Ryuren 1

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El joven guapo y mafioso Ryuren, se tomaba todo esto con calma por fuera. Pero por dentro tenía escondido la incertidumbre y la presión de tener que liderar a tantas personas, personas ajenas a su organización.

Para el si una persona no estaba bajo su mano, siguiendo lo que dice, consiguiendo que cumplan con su órdenes, significaba una persona que solo traería desorden y caos.

Ashia, la joven que había conocido hace poco, representaba en el esa sensación. Una sensación que no podía tenerla en sus manos, pero también que sentía que forzar ello, no traería beneficios.

Ella era eso, un beneficio momentaneo. Aunque dudaba de su historia de como ya sabía que todo esto pasaría, el decidió creer, y el fundamento de ello es que en este mundo habían surgido tanto como zombies como personas con poderes.

Ashia tenía conocimientos que quería aprovechar, ahora con los recursos que consiguió, la mano de obra, personas nuevas que puedan ayudar con sus poderes y más, se sentía en una posición más segura. Pero nunca bajaría la guardia.

Cuando vio Ashia ocultar su rostro detrás de una máscara delicada, supo que traería problemas. Mas al saber que ella ocultaba mas de lo que el creía.

Dejo dentro de si esa incertidumbre, de no manejar del todo a lo que le rodea, por ahora.

En la noche, su hermana se presentó y le pidió que le enseñará a Ashia a usar la katana que el había dicho a Richard que vaya a buscar en el depósito ilegal que tenía en ese shopping.

Dejo que Ashia pasara a su habitación pero el olor a sangre era tan fuerte que la obligó a bañarse.

Nunca había olido a alguien con un olor a sangre tan fuerte, aunque el mismo a veces terminaba así, no era consciente de su propio olor en ese momento. Pero nunca había visto a alguien que parecía bañado en sangre ¿Eso significa que se hirió en algún momento?

Cuando salió de bañarse no la observó, dejo que ella se acerque, pero al ver que no pasaba la invitó a sentarse cerca.

Cómo no iniciaba conversación el levanto el rostro, por un segundo su cabeza retumbó, sintiendo un mareo repentino.

La vista se aclaró diferente a antes, observando en detalle una sensación nueva que provoco el verla.

Se levantó sin darse cuenta y fue hasta su lado, apreciando un cuerpo que nunca había prestado atención antes, el de una mujer. También noto que en su piel blanca no había ni una sola pizca que interrumpa el recorrido largo y terso, el confirmo que no estaba herida.

Ella no se percató de su presencia, en cambio estaba dirigiendo su mirada a la cama.

El hablo sin pensar, sintiendo que no era propio de el, haciendo que aquello que dijo la haga sentir nerviosa, pero pronto se aclaró, ignorando su mirada, como si aquello que el reflejaba, un deseo oculto, ella no lo notara o diera importancia.

Ella se había dado cuenta que era el quien estaba detrás de la katana, ya que el presto atención que al usar un bate no era tan rápido y efectivo como lo sería una katana en sus manos, si ella aprendiera a dominar está arma, sería alguien invencible. Le mostró unos pasos de cómo se usaría, se veía sorprendida.

Ella agradeció el gesto, inclinándose un poco, dejando ver dos masas grandes y tiernas que el nunca había prestado atención.

Todo aquello hizo que el por un segundo devuelta sienta dolor punzante en su cabeza, los mareos hicieron que su vista se nuble, ahora al verla era como siempre, sin darle tanta forma exacta a su imagen como antes creía. Pensó que ahora que veía normal, ella era simplemente otra mujer más de las tantas que se cruzó toda su vida.

Le alcanzó una katana de madera, llamada bokken. La chica parecía feliz.

Antes de irse el pregunto, aquello que se había guardado hoy que descubrió.

Cuando dijo el nombre de Lewes, incluso el sentio una punzada en su corazón extraña que no le gusto.

Al ver la reaccion de ella le sorprendió, recibió una respuesta fría y filosa que salió de su boca. Aquello por extraño que le parecia tocó su corazón, como si se lo dijera a él directamente. No gustandole la sensación no dijo más nada.

Se había ido de la habitación enojada, el seguía aturdido por todo lo que había pasado. Pero de pronto se abrió la puerta otra vez, el aura y la sensación de antes se había ido para aparecer una más tímida y sincera, le había pedido que no diga nada sobre su presencia aquí.

Claramente el no diría nada, pero ella cerró la puerta despacio segura que el no diría sobre que estaba aquí.

Aquello hizo por un segundo que se ría, algo impropio de el. Desconcertando a un más su interior.

Hoy, más que nunca sentía que algo distinto estaba moviéndose dentro de si... Algo más allá de lo que recordaba siempre ser.

Soy la hermana abandonada del protagonista en un mundo BL post-apocalípticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora