Capítulo 51

2.1K 82 15
                                    

Thiago

5 meses más tarde...

Me desperté pronto para ir a hacer unos recados con Jessica y Grace. Les pedí su ayuda y aceptaron al instante. Dejé a mi hermana durmiendo con Daniela y me fui sin hacer ruido. Para cuando volviera seguirán dormidas.

Quedé con ellas en el centro comercial, nos reunimos los tres y nos sentamos en un bar para tomar un café antes de recorrernos todas las tiendas. Seguramente, no sería difícil encontrar lo que veníamos a comprar porque ya tenía una idea en mi cabeza.

Mientras entrabamos en la joyería, les fui contando a mis amigas la idea que tenía en mente. Miramos todas las joyas que había en todos los escaparates hasta que encontramos uno que a los tres nos gustó y estuvimos de acuerdo.

Una chica se acercó a nosotros y nos preguntó si necesitábamos ayuda. Yo negué con la cabeza, pero Jessica se adelantó y le pidió a la chica si nos podía enseñar el anillo.

—¿Es para ti?—me preguntó y asentí—¿Vas a pedirle casamiento a una chica muy afortunada?

—En teoría, esa es mi idea—le respondí

La dependienta me mostró el anillo que tenía una preciosa piedra de zafiro azul. No tuve que pensarlo mucho, en el instante en que me lo enseñó supe que quería ese.

—Quiero ese anillo

—¿Está seguro? Es caro, hay otros más baratos

—No se preocupe. Tengo el dinero suficiente como para poder comprar toda la tienda

Me guardó el anillo en una cajita pequeña, pero antes le pedí que grabará un pequeño mensaje en el interior.

—Esa chica debe de ser muy afortunada—me dijo entregándome la cajita

—Sí. Un chico tan guapo y talentoso como yo, no lo puede encontrar en cualquier lado—sonreí y Jessica me dio con su codo en el estómago

—Quiere decir que se siente muy afortunado de estar con ella—le explicó Jess

La chica me entregó el anillo y salimos de la tienda. Mientras volvíamos a nuestras casas, le reproché a mi amiga la acción que había tenido en mi contra.

—¿Por qué me has dado un codazo?

—Porque tienes el ego muy subido y sería algo que hubiera hecho tu novia

Refunfuñar y me crucé de brazos. Me despedí de ellas y volví a mi casa. Las chicas seguían dormidas, así que guardé la cajita con el anillo dentro en un lugar que Daniela no pudiera encontrarlo. Después me fui a la cocina y empecé a buscar todos los ingredientes para hacer unas crepes.

Cuando comenzó a amanecer subí a la habitación para despertarlas. Las dos se veían preciosas durmiendo plácidamente y tenían rasgos parecidos. Me senté en el lado vacío de la cama y le aparté el pelo de la cara a Daniela y le pasé mis dedos por su brazo para qué se despertará.

Terminó por ceder y fue abriendo los ojos poco a poco. Los rayos del sol me daban en la espalda y en el rostro. Me esbozó una sonrisa y se quedó tumbada boca arriba mientras me analizaba con cada movimiento de sus ojos azules.

—Tus ojos son preciosos bajo al sol

—No tanto como tu sonrisa

Justamente con mi comentario se le escapó una sonrisa y una corriente eléctrica llegó a mi corazón. Se acomodó en la cama y le acaricié la rodilla creando círculos. Después se acercó a mí y apoyó su cabeza en mi regazo.

—Te quiero, Thiago

—Yo también me quiero

Soltó una carcajada por mi contestación y agarró un cojín que tenía al lado y me dio con él en la cara. Me aparté el obstáculo que no me dejaba mirarla a los ojos y me saco la lengua.

Corazones en llamas ©Where stories live. Discover now