Especial parte 1

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¡Aclaración!

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¡Aclaración!

Este mini especial será de aprox. 5 mini capítulos que contarán la historia de CJ durante su juventud. Incluiré cosas que no se vieron en la historia completa. Como la relación con Noah, el accidente, todo lo que paso post accidente, la partida de Maddie y Buck. Y depende del recibimiento incluiré como fue para CJ vivir sola con sus padres y la universidad y su escape por el mundo donde obviamente aparecerán Albert y Dustin.

Y sin más las dejo con este especial. 

¿Pueden creer que ya van cuatro meses desde que termine de publicar esta historia? 


Let's get it started sonaba a todo volumen en mi habitación, era una manera de evitar escuchar las discusiones de mis padres ante las decisiones que estaba tomando Maddie. Nunca había estado de acuerdo con ellos en ninguna de sus actitudes, pero esta vez estaba de su lado. Ese chico Doug no era una buena compañía y me daba mala espina, su mirada era tétrica. Sinceramente prefería tenerlo alejado de nuestra familia, pero Maddie estaba cegada con él. Gire la mirada al notar la puerta abrirse, con un simple gesto por parte de mi hermano termine apagando la música para escuchar a mi hermano.

— ¿Lista para mañana?

— Si... estoy ansiosa por volver a la escuela.

— Bien. Descansa ¿Sí?

— ¿Ya terminaron de pelear?

— Si. Maddie se encerró en su cuarto. Iré a la cama, no te duermas tarde. – Evan se inclinó hacia mi presionando sus labios contra mi frente. – te quiero.

— Yo a ti.

No era mentira. Estaba ansiosa por volver a la escuela, pasar las horas en ese lugar era mejor que estar en casa encerrada todo el día en mi cuarto intentando lidiar con padres desinteresados cuyo único propósito era criticar cada uno de los aspectos de nuestras vidas. No había diferencia con ninguno, a Maddie la criticaban por su amorío con Doug, Evan por su absoluta carencia de algo llamado responsabilidad y yo, por el simple hecho de existir. No necesitaba palabras para saber que yo me había vuelto una carga constante en la vida de mis padres. Desperté a las 6 de la mañana con el sonido de la alarma, dejé que esta continuara sonando antes de cubrirme la cabeza con la almohada para seguir dormida. Me había quedado dormida casi a las tres de la mañana por estar haciendo una maratón de mi serie favorita, CSI. Había avanzado bastante hasta la temporada 10 y quería terminar de verla.

Solo salí de la cama al escuchar el golpe en mi puerta por parte de alguno de los miembros de mi familia. Sin siquiera una despedida tome mi bicicleta para comenzar a pedalear hacia la escuela, el día estaba precioso, perfecto para escaparme a un mirador y pasar el día ahí. Pero tenia que ser responsable y darles un motivo para que estuvieran orgullosos de mí. De lo que podía hacer. Deje mi bicicleta anclada en la entrada, junto a otras tantas, asegurándome de que el candado quedara bien puesto, no quería perder otra más como el año anterior. Con los auriculares puestos llegue hasta mi salón, mi tercer año de preparatoria con el maestro Peterson. Un hombre corpulento, pero que entendía a la perfección las emociones de sus alumnos.

— ¡CJ! – Gire al escuchar mi apodo. Tras de mi Noah.

Noah Thompson, lo conocí el año anterior luego de que se mudara a la ciudad. Era un chico un poco más alto que yo, delgado, de cabello rizado, con bastantes pecas en sus mejillas y siempre con una sonrisa en el rostro. Me detuve antes de entrar al salón quitándome los auriculares. Era de las pocas personas con las que solía hablar demasiado, pasar el tiempo con Noah me gustaba, no solo porque éramos buenos amigos, sí no que el me ayudaba a estar mejor. Había conocido a su familia con la que tenia una buena relación, era la familia que me gustaría tener. Unida, feliz y cercana. A diferencia de la mía, donde cada uno vivía su propio mundo. No solo era mi amigo, era el mejor novio del mundo y estábamos a nada de cumplir un año de relación. Yo lo amaba y el a mí.

— Te estaba llamando desde hace rato loca. – susurro antes de plantar un beso en mis labios.

— Auriculares.

— Lo noté. Mis padres quieren que vayas a casa hoy, para festejar el fin de las vacaciones.

— Claro que sí. Te veré en el receso ¿Si?

— Obviamente. – el timbre sonó indicando el inicio de la primera clase del año. – nos vemos luego. Te espero en el lugar de siempre.

— Ahí estaré. – me quedé un momento en la entrada hasta que lo vi perderse al final del pasillo. Ingrese al salón tomando asiento en uno de los pocos lugares disponibles en la fila de en medio, junto a Stacy. Solo le dedique una sonrisa leve antes de volver la vista al frente.

Los primeros días siempre eran tranquilos, sin muchas cosas. Tan solo lo mismo de siempre, las reglas, conocer a los nuevos y reencontrarnos con los viejos. Era bastante sociable y conocía a bastantes personas, pero eran solo eso, conocidos que seguramente dejaría de ver en algún momento de mi vida. mi único lazo importante en la escuela era Noah. Empujando nuestras bicicletas colina arriba, finalmente llegamos a su casa, con esa familia a la que yo adoraba. En la entrada cortando el césped estaba Austin, el hermano mayor de Noah, un poco más alto que el e igual de delgado, el mismo cabello rizado y claro esa sonrisa que tienen todos los miembros de mi familia. Apenas me vio extendió sus brazos para recibirme entre ellos, Austin era como un hermano mayor para mí, al igual que Evan.

Un grito ahogado escapo de mi boca al ser cargada por Austin sobre su hombro para terminar llevándome al interior de la casa y arrojarme a la piscina sin importarle nada. Según el, era una forma de terminar el verano de la mejor manera. Por otra parte Noah solo veía desde el fondo, aunque termino en el agua luego de que su padre lo arrojara al agua cayendo junto a mí. Comencé a reír como siempre, cada que estaba en esa casa. Disfrutaba de los pequeños momentos junto a todos ellos.

— Me voy a vengar. – amenace a Austin antes de arrojarle su pelota de basquetbol en la cara.

— Oye en la cara no. Esta es mi arma de conquista.

— No te quejes, arrojaste a mi novia al agua. Idiota. Ven, vamos arriba, te daré algo de ropa seca.

— ¡no hagan cosas inapropiadas!

— ¡Cierra la boca! – le enseñe el dedo de en medio.

— Ten. – me tendió unas cuantas cosas luego de llegar a su cuarto.

— Puedo quedarme con esta misma ropa.

— No vas a sentarte a la mesa mojada. Mi mamá te golpeará si mojas sus sillas nuevas. A mi ya me golpeo por eso. –comencé a reír antes de ir hacia su baño para cambiarme de ropa. Al estar lista salí encontrándome con él que solo me veía con esa sonrisa llena de cariño, avanzó hacia mi dejando un beso en mis labios. Curve mis labios en una sonrisa antes de volver a besarlo cerrando la puerta tras de mí. – cumpliremos un año dentro de tres semanas. – menciono mientras sus pulgares acariciaban mis mejillas.

— Lo sé. Ya estoy haciendo tu regalo.

— Mi regalo perfecto, solo sería que no vuelvas a hacerte daño. – dijo esta vez con algo más de seriedad mientras sostenía mi brazo dejando caricias en las cicatrices que adornaban mi piel.

— Te prometí que ya no volvería a hacerlo.

— Si y confió en ti. ven. – me apretó entre sus brazos, enredando sus dedos en mi cabello. A veces me sorprendía lo maduro que era y lo mucho que me protegía. 

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On fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora