XL. Necesito un electroencefalograma

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He sido profanada,
o eso se dice
cuando llevas marcas
de manos
en tu espalda.

Lo sentí demasiado real,
el dolor de la presión,
su aura siniestra
y su fuerza descomunal.

Aún tengo sus huellas
en mi cuello,
fue un pensamiento
tan atroz,
que estoy de bajón.

Me arrancó
cada una de mis escamas,
mientras se relamía
y toda su presencia,
me recordó a su mirada.

Quizá esté alucinando
solo fue una pesadilla
que me quitó el sueño
y enrojeció mis mejillas.

Solo quería llorar,
¿en serio es tan dañino?
¿Cómo lo soportan,
cómo sobreviven a ello,
cómo son capaces
de seguir sonriendo?

Admiro a esas personas
que se levantan
aunque brazos
la retengan en la cama.

Sollozo por aquellas
que alegran y mejoran la vida
de los demás,
cuando son las primeras
en llegar a sus casas
y esconderse en los rincones
oscuros de sus paredes aislantes.

Aún recuerdo su voz
retumbando como eco
paralizando mi cuerpo,
erizando mi vello
y provocando lágrimas
en mi rostro.

¿De qué lo conozco?
¿Por qué cuando cierro los ojos
su porte altivo
aún me cierra la boca
y me hace tragar bichos?

¿Por qué me siento sucia
como si me hubiese tirado
al barro
rompiendo mi ropa
y manchando mi piel?

¿Qué era aquello
que tanto le hacía enloquecer
para tener
que convertirse en un pirata
y robar toda la plata
escondida
en lo más profundo de mi ser?

Aún tengo parte de su gen
debajo de las uñas
y por más que lave
con lejía
o me corte los dedos
y me los remplace
por unos nuevos,
el hedor lo sigo sintiendo
en mis carnes.

Por más que trate
de entender el mensaje,
de armar los puzzles
indescifrables,
de buscar los claveles
y piense en mil maneras
de entenderte,
no lo consigo
y solo tropiezo
con la misma piedra.

Rompiste el candado
y lo lanzaste al lago,
tiraste por la borda
mi corazón fracturado,
elevaste el ancla
y sacaste mis pocos pedazos.

¿Cómo recompongo
mis pulmones rotos,
tocados y lastimados?
¿Cómo hago para juntar
mis alveolos,
mis riñones
y lágrimas cristalinas?

Abriste mis costillas,
despedazaste mi caja torácica,
no te importó si lloraba,
seguiste con lo tuyo
como un mono de feria
bruto, quebrando su comida.

¿Cómo hago para que llegue
mi riego al cerebro,
mis neuronas se conecten
y tú saltes por mis oídos
como una válvula de escape?

Sal de mi cabeza,
de mis venas,
de mi sangre,
sal y huye con la llave,
no le digas a nadie
que tengo miedo...
de volver a soñarte.

•••
En alguna parte leí
que cuando recuerdas un sueño
o pesadilla
es porque debes estar atento
ya que algo
quiere transmitirte
tu subconsciente
solo que no se atreve
a decírtelo con palabras reales...
•••

— Janny.

Palabras humeantes Where stories live. Discover now