15 El mensaje

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Denki no dijo nada más, le preocupo que Bakugo se llegue a enterar de la interacción que tiene su omega con este nuevo alfa, además que mencionó que estaba interesado en un omega, y ¿si ese omega era Izuku?, todos los esfuerzos que han hecho para ayudar a su amigo se vendrían a bajo.

-¿Irán al baile de navidad? – preguntó Shoto

-Probablemente sí vayamos. ¿Y ustedes? - respondió Hitoshi.

-Ochaco ya me amenazo con arrastrarme a varios centros comerciales a buscar su vestido. – comentó Shoto.

-Si pero también iran los demas, así que no te puedes quejar Sho – ataco Ochaco, Los demás se rieron del comentario de Ochaco.

Mirio no encontró a Izuku en la biblioteca, así que decidió buscarlo en los lugares que solía frecuentar hasta llegar a los casilleros.

Lo vio parado frente a su casillero, se veía extraño, y su aroma, su aroma estaba cargado de miedo, miro a todos lados, pero no había nadie en ese momento más que él, no espero más y corrió a donde estaba llamándolo por su nombre, pero no respondía estaba totalmente estático.

-¡Izuku!, ¡Izuku! – Mirio llego a donde estaba el omega pero no reaccionaba tenía la mirada perdida y sus manos se encerraban en una hoja de papel.

El corazón de Mirio se encogió al ver a Izuku en ese estado. Se acercó con cuidado, tratando de no asustarlo aún más.

- Izuku, ¿estás bien? - preguntó Mirio con voz suave, puso sus manos sobre los hombros del omega, colocándose a su altura.

Izuku parpadeó varias veces, como si estuviera volviendo en sí mismo, y finalmente levantó la mirada para encontrarse con los ojos preocupados de Mirio.

- M-Mirio... - murmuró, su voz temblorosa.

- Tranquilo, estoy contigo. ¿Qué sucede? - preguntó Mirio, tratando de calmarlo.

Izuku titubeó por un momento antes de abrir la mano que sostenía la hoja de papel y mostrársela a Mirio. En ella había una nota escrita con letras grandes y torpes:

"Te observo, Midoriya, aún tenemos algo pendiente. Pronto volveré por ti."

- Izuku... - murmuró Mirio tratando de mantener a raya el coraje que sentía en ese momento. - Esto es serio. Necesitas decirme todo lo que sabes sobre esta nota. ¿Quién te la entregó? ¿Alguna pista sobre quién podría ser?

Izuku tragó saliva, su mirada aún llena de miedo

- Fue... fue dejada en mi casillero, antes de que llegara. No... no vi quién la dejó. Y no hay nada más... - susurró, temblando ligeramente.

Mirio abrazo al omega dejo salir su aroma para darle confort, aunque no estaba seguro si funcionaria, pues no era su omega, pero su Alfa lo había reconocido como su hermano.

-Tranquilo pequeño, estoy aquí, primero que haremos es informar a las autoridades de la universidad. Esta amenaza no debe tomarse a la ligera. Y no te preocupes, estaré contigo en cada paso del camino. Te protegeré, Izuku. Ningún daño llegará a ti mientras esté aquí.

Izuku se aferró a él, quería a su alfa, quería que Kacchan estuviera en el lugar de Mirio, pero él le pidió distancia no podía simplemente correr a sus brazos.

-Gracias, Mirio... -susurró Izuku, mientras intentaba tranquilizarse

Cuando Mirio logro tranquilizar a Izuku lo tomo de la mano, pero Izuku se aferró a su brazo, Mirio no dijo nada y así lo guio hasta llegar a las autoridades de la universidad para entregar la nota de la amenaza, y como Izuku ya había tenido el ataque en su contra no dudaron en creerle, comenzarían a investigar más, se les notificaría a sus padres, y la vigilancia alrededor de la facultad psicología.

Mirio como su hermano sobreprotector no se despegó de él, desde ese día era como un chicle pegado, iba por el a su dormitorio, lo acompañaba a todas sus clases y lo esperaba cuando terminaban.

Quienes no sabían el motivo por la que él Alfa se comportaba así con Izuku pensaba que ellos eran pareja.

Finalmente se dio el fin de semana donde buscarían los atuendos para el baile, se reunieron en el centro comercial, Izuku parecía mucho más tranquilo con sus amigos cerca y también Mirio, aunque aún no tenía el brillo de antes, se veía mucho mejor.

Los omegas se la pasaron dentro de las tiendas de vestidos y trajes buscando el mejor atuendo para el baile mientras que los Alfas estaban resignados a seguirlos a donde ellos querían.

Ninguno notó dos sucesos en ese momento, un par de ojos escondidos entre las sombras observaba la interacción del peliverde y sus acompañantes.

Y otro par de ojos rubies, vio a la distancia como su omega, estaba feliz caminando a lado de ese Alfa Rubio, supuso que era un Alfa por la complexión que tenía, vio como Izuku le pasaba las bolsas de compras y este no se quejaba en llevarlas.

-¿Bakugo? – llamó su amigo Kirishima con quien había ido a buscar un traje para el baile - ¿Qué pasa?,- al ver que no le respondía miró a donde estaba la mirada de su amigo y lo comprendió

-Vamos, Kats – Eijiro lo jalo para que comenzara a caminar.

El Alfa siguió observando a Izuku con una mezcla de emociones en su rostro. Por un lado, estaba feliz de ver a Izuku recuperándose y disfrutando con alguien más, pero, por otro lado, sentía una punzada de celos al verlo tan cercano a otro Alfa. ¿Acaso lo olvido tan pronto?

- ¿De verdad me ha cambiado? – pregunto en un susurro que alcanzo a escuchar claramente Eijiro.

- Kats, las personas cambian. A veces, eso significa que se alejan de nosotros o que encuentran nuevas conexiones. Pero eso no significa que hayan olvidado todo. Izuku aún te valora, eso es seguro, se ve feliz pero tu deberías conocerlo mejor que nadie.

- Lo sé. Solo... me cuesta aceptarlo, además, ¿Cómo le mostrare que estoy cambiando?, ¿Cómo lo voy a recuperar si cada día que pasa siento que lo pierdo más?

- Creo que debes hablar con él, acercarte para saber cómo ha estado, sin presionarlo, y ganarte poco a poco nuevamente su confianza – aconsejo al tiempo que lo sacaba de aquel centro comercial.

Dias después, Bakugo estaba perdido en sus pensamientos, iba saliendo del entrenamiento de natación, realmente no estaba consciente de a donde se dirigía, en un momento escucho unas voces, no solía escuchar conversaciones ajenas pero la mención de Izuku lo hizo detenerse.

- ¿Cómo es posible?, primero estaba con Bakugo y ahora Togata?, es inaceptable, ¿Qué le ven a ese omega? – comento una omega que se sentía ofendida

-Yo creo que exageras, Midoriya es un omega hermoso, el problema es que desde un tiempo para acá se volvió inseguro, pero cuando recién había entrado a la universidad era un chico muy sociable y carismático. Tal vez Togata lo ayuda a recuperar su confianza en sí mismo, además, es un Alfa amable y atento. No veo por qué debería ser un problema que estén juntos.

-¡Claro que es un problema! – reaccionó la otra – ¿No vez que se está quedando con los mejores Alfas del campus?

Su amiga suspiro – Yo no le veo nada de malo, por lo que se de los rumores Midoriya estuvo en grave peligro, no sé bien que paso, pero ¿recuerdas los rumores de un omega que fue atacado?

-¿Fue Midoriya? – preguntó sorprendida

-Eso escuche además se dice que los culpables ya fueron enjuiciados y eran estudiantes de la U.A. aunque no se sus nombres

Bakugo no quiso seguir escuchando al par de omegas, sentía un nudo en su garganta, darse cuenta de todo el daño que había causado le dolía, pero quería enmendarlo, pero aun no sabia como, su terapeuta le había dicho que primero debe perdonarse a si mismo antes de poder avanzar con Izuku, ¿Pero cómo podría perdonarse cuando fue un idiota con él?, avanzo con más prisa necesitaba salir de ahí antes de que alguien lo viera, llego a una zona común donde habían varias bancas y se sentó en una que estaba vacía y nuevamente se puso a llorar, a estas alturas ya no le importaba que alguien más lo viera, él ya no era el Bakugo que conocieron hace un tiempo.


¿Una Ultima Oportunidad? (omegaverse)Where stories live. Discover now