*Graznido*
Los cuervos volaban mientras caía una fuerte lluvia sobre la isla Renaissance.
Ya era hora de anochecer.
La llama ardiente había reducido los árboles a cenizas, un bosque que alguna vez fue próspero reducido a madera ennegrecida y escombros.
Los ríos sangrientos comenzaron a arrasar con la tormenta que se avecinaba.
...
[Cerca de los muelles]
Un pie pesado cayó sobre los muelles mojados cuando el barco que se aproximaba echaba anclas.
El barco tenía un jolly roger adherido.
Una calavera con una llama detrás: ¡los Piratas Ardientes!
"Qué diablos pasó aquí... ¿No decía que era una isla boscosa con aproximadamente mil habitantes?" cuestionó el capitán del barco.
El hombre tenía un peinado mohawk rojo y un abrigo carmesí sobre sus hombros. Unos brazos gruesos y musculosos se cruzaron ante su pecho.
Tenía una altísima estatura de 12 pies, su nombre era Brando Ignis, ¡un hombre con una recompensa de 39 millones de bayas!
.
"No tengo idea Cap', ¿deberíamos enviar algunos exploradores?" Pabulum, el primer oficial de pelo verde, respondió.
También era el principal estratega del barco, siendo su inteligencia su fuerte.
Ignis miró la isla quemada y sacudió la cabeza.
"Vámonos todos".
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[Tres horas mas tarde]
"Hola jefe, ¿quieres comprobar esto bien?"
Ignis caminó por la tierra destruida y vio lo que señalaba su subordinado.
Miró hacia adentro y vio una capa de musgo y enredaderas que lo cubría.
Miró al recluta.
*Bofetada*
Le dio un golpe en la cabeza, tirándolo al suelo.
"Idiota, ¿crees que crecerían musgo y telarañas de la noche a la mañana si alguien se escondiera ahí abajo?" Ignis rugió de impaciencia.
Luego señaló a los demás.
"Recorre toda la isla, consigue el botín que queda, no pierdas más tiempo".
...
Los forrajes se esparcieron.
Pabulum iba delante con un cigarro en la boca.
"Cap', ¿crees que alguien mató a todos nuestros hombres o que esos idiotas se emborracharon y fueron devorados por el fuego?"
Ignis miró a los muertos y sacudió la cabeza.
"Alguien los mató pero aquí no hay nadie..."
Luego, sus ojos se fijaron en la estructura gigante que estaba justo al lado de las entradas del pozo.
"Ese árbol, podría valer algo. Nunca he visto nada parecido".
Pabulum asintió mientras lo miraba también, "Qué corteza tan gruesa, y también parece tener cara de mujer, Rubububu, para pensar que un árbol así podría existir".
.
Los hombres no estaban equivocados en sus pensamientos.
Después de todo, había un pequeño manglar de unos pocos árboles en el centro de la isla, mientras que el resto estaba reducido a cenizas.
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"Camino al poder"
Hayran KurguOpciones. Cruce. Oportunidades. Sumergido en un mundo roto gobernado por los fuertes, Damien debe decidir cómo procederá su nueva vida. Navegando a través de conflictos y alianzas, su viaje se entrelaza con los destinos de figuras y reinos poderosos...
