Capítulo LI

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SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LIAH'S POV

Los guardias frente a mí se sorprendieron al verme llegar sin nadie junto a mí y con la luna marcando las altas horas de la noche que era. Además, me tambaleaba de un lado al otro.

Maldito Oxford, me había dado un alcohol demasiado fuerte.

-Su Majestad, ¿la ayudo?

Un guardia preguntó, pero nqegué y me apoye un poco en la pared a mi lado. Necesitaba tomar unas cuentas respiraciones para seguir adelante hasta nuestra habitación. No perdía de mente todas las palabras que mantenía planeadas por decir.

Después de unos minutos en la misma posición volví a encontrar la fortaleza para seguir sin mirar atrás.

Lo que más me costó fue subir las escaleras con silencio. Seguramente muchos otros guardias notaron mi raro comportamiento, pero ninguno movería ningún músculo de su lugar al menos que se los dijera.

Pase por los largos pasillos hasta finalmente llegar a la puerta de nuestra habitación. El guardia iba a abrir la puerta, pero negué deteniéndolo.

-¿Está dormida?

-Seguramente, Majestad. Hace horas que apago la velas.

Suspiré y asentí. Definitivamente necesitaba fuerza de todas las divinidades para lograr lo que tenía en mente.

-Abre.

Asintió y abrió la puerta para mí.

La habitación estaba en oscuridad total. Solo un poco de luz de la luna entraba entre las cortinas del gran ventanal.

El cuerpo de Luna estaba cubierto de la pesada sábana. Parecía estar en un profundo sueño como cualquiera persona normal.

Debatí en mi mente si llevar a cabo mi plan y despertarla. Podría llevarme un mejor sermón en comparación al previo en el comedor y un regaño si lo hacía. Por el otro lado, si no lo hacía no tendría el suficiente valor al despertar sobria.

Decidí, después de unos minutos, acercarme a su cuerpo y comprobar si dormía profundamente. Tal vez, no lo estaría al habernos peleado hace unas horas atrás.

Pensé en caminar cerca de la cama para guiarme, la verdad la luz era mala más mi mente borroso por el alcohol.

En cuanto toque el borde de la cama tome confianza para caminar sin miedo a caerme en medio de la oscuridad. Sin embargo, por esta confianza olvidé por completo el nuevo baúl que Luna había colocado al pie de la cama haciendo que chocara contra éste con todas las ganas del mundo haciéndome caer de manera nada bonita, ni mucho menos silenciosa.

-Mierda...

Murmure de cara en el piso.

Mi pies izquierdo había quedado sobre el baúl mientras el resto de mi cuerpo estaba en el piso. Mis manos se habían llevado la peor parte al intentar no caer completamente de cara y llevarme un peor golpe.

Me giré sobre el piso totalmente derrotada con todo mi plan echo nada. Una mierda. Fue entonces cuando escuche unos suaves pasos sobre la madera de nuestra habitación y después una sombra pequeña sobre mi cuerpo.

-Liah, ¿eres tú?

Hice un sonido de afirmación y luego ella se inclino sobre mí.

-¿Qué tenías en mente para meterte a la habitación a oscuras?

Intente ver sus preciosos ojos verdosos, pero no veía nada más que su silueta.

-Solo te tenía en mente a ti, mi hermosa esposa.

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