando sobre este caso lamentable y se considera el peor de los asesinatos de Corea en este año.