Capítulo 5

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Después de ocho horas de viaje llegamos a París, ya aquí son las nueve de la mañana por lo que en Nueva York deben ser las cuatro de la madrugada así que decido no llamar a mis padres hasta más tarde. Al salir del aeropuerto mi vista choca directamente con mi hermano apoyado en su coche y la emoción embarga todo mi cuerpo, dejo las maletas al lado de Riley y salgo corriendo hacia él como una niña pequeña.

—Te extrañé mucho, hermanito —digo mientras lo abrazo con todas mis fuerzas.

—Yo también, pequeñaja —me aprieta contra el.

—Siento interrumpir el momento de hermanos pero estoy agotada. Hola Adrien, me alegro de verte —ríe la rubia que acababa de llegar hasta nosotros con nuestras maletas.

—Si tienes razón, yo también estoy muy cansada —asiento.

—Bueno entonces vamos, yo también me alegro de verte Riley —responde mi hermano alisando su camisa que se había arrugado un poco por nuestro abrazo.

Después de guardar las maletas en la parte de atrás del auto, nos subimos y mi hermano se pierde en las calles de París hasta llegar a un edificio bastante grande.

—Hemos llegado, les presento el lugar que será su hogar durante estos dos meses —Riley y yo chillamos de emoción tal pareciera que el cansancio del viaje se hubiera esfumado.

Nos desmontamos del auto y entramos al lugar que parece ser la recepción del edificio.

—Buenos días, Robert —saluda mi hermano a un hombre de unos 40 años detrás de un mostrador.

—Buenos días, señor Adrien ¿Esa es su hermana? —pregunta señalándome.

—Si, está es mi hermana Alyssa y su amiga Riley las nuevas inquilinas del cuarto piso —nos presenta.

—Oh un gusto, señoritas —sonríe amablemente el señor Robert que intuyo es el portero.

—Igualmente señor —respondemos Riley y yo.

Después de eso mi hermano se despide y vamos hacia el ascensor hasta llegar al que será nuestro piso. Adrien saca unas llaves de su bolsillo y nos abre la puerta dejándonos pasar.

Al entrar pasamos por un pasillo hasta la sala y me quedo boquiabierta al verla. El piso es completamente de madera blanca, en el centro hay un sofá blanco con cojines entre verdes y blancos y dos asientos más, con una mesita de café en el centro y debajo de esto una alfombra de un verde pastel claro. Al fondo se encuentra una gran ventana que da hacia un balcón cubierta con cortinas de hilo blancas y en la pared derecha una TV gigante que queda al frente del sofá. Después de esto se ve una puerta que da hacia una cocina mediana que está adornada con colores claros y completamente equipada además de un pasillo que da hacia las habitaciones. Entre Riley y yo compartimos miradas entonces las dos salimos corriendo hacia el pasillo que da hacia las habitaciones.

Entro en la primera y me recibe una cama de matrimonio junto a ella dos mesitas de noche con lámparas pequeñas y un pequeño balcón que deja admirar las vistas de la ciudad. Logro divisar una puerta por el rabillo del ojo y cuando entro me encuentro un baño de losas blancas con una ducha y una tina. El segundo cuarto es igual al primero y al final del pasillo se encuentra un baño que supongo sea para los invitados ya que cada habitación tiene el suyo propio.

—Me ha encantado el apartamento —dice emocionada Riley a mi lado.

—A mi también rubia —hablo en el mismo tono emocionado.

—Que bueno que les halla gustado, trate que se acoplara a sus gustos y casualmente encontré uno en el mismo edificio donde vivo, así que cualquier cosa estoy en el piso de abajo —sonríe mi hermano a nuestras espaldas que viene acompañado de nuestras maletas —Y bueno¿Cuál es la habitación de cada cuál?.

Vacaciones en la ciudad del amor [EDITANDO]Where stories live. Discover now