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Jungwon soltó un suspiro impaciente, llevaba más de ocho minutos esperando a una pareja a que le ordenarán que helado comprarían, le habían dicho que menta, después chocolate, luego fresa y todas las anteriores le cancelaban justo cuando echaría la primera bolita en el vaso.
El casi nunca perdía la paciencia pero este día tenía muchas cosas que hacer y no quería quedar mal en nada, por ello estaba muy presionado y quería hacer las cosas bien.
Lo cual estaba mal.
Al fin de dos minutos la pareja se decidió por el sabor de ambos helados y aún con su impaciencia y estrés siempre daba una impresión buena, como el chico alegre del pueblo.
Después de unas horas ya iba camino a la iglesia pues después de un día pesado vería a sus niños y rogaba para que el nuevo sacerdote llegara, ya extrañaba cantar. También pedía que ese nuevo sacerdote no fuera un amargado y gruñón que no le dejara cantar.
Hizo un puchero mientras abrazaba su libro y la pequeña biblia en sus brazos, miraba el suelo como si fuera la cosa más interesante en ese hermoso pueblo
—Lindo Won!~ .-escucho una voz chillona y tierna gritar, giro su cabeza a aquella dirección y sonrió al ver al pequeño Ren.
—Hola pequeño! ¿caminaste hasta acá solo? .-acaricio los cabellos del pequeño mientras le veía preocupado
—oh no, mi mami esta dentro de la iglesia .-apunto al lugar mencionado y Jungwon asintió —ya conocí al nuevo sacerdote Sunghoon.
—oh...¿ya ha llegado? .-preguntó claramente sorprendido
—sip .-respondio el pequeño mientras daba saltitos caminando —es muy joven y tierno! Dijo que nos haría una fiesta para conocer a todos mis amiguitos que vienen .-asintio seguro a sus palabras —oh me llama mamá, nos vemos en un ratito lindo won
Abrazo al mayor antes de irse y Jungwon soltó una risa nasal para después sonreír. Suspiro y al estar frente a la puerta de la iglesia hizo una reverencia y así seguir su camino al pequeño salir que asignaron para dar el catequismo.
El salón no era tan grande solo era lo necesario para que 20 o menos niños cupieran cómodamente en este, sus butacas eran de blanco completamente así como el escritorio de Jungwon.
Dejo la biblia y el libro sobre el escritorio mientras se sentaba en la silla, hoy no tenía planeado hacer mucho solo quería platicar con los pequeños para saber si todo estaba bien con ellos y si algo estaba mal ayudarles.
Recuerda una vez que un pequeño fue llorando a pedirle que lo abrazara, Jungwon había pensado que le habían hecho algo malo ya que este le decía que su mamá era mala y que no la quería. Motivo por el cual le había dado una nalgada ya que el niño no podía resolver unos problemas de matemáticas de su escuela, Jungwon le tranquilizó durante una hora y después le ayudó y explicó a detalle aquellos problemas. Cuando el pequeño se graduó de la escuela Jungwon se sintió muy orgulloso y más porque en aquellos problemas era el mejor resolviendolos.
—se puede? .-una voz algo grave le saco de sus recuerdos, era un hombre alto, cabello negro, piel pálida y por cierto....muy guapo, muy atractivo
Bajo su mirada y le vio de pies a cabeza sin disimular. Él hombre vestía unos pantalones de vestir blancos casi ajustados, una playera negra y al ver su cuello se maldijo internamente.
Aquel hombre tenía un Alzacuello.
Era el padre.
¿Qué debía hacer ahora? Se había casi saboreado al sacerdote nuevo. ¿Eso era pecado? ¿Había pecado?
Pero dios, fue algo que no pudo controlar y es que Jungwon no era así pero al ver aquel hombre...al padre le hizo que quedara bobo.
—eh? Ah... si .-aclaro un poco su voz y se levantó de la silla para dar algunos pasos a donde estaba el sacerdote
—Me avisaron que el catequista había llegado y quise conocerle, ya algunos niños me han dicho que su gatito era un amor de persona...pero no se de que gatito hablan .-solto una pequeña risa tímida
—Y-yo soy el g-gatito .-sintio sus mejillas arder
—esos niños te aman sin duda .-sonrio y hizo una reverencia con su cabeza —Soy el nuevo sacerdote, Park Sunghoon, pero dime Sunghoon, es un placer estar acá
Sunghoon...hasta su nombre es lindo. Pensó Jungwon
—Yang Jungwon, es un gusto conocerlo por fin .-hizo una reverencia y al enderezarse junto sus manos elevando su cabeza un poco para después bajarla y volver a ver al sacerdote —escuche que quiere hacer un convivió con mis niños
—es cierto .-asinto suave con su cabeza mientras metía sus manos a los bolsillos —Quiero conocer a los pequeños que están interesados en nuestro Señor, me gusta platicar con ellos y enseñarles un poco más sobre lo que me hubiese gustado escuchar yo
Jungwon asintió a las palabras de este y camino de nuevo a su escritorio ahí abrió el libro y vio el horario de las sesiones que tenía en la iglesia.
—uhm los niños están más disponibles el viernes...padre .-balbuceó aquello último, sentía un poco extraño llamar de aquella manera al chico, por qué si, se veía muy joven
—entonces el viernes será, yo organizare todo y un día antes me reúno contigo para platicar lo que haremos
—e-esta bien .-¿Por qué estaba tartamudeando? Si solo estaban platicando la primera actividad que harían con los niños
—es todo lo que tenia que decirte hijo
¿Hijo? Ah si que realmente sentía muy extraño eso, pensó que el nuevo sacerdote sería como los demás, con edad pasada de los 50. Pero no, este era mucho más joven de lo que llegaba a pensar
Y guapo ¿como podría ser un sacerdote tan joven y guapo?
Jungwon de que estas hablando, es Sunghoon el sacerdote del pueblo, ten más respeto por favor. Se dijo a sí mismo
Pero... era imposible sacar aquellos pensamientos sinceros.
El sacerdote era guapo.
Yang Jungwon...¿no es pecado pensar de aquella manera del padre?
Pff...claro que no, cierto?
Lo era?
Claro que no!! No estaba pensando nada del otro mundo. Aparte no está mal que este diciendo la verdad, Sunghoon era guapo y sabía que no solo él lo pensaba.
