𝐌𝐢 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐃𝐢𝐨𝐬. [𝐂𝐚𝐭𝐍𝐚𝐩 𝐲 𝐓ú]

𝟏. Ú𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥.

Capítulo Uno;- "Eres especial".

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A pesar de ser nueva en la empresa, en poco tiempo, lograste caerle bien a las criaturas que creaban en los laboratorios, pues ese era tu trabajo, vigilar a las Smiling Criatures, y no solo eso, checar y dar nuevos reportes sobre una criatura en especial; CatNap, la cual, al parecer, era mudo, o eso decía sus anteriores cuidadores.

El trabajo no parecía complicado, al menos eso creías, a pesar de su gran tamaño y apariencia "aterradora", intentabas no ser hostil, esperando un comportamiento recíproco por parte de este.

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—¿Entonces?— habló tu jefe, mientras fumaba un porro, mirando hacia los ventanales, sentado en su silla movible.—Los reportes.

—¡Cierto! Eh, bien...Tomelos.— se los entregaste.—En resumen...Smiling Creatures tienen un comportamiento dócil y sumiso, son capaces de comprender y adaptarse fácilmente, no ha habido problemas con ellos, al contrario, incluso llegando a ser bastante serviciales.—Dijiste, con algo de nervios.—Y bueno...

—¿Y bueno?— imitó el superior, mirando el documento con algo de disgusto a causa de poca información en este.

—CatNap...Bueno, es muy callado, incluso más cuando me ve anotando cada cosa que hace, pero es lo contrario a las Smiling Criatures, fue hostil y muy silencioso con anteriores auxiliares en la sala de cuidados, únicamente responde con musiteos o bufidos, nada más que eso, no los tomo como respuestas a mis preguntas...pero siempre está nombrando al prototipo.— tomaste tus manos, nerviosa.

—¿Pero te responde, no? Eso es un avance.— el jefe se levantó, mirándote.—Bien, Nadia, al parecer, eres la primera que al menos saca algo de ese gato de mierda...Mientras tanto, intenta obtener mas cosas..incluso si son pequeñas respuestas.

—Si, señor.
el nombrado te entrego el documento físico, para que siguieras apuntando cosas, y te retiraste de su oficina, dirigiéndote a la sala de refrigerio.

Rápidamente tomaste tu respectiva comida, sentándote al lado de tu compañera de trabajo; Elizabeth.
Una mujer bastante amable, la cual también cuidaba a las Smiling Criatures. (S.C)

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—¿Cuál es tu favorito?— Elizabeth preguntó, comiendo una cucharada.—Ya sabes, de los S.C.

—No tengo favorito, a todos les quiero por igual.— respondiste, mirando el reloj.

—¿Y como te va con ese gato enorme? Me sorprende que no quiera matarte aún, ¿Te imaginas que un día nos Maten a todos? ¡Ja, ja! Me lo imaginé ayer.— dijo riéndose Elizabeth.

—Es confidencial, y segundo, ¡Estás mal de la cabeza, Eli! No juegues con la muerte, incluso a mí me da miedo.— dije, finalizando mi comida.—Bueno, tengo que dejarte...Tengo otro reporte con CatNap, ¡Cuídate!

—¡Cuídate, chica guapa!— se despidió la mujer, yéndose con su plato y el tuyo a la basurera, dirigiéndose a otro pasillo, pues ella tenía otros pendientes que hacer.

Mientras caminabas pensando en lo tuyo, ibas abriendo el documento físico de antemano para no tener que hacerlo luego, dirigiéndote a tus apuntes recientes sobre el gato morado, el estereotipo 1188; CatNap.

Rápidamente llegaste a la sala de cuidados, dirigiéndote a un pasillo más cerrado, en donde se encontraba CatNap, el cual parecía estar acostado como de costumbre en el suelo, a pesar de tener una colcha ajustable a su tamaño a su lado, en una esquina de la habitación en la que estaba.
Cómo todos los días, me senté frente a él, preparando el bolígrafo, el documento, y los botones de seguridad.

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—Experimento 1188, CatNap.— apretaste el botón de grabación.—¡Hola denuevo!— saludaste alegremente desde el otro lado de la ventana, con una sonrisa honesta.

El felino solo te miró nuevamente, sin responder.

—Veo que estás de mejor humor, ¿Cómo te sientes hoy?— preguntaste con los labios formando una risa, mientras tus ojos celestes miraban a las pupilas blancas deo felino de gran tamaño.

No respondió.

—Bueno, supongo que te sientes bien, no pasa nada, todos somos tímidos en algún momento! ¿Te gusta tu nuevo recipiente?— pregunté con una pizca de esperanza en recibir una respuesta.

No respondió, nuevamente.

—Hmn...Bueno, creo que muchas preguntas te están estresando, pronto viene tu recreo, nos vemos luego, CatNap!— me baje de mi asiento, no sin antes escuchar la voz de CatNap.

Pronunció con una voz áspera, gruesa y demandante, un inesperado: —"Adios, Nadia."—

Su voz nuevamente me dió escalofríos, pero antes de que pasara por mi mente en desaparecer, lo apunté rápidamente en mi documento, para voltear y sonreírle cálidamente, pero este ya estaba volteado, esperando algo.

Con un entusiasmo por los aires, al haber conseguido una palabra nueva de Cat, me fui hacia el pasillo de los S.C, mientras apuntaba ciertos diálogos.

Mientras caminaba, me choque con alguien que al parecer era un científico, por su ropa.

—¡Perdón! Estaba atenta a otras cosas.— me disculpe, mirándole nerviosa.

—No pasa nada, sigue tu camino.— dijo aquella voz masculina, al ver que todo su papeleo cayó al piso, y algunos papeles decian "Pruebas a.." sin poder leer mas. Repentinamente el hombre recogió sus cosas de manera suave, yéndose.

No me dio tiempo de ver su rostro, pero vi su nombre, el cual salía en una insignia, a la derecha de su manga; Ryan Magne.

Me quedé estática un momento, pero no lo pensé mucho.

Sin más tardar, llegué a la mini escuela, un lugar bastante amistoso a mi parecer, por las profesoras, y alumnos.

—¿Hola?— abrí las puertas, viendo cómo no había nadie.—¿Hmnn?

Rápidamente Elizabeth apareció detrás mío, asustando a mi persona.

—¡Boo! ¿Buscas a tus críos? Están con Miss Delight, estarán ocupados unas 3 horas, así que...ve al recreo de las criaturas grandes, el jefe me dijo que te avisara, yo me quedo por acá viendo el progreso de las criaturas, y te lo paso para que el jefe no te regañe.—Me guiñó un ojos, sonriendo.

—¡Joder! Bueno, gracias por avisarme...

—Ahora tendrás que dar todo el recorrido de nuevo, salir de los pasillos, irte al ascensor, bajar por la sala de  cafetería, y bajar al recreo subterráneo de las criaturas grandes. Pero no pasa nada, así que bajas de peso un poco!

—No te jode....—Ladeé la cabeza.—Bueno, me largo entonces, adiós!

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