Capítulo 10

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Say to me, Germany —comenzaba a decir el angloparlante —do you like boats?

"Dime, Alemania ¿te gustan los barcos?"

Argentina chasqueó la lengua, no es como que no supiera hablar inglés, pero ya tanta combinación de idiomas lo mareaba.

Oh yeah, I think they're cool, how are they supposed to float in the middle of the sea without a problem?  It's just amazing.

"Oh, si, creo que son geniales, ¿como se supone que pueden flotar en medio del mar sin problema? es simplemente asombroso"

UK reía levemente mientras los tres comían tranquilos. El argentino ya se veía venir lo que estaba por contar el británico y no tenía ganas de volver a oírlo.

Era divertido almorzar juntos debía admitirlo, poder hablar de decenas de cosas sin sentido sin preocuparse por nada mas. Se dijo que no era tan malo eso, porque después tendrían que viajar a Europa y las preocupaciones aparecerian para amargarles la existencia.

—En español, por favor —fue lo que se limitó a decir.

—Yo soy un completo experto en el tema, ¿Sabías?

—¿En serio? —La cara del pequeño Aleman se iluminó.

—Por supuesto, hubo una época donde me la pasaba viajando en barcos yo solo, sin nadie más —comenzó a contar el británico —una vez...

—No se lo vas a contar —aseveró Argentina mirandolo muy seriamente. Pero UK solo lo miró de reojo con burla.

—Una vez viajé con una colonia española bastante preguntona —continuó —creo que eso es lo más destacable de mis solitarios viajes.

Alemania lo escuchaba con atención esperando que el británico siguiera contando. Le gustaban esas historias donde todos contaban cosas que pasaron hace muchisimo tiempo.

—La colonia esa se metió por error, no es como si hubiera querido a toda costa meterse a tu barco, que por cierto era robado —agregó el argentino.

—¿Tu también te sabes la historia? —preguntó el alemán.

—Mas de las que me gustaría —respondió el contrario e hizo una mueca de desagrado.

Y claro, UK iba a continuar contando de no ser por el timbre sonando de la nada.

—¿Esperabas a alguien? —preguntó confundido.

—No... —dijo Argentina, y al instante se levantó para ver quien era.

Cruzó toda la cocina hasta el living y la pequeña sala donde estaba la puerta de entrada. Esperaba, con la poca confianza que le quedaba, que no sea el "control" mensual u otra vez tendria que hacer que UK saliera por la ventana como aquella vez hace un tiempo, nada bonito de recordar.

—¿Buenos Aires? —fue lo primero que dijo, sintiendo que su corazón volvía  entrar a su pecho —casi me matas de un susto.

El contrario simplemente rió incrédulo.

—¿Qué? ¿Por qué? Sabes que a veces vengo de la nada.

Era verdad, Buenos Aires a veces tenía la mala costumbre de aparecerse en cualquier momento y a cualquier hora. A veces para hacerle compañía porque sabía que estaba completamente solo, otras veces para ir a comer o pedirle ligeros favores, pocas veces iba a hablarle por un asunto verdaderamente serio de provincia a país.

—Sí, pero ahora estoy... algo ocupado.

—Bueno, esperaba que dijeras eso pero, en fin —había algo que el bonaerense se estaba preparando para decir y cuando lo dijo Argentina no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa —me echaron del laburo y ahora no tengo con que pagar el alquiler.

Aprendiendo a Contar Estrellas [C.H]Where stories live. Discover now