XIX. Futuro

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La mañana se filtraba por las cortinas entreabiertas, bañando la habitación con una luz suave y tranquilizadora. Jin se despertó lentamente, sintiendo el cálido abrazo de las sábanas que lo envolvían. Con un suspiro, se incorporó y se deslizó fuera de la cama, listo para enfrentar un nuevo día.

Decidido a buscar a Jungkook, se dirigió al gimnasio donde sabía que encontraría al líder de la mafia coreana. Al llegar, vio a Jungkook junto a Jimin, concentrados en sus ejercicios. Se detuvo un momento, observándolos en silencio, antes de acercarse.

-¿Cómo han estado las cosas desde que Jin regreso?- pregunto Jimin levantando una pesa del suelo.

-En lo que cabe va bien, ambos nos esforzamos en qué funcione.

-Kook, piénsalo bien. Lo de Jisoo no se puede repetir y menos como están las cosas ahora. Acabamos con el jefe de los escoceses vendrán a vengarse tarde o temprano. No es tiempo de amar a nadie.

-Lo se, Jimin.- dijo dejando los abdominales de lado parándose a beber a agua- Tal vez enamorarme de nuevo no sea la mejor opción.

-Ese es el Kook del que hablo, - Jin limpio la lágrima de su mejilla

-Es solo que no creo que sea posible. Lo que siento por Jin a avanzando mucho yx no creo que haya vuelta atrás- el pelimorado sonrió al escucharlo decir eso decidiendo poner fin a su escondite y salir.

- Buenos días, chicos -saludó Jin con una sonrisa, tratando de ocultar los sentimientos encontrados que revoloteaban en su interior.

Jimin levantó la vista y le devolvió el saludo con una sonrisa forzada. Sin embargo, sus ojos reflejaban preocupación y tensión.

- Buenos días, Jin -respondió Jimin, aunque su voz sonaba menos animada de lo habitual.

Jungkook se detuvo en su ejercicio y miró a Jin con curiosidad, notando la expresión indecisa en su rostro.

- ¿Qué pasa, Jin? ¿Estás bien? -preguntó Jungkook, notando la preocupación en la mirada de su esposo.

Jin vaciló por un momento, sintiendo la necesidad de abrir su corazón y compartir sus pensamientos con Jungkook. Sin embargo, la presencia de Jimin lo hizo dudar, preguntándose si era el momento adecuado para abordar un tema tan delicado.

- Estoy bien, gracias -respondió Jin con una sonrisa tensa, desviando la mirada hacia el suelo.

Jimin intercambió una mirada significativa con Jungkook, antes de volver a concentrarse en su ejercicio. Sabía que había algo más en la mente de Jin, pero por el momento decidió no presionarlo.

Jungkook notó la incomodidad de Jin y decidió abordar el tema más tarde, cuando estuvieran a solas. Por ahora, simplemente asintió y continuó con su rutina de ejercicios, manteniendo un ojo en Jin mientras trabajaba con las pesas.

En medio del tintineo metálico de las pesas y el suave murmullo de la música de fondo, Jin se sumió en sus pensamientos, preguntándose cómo abordarían el futuro que se extendía ante ellos, lleno de incertidumbre y posibilidades.

-Creo que es hora de irme,- hablo Jimin al limpiarse el sudor y ver a los esposos en un aura incómoda, bueno al menos por parte de Jin.

Con la partida de Jimin, la atmósfera en el gimnasio pareció cambiar sutilmente. Un silencio tenso llenó el aire, cargado de expectativas no expresadas y emociones latentes. Jin y Jungkook intercambiaron una mirada significativa, ambos conscientes de que era hora de abordar la conversación que habían estado posponiendo durante demasiado tiempo.

- Supongo que es hora de hablar -murmuró Jin, rompiendo el silencio que había caído sobre ellos.

Jungkook asintió en silencio, sus ojos oscuros reflejaban una mezcla de determinación y preocupación.

- Sí, creo que es necesario -respondió Jungkook, su voz grave resonando en el tranquilo espacio del gimnasio.

Ambos se miraron durante un momento, compartiendo un silencioso entendimiento. Sabían que había llegado el momento de enfrentar la verdad, de abordar las complicaciones y las incertidumbres que rodeaban su relación.

Con un suspiro, Jin se acercó a Jungkook, buscando la cercanía y la conexión que siempre habían compartido.

- No sé qué nos depara el futuro, Jungkook, pero sé que no quiero seguir evitando esta conversación -dijo Jin con sinceridad, su voz temblando ligeramente por la emoción que lo embargaba.

Jungkook asintió, su expresión seria pero decidida.

- Yo tampoco quiero seguir evitándola, Jin -respondió Jungkook, su voz suave pero firme-. Sabes que siempre he valorado nuestra relación, aunque haya sido complicada al principio.

Jin asintió, sintiendo un nudo en la garganta al recordar todos los desafíos y obstáculos que habían enfrentado juntos.

- Lo sé, Jungkook. Y yo también valoro lo que tenemos, a pesar de todo -admitió Jin, su voz cargada de emoción.

Los dos se miraron a los ojos, compartiendo un momento de complicidad y conexión profunda. A pesar de las dificultades y las dudas que habían enfrentado, seguían unidos por un lazo indestructible, forjado a través del tiempo y las pruebas.

- Entonces, ¿qué hacemos ahora? -preguntó Jin, buscando orientación en los ojos de su esposo.

Jungkook tomó una profunda inspiración, su mirada intensa y determinada.

- Creo que es hora de dejar de lado el pasado y mirar hacia el futuro juntos, Jin -respondió Jungkook, su voz resonando con confianza y convicción-. No sé qué nos depara el destino, pero es momento de dejar el pasado.

Jin asintió lentamente, sintiendo una oleada de esperanza y renovada determinación inundar su corazón. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero también sabía que mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Con un gesto de entendimiento mutuo, se abrazaron con fuerza, compartiendo un momento de reconciliación y renovación de su compromiso el uno con el otro. En ese momento, supieron que juntos podrían enfrentar cualquier adversidad y construir un futuro más brillante y prometedor para ellos y para su familia.

El sonido de la risa alegre de Jennie llenó la habitación, rompiendo el momento íntimo entre Jin y Jungkook con una dulzura inesperada. Ambos se separaron lentamente, sus ojos aún brillando con la emoción compartida de su conexión renovada. Al mirar hacia donde provenía la risa, vieron a Jennie parada en la puerta, sus ojos brillaban con inocencia y su sonrisa iluminaba su rostro.

-Papás-, pronunció Jennie con una voz suave pero llena de emoción, su pequeña mano extendida hacia ellos en un gesto de afecto y cariño.

Jin y Jungkook intercambiaron una mirada llena de sorpresa y ternura ante el simple pero significativo gesto de la niña.

Jungkook no pudo evitar sentirse conmovido por la inocencia y la pureza en la voz de Jennie, aunque su expresión permaneció impasible. Por dentro, sin embargo, su corazón se llenó de alegría y gratitud al escuchar a su hija llamarlos "papás" una vez más.

Jin se acercó a Jennie con una sonrisa cálida, extendiendo sus brazos para abrazarla con ternura. Podía sentir el latido de su corazón acelerándose con la emoción de ser reconocido como el padre de la pequeña.

-¡Hola, cariño!-, dijo Jin con voz suave, su corazón lleno de amor y gratitud. -¿Cómo estás hoy?

Jennie respondió con una risa alegre, sus ojos brillando con felicidad al ver a su padre acercarse. Con un gesto juguetón, extendió sus brazos hacia Jin, buscando el consuelo y el afecto que encontró en él.

Jungkook observó la escena con una mezcla de orgullo y gratitud en su corazón. Aunque su expresión seguía siendo seria y controlada, en su interior se sentía abrumado por la felicidad de ver a su hija feliz y saludable, y por la fortaleza de la familia que habían construido juntos.

En ese momento, Jin y Jungkook supieron que, podrían superar cualquier adversidad y construir un futuro brillante y prometedor juntos.

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