3.-Loco

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—¿Pero sí está bien o nah? — preguntó Rin a unos metros de los cubos de basura.

Siendo sinceros, ella ya estaba lista para correr. Odiaría pisar una celda nuevamente, no era por miedo sino por lo aburrido que le resultaba estar ahí.

Los carceleros ya le tenían miedo porque la última vez llegó con pandilla supuestamente peligrosa, el líder era un tal Gangrena que se hizo su amigo solo por prestarle cinco pesos para una Hello Kittychelada. Al final salieron libres gracias a que Rin hizo uso de sus derechos y abogó por todos.

Definitivamente los verdaderos reales se consiguen en las peores situaciones.

—Creo que sí. Solo está inconciente — Murmuró Kakashi asomándose en el cubo donde Obito había caído. — Ayúdame a sacarlo y llevarlo a casa.

—Te falla chavalón. — fingió recibir una llamada. — Me llamó mi mami y me dijo que me espera a cenar. Bye. — Se excusó guardando su celular mientras daba pasos en retroceso para posteriormente correr y dejar solo a Kakashi.

El Hatake hizo una corta rabieta y luego miró al chico entre las bolsas de basura.
Definitivamente Kami-sama le daba sus peores batallas a los más jodidos guerreros.

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Las tres de la madrugada y Kakashi abrió los ojos alterado. Se frotó la cara para luego mirar a su alrededor en busca de algún desperfecto.

El sueño que tuvo con Obito y todos los sucesos que pasaron se sintieron tan reales. Pero joder, todo había sido una odisea que no era real.

—Esos brownies mágicos que me dió Guy hicieron un efecto potente. — Murmuró el Hatake saliendo de su cama.

Pero de alguna manera agradecía no tener a su crush ficticio en su realidad. ¿Cómo le explicaría ese suceso a su padre? Lo tomarían por lunático.

Inspeccionó las habitaciones hasta llegar a la cocina pues tenía la garganta seca. Su cuerpo extrañamente dolía, como si hubiera hecho mucho esfuerzo. La edad y las desveladas ya le estaban pasando factura apenas teniendo 21 años. Envidiaba a su papá que a sus 48 años estuviera en buena forma e hiciera más ejercicio que él.

Atribuía todo al brownie que se comió. Esta vez el efecto si que estuvo potente, debería de felicitar al chef.

Bebió un poco de agua y eso lo despejó un poco. No tenía sueño y aprovechando que era fin de semana optó por salir a caminar un rato.

De verdad su sueño de haber encontrado a Obito había sido muy realista. Pero al no ver nada fuera de lugar, más que la pizza fría y trastes tirados en la cocina, intuía que todo fueron alucinaciones.

Caminó hasta la tienda de conveniencia. Compró un par de cervezas y un bolillo para el susto; salió y se sentó en la banqueta donde su buen amigo el loquito de la cuadra descansaba plácidamente.

—¡Hola Pecas! — Saludó Kakashi. — Te tengo actualización de mi lore con Obito.

El Pecas, apodo del loquito fanático número uno del shipp KakaObi le dió toda la atención del mundo a Kakashi.

—Te voy a escuchar pero primero pasa las cervezas. — Acotó babeando por obtener la aclamada bebida.

La verdad es que el Pecas solo escuchaba a Kakashi porque le invitaba cervezas. Pero si un random llegaba y peleaba su puesto de ser el más fan del KakaObi se lo agarraría a golpes.

Nadie era más fan del shipp que él.
Su lema era:

Si el KakaObi habla, me callo.
Si el KakaObi opina, estoy de acuerdo.
Si el KakaObi llora, yo lloro.
Si el KakaObi falla, yo... imposible el KakaObi no falla.
Si el KakaObi tiene 100 fans, yo soy uno de ellos.
Si el KakaObi tiene 1 fan, soy ese fan.
Si el KakaObi no tiene fans, es porque me morí.
Si el mundo está en contra del KakaObi yo estoy en contra del mundo.

Definitivamente no había nadie más fan y que apoyaba las ideas esquizofrénicas de Kakashi que él. Deberían de darle un premio o una plancha de cervezas.

Kakashi y el Pecas se la pasaron bebiendo hasta el amanecer. Kakashi contando todo lo sucedido en su sueño y el Pecas inconciente por el alcohol.

—Gracias por tu amistad Pecas, también por escuchar mis teorías y todo eso. Para la siguiente te doy cinco pesos. — Espetó el Hatake abrazando al Pecas que ya estaba privado. — Nos vemos luego.

Kakashi se puso de pie y regresó a su casa con pasos tambaleantes. Fue una gran madrugada, pudo sacar todas sus ideas locas y bebió hasta casi dormir. El mejor plan, que se repita.

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—¡Kakashi! ¿¡Quieres explicarme por qué hay un tipo durmiendo en la bañera!?

Los gritos de Sakumo provocaron que Kakashi se despertara con una enorme jaqueca producto de la cruda.

—Ya no vuelvo a tomar. — Murmuró mientras salía de su habitación tambaleando. — ¿Qué sucede, papá?, ¿Por qué los gritos?

Sakumo lo tomó del brazo y lo guío hasta la cocina con mucha prisa.

—Explica que hacía ese tipo en la bañera. ¿Ahora metes a cosplayers a la casa? — Inquirió Sakumo con molestia.

Kakashi se quedó perplejo y en intervalos observaba a su padre molesto y a Obito desayunando cereal.

Espera, ¿¡Obito desayunando cereal en el comedor de su departamento!?
Seguro era otra alucinación pero esta vez por culpa del alcohol.

—Oye papá, pellizcame. Seguro es un sueño. — Pidió mientras estiraba el brazo en dirección a Sakumo. — No debí comer ese brownie y luego tomarme dos six de cervezas.

Sakumo cerró los ojos y contó hasta diez. Definitivamente Kakashi era un imbécil. Un día de estos lo mandaría al anexo o al psiquiatra.

—¡Hola! ¿Tú eres el loquito que tiene una habitación repleta de figuras mías, no? — Inquirió Obito, muy tranquilo luego de recuperarse tras caer de un tercer piso en un bote de basura.

—¿Me vas a explicar? — Insistió Sakumo de brazos cruzados.

Pero Kakashi no sabía qué decir. Todo lucía como algo surrealista. ¿Acaso había logrado ir a su realidad deseada? Sí, eso debería de ser. Bueno, ahora solamente tendría que decir su palabra de seguridad para regresar a su realidad y fin de tanto embrollo.

—Skibidi sigma ponmi digital fornite chamba free gigachad rizz omaigad floo xxxtentacion hotmail lionel ronaldo junior mewing tercer chikibay xocas etesech golden toy pupet ohayo Rubén tuesta Youtube pro insano globo de texto 51 decadencia 777. — Pronunció con rapidez cerrando los ojos con fuerza.

Kakashi tenía fé, fé en que todo fuera producto de sus alucinaciones o sueños locos. Pero no, todo era 100% real. No sabía si estar feliz o tener miedo.

¿Acaso esos audios subliminales para manifestar a tu husbando deseado sí habían tenido efecto? Si era así debería de ir a agradecer al creador y contarles a todos que había logrado traerlo a su realidad.

Abrió los ojos y se encontró con la misma escena, solo que esta vez su padre parecía estar decidido a mandarlo al psiquiatra y Obito seguía tragando cereal.

¿Qué debía de hacer? Realmente no estaba preparado para vivir una situación como esta a pesar de haberla imaginado todos los días.

Seguramente era un castigo divino por decir viva el diablo en semana santa.








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¡Hola!

Actualización épica antes de volver a clases y perderme por unos tres meses ajskakjsa.

A veces solo tienes que tener de amigo a un loquito, patrocinarle el vicio y seguir con tu vida.

Los tqm, gracias por leer :).

Fanático [KakaObi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora