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Dejando detrás todo está escena emprendo la exploración hacia el lugar donde había dicho ese tipo anteriormente.

Saltando por edificios tratando de orientarme encuentro el lugar donde se ocultaban las ratas asesinas. Era obvio el lugar donde es, glamuroso, rodeado de vegetación cuidada y siendo un barrio exclusivo.

Estaba frente a la casa del gobernador. Está se encuentra rodeada y vigilada por muchas personas armadas.

Tenía que hacer algo con ellos sin que se alarmen o se percaten de que había alguien que iba a por ellos.

Decidí antes de actuar descansar en mi espacio y tomar un poco de agua.

Mientras entrenaba en el espacio y me encargaba de todo, el tiempo en el mundo real pasaba lentamente. Espere a que se haga de noche, como ellos hicieron antes.

Saliendo del espacio como podía ver bien en la noche, me moví de forma cautelosa, de a poco sin piedad me acerque al primer vigilante. Sin que lo espere, apenas cuando se dió cuenta que fue apuñalado este se dejó caer por el peso muerto.

Mi mente se quedó en blanco, tenía que continuar. No puedo quedarme en pensar en esto ahora.

Obviamente no pude hacerlo todo con discreción, llegó un momento que se percataron que el ambiente estaba tenso y silencioso, pronto unas luces se prendieron de color rojo alrededor de la mansión, junto con grandes reflectores tratando de buscar al causante de todo ello.

Empecé a romper las ventanas de la mansión con piedras, haciendo que las personas dentro se confundan, en una de estas logré entrar ya que no estaba tapada.

Escucho una risa fuerte y después la voz de un hombre adulto.

-Si no quieres morir, sera mejor que detengas lo que planeas hacer.

La sensación extraña que sentía cuando estaba el francotirador tirador apuntándome volvió. Aquel punto rojo apuntando a mi cabeza no era lo único que me hacía sentir insegura, había gente con poderes rodeándome. Era una trampa, y caí en ella fácilmente.

El pasillo era angosto, dejando ver a varías personas, la luz es tenue pero suficiente para que vean una silueta, justo permitiendo atacar.

Note que uno tenía de su brazo cayendo un liquido marrón, era lodo. Otro estaba con sus largos brazos como látigos agitandolos lentamente, y por último uno mostró su poder de crear unos pinchos filosos.

Esto era más que peligroso, podía evadirlos pero sería difícil en un lugar estrecho.

De repente sentí que el aire a mi alrededor se iba no mejor dicho estaba siendo succionado. El hombre adulto que me grito era el causante de ello, había extendido un brazo y estaba absorbiendo el aire y su alrededor.

Estaba acabada...

No sabía en qué me metí, no hasta que la euforia de momentos antes se desvaneció al ver tantas alertas de peligro recorrer mi cuerpo.

No había forma de que pueda huír, lo sabía bien. Pero también sabía que estás personas serían muy peligrosas en el futuro, junto con otros más. Sin duda era mejor acabarlos en etapa temprana del despertar de su poder que dejar que pase el tiempo y sean más poderosos.

Podía ver en su rostro cierta inseguridad, no sabían bien cómo usar su poder, solo presumían. Estoy segura que no tenían idea de cómo explotar al máximo esos poderes, y menos atacar todos a la vez.

Despareci de su vista, estando en mi espacio conté unos segundos y volví al lugar con la guardia baja de todos, avance atacando rápidamente. Al primero que iba a ir era por el que creaba el lodo, aparecí más cerca de el así que con precisión use mi fuerza para acabar con su vida, segundos antes de que la bala del francotirador llegue a mi volví a mi espacio.

Si el chico lodo fuera en una etapa avanzada estaba segura que ese ataque ni siquiera le hubiera afectado, pero al ver que si la seguridad empezó a volver en mi otra vez.

Conté unos segundos más, estaba vez posicionado mi cuerpo cerca del que podía hacer sus brazos largos. Apareciendo detrás de su espalda, al final el también cayó.

Otra vez desapareci en mi espacio, conté los segundos correspondientes y volví a donde estaba.

-Aaaa!

El dolor rápidamente me azotó, había pisado pinchos que estaban esparcidos en el suelo.

-Eres muy escurridiza pero de esto no te vas a salvar.

Antes de que ataque volví a desaparecer, en el espacio me tire al suelo y saqué rápidamente los pinchos, las heridas se curaron rápidamente. Pero el dolor todavía lo seguía recordando.

Suspiré, tratando de calmar el nerviosismo que me había atacado con la guardia baja. Tenía que tener la mente clara, no puede volver a pasar algo así.

Observé el espacio buscando algo que me sirva para evitar devuelta ello.

Encontré la solución al ver una lona gruesa que tenía enrollada de entre las cosas que había conseguido en el almacén.

La tomé y salte en el aire alto, cuando vi que la altura era perfecta volví a la mansión y solté la lona.

La lona cayó de imprevisto en los presentes causando caos y descontrol.

Caí sobre alguien no sabía bien quien, pero cuando note unos pinchos más altos de lo que eran en el suelo e irregulares debajo mío, ya sabía que estaba sobre el cuerpo de esa persona que los creo. Con la caída sobre el obviamente se terminó hiriendo con sus propios pinchos matandolo al instante.

Desaparecí de allí otra vez, antes de que la bala del francotirador vuelva a querer dar en el blanco.

Estaba harta, ya eran varias veces. Su precisión para reposicionarse y volver a disparar era molesto. Estoy segura que ello es parte de su habilidad.

Tenía que ir por el, ya no podía dejar más que vuelva a tomarme como su objetivo.

Camine unos pasos, calculé que era por aquí donde estaría el francotirador. Volví a aparecer.

A mí lado estaba un niño, no tenía cabello en su cabeza y se veía una gran cicatriz debajo de sus ojos, parecía que pasó por mucho. Este se encontraba postrado en el suelo con un arma casi de su tamaño. El se sorprendió y alejo rápidamente para atrás, todavía su mirada puesta en mi y expectante de que haría.

-Vete.-dije al ver que era joven, tomé el arma y al frente suyo la partí a la mitad.-No me hagas volver a repetirlo.

El chico me miró en estado de shock, después dirigió su rostro al frente.

Yo también lo hice, allí vi que el líder de estos había  salido de la trampa, herido por los pinchos estaba siendo ayudado por hombres armados.

-Corre!-grite al niño, este por fin reaccionó y se fue lejos corriendo y doblando en una esquina desapareciendo de mi vista.

-Disparen!-dijo el líder con apenas fuerza en su voz.

Volviendo a mi espacio corrí rápidamente y aparecí frente al líder, con la espada de madera perfore su pecho. Los hombres al lado solamente se sorprendieron. El líder se desvaneció sobre la espada, sacándola rápidamente de su cuerpo aparecí en el espacio y conté unos segundos.

Al volver aparecí desde arriba y empecé a atacar a los hombres amontonados en un círculo cubriéndose la espalda cada uno, listos para disparar.

Con las balas yendo a mi dirección pero no pudiendo dar porque desaparecía en los momentos justos, al final su posición terminó en caos causando que los heridos fatales terminaran en manos de sus propios compañeros.

Pronto ya nadie quedaba para atacar, el silencio en la noche llegó.

Fatigada, decidí tomar unos minutos en la vida real y unas horas en el espacio para dormir y descansar mentalmente

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⏰ Last updated: Jun 14 ⏰

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Soy la hermana abandonada del protagonista en un mundo BL post-apocalípticoWhere stories live. Discover now