¡Odiaba conducir en esa maldita ciudad! Su casa ubicada en el barrio de Spring Valley era lo que Naruto llamaría "las afueras" cuando para Sasuke, tan sólo estaba a dos millas al oeste de Las Vegas Strip, lugar lleno de turistas que visitaban los numerosos casinos y hoteles. Era una hora y media andando o un poquito más.
"El transporte público es perfecto para ir a trabajar", es lo que la mente de Sasuke pensaba una y otra vez, todo porque odiaba conducir en esa ciudad tan frenética. Para Naruto estaba bien, tenía un todoterreno, como más de la mitad de los ciudadanos estadounidenses, pero él iba en moto y odiaba cómo los coches se colaban de un carril a otro. ¡Coches era un decir! Esos grandes todo terrenos que parecían camiones podían arrollarle en cualquier momento.
Dos días había ido a trabajar y los dos días le llevó Naruto. Hoy tenía libre y todavía faltaban cajas por desempaquetar. ¡Claro que la noche anterior había estado ocupado con sexo! Eso siempre era más entretenido que ordenar la casa.
Resopló y abrió la nevera en busca de un yogurt líquido para beber. ¡El calor era insoportable! Quería terminar con las cajas, ordenar todo antes de que Naruto llegase pero la verdad, es que al mirar a la gran cristalera que daba al jardín, recordó que ahora... tenían piscina. ¡No sabía si estaba llena! Era posible que no porque habían llegado hacía unos días a la casa pero quizá podría tomar un poco el sol y remojarse en la ducha de fuera para evitar el calor. ¡Eso haría antes de ponerse a ordenar las cosas!
Abrió la puerta de cristal de la cocina y salió al jardín. No es que fuera muy grande pero cabía una pequeña piscina. No haría demasiados largos pero tenía un buen tamaño para un pequeño chapuzón. Sin embargo, ¡No estaba llena! Aunque sí escuchó el ruido del agua y... ¡Un grito!
— ¡Oh joder! – se asustó Sasuke, buscando algo con lo que cubrir su desnudez.
Esa misma noche había tenido sexo con su esposo y evidentemente, estando en su propia casa, no vio la necesidad de vestirse a desayunar, así que había bajado tal y como Dios le trajo al mundo sin esperar a alguien en su casa.
— Lo siento mucho señor – se escuchó desde el interior de la vacía piscina.
Sasuke buscaba una toalla o cojines, cualquier cosa para tapar su desnudez, pero no encontró absolutamente nada hasta que una camiseta blanca apareció en el brazo estirado de dentro de la piscina. El chico le daba su camiseta.
— Ten – dijo con amabilidad.
Se acercó hasta el borde de la piscina y miró hacia abajo al chico que precisamente... la estaba llenando. ¡Naruto le habría pedido ir a prepararla! Bajo la gorra, pudo ver el sonrojo del chico por estar allí abajo con tan buenas vistas de su miembro.
— Gracias – la tomó con rapidez, intentando cubrir su intimidad como pudo.
— Lo siento mucho, su marido me dijo que le había avisado de que estaría aquí.
— Ya... voy a buscar el móvil.
¡Rojo como un tomate! Así se encontraba Sasuke en este momento. Entró por la cocina de nuevo, con la camiseta enrollada en su cintura y miró el móvil. Un mensaje de Naruto sin leer. Lo abrió.
"Sasuke, he mandado llamar al limpia piscinas, va a encargarse de llenarla hoy para que podamos empezar a disfrutarla, llegará sobre las nueve. Págale tú".
— Chsss – fue el quejido de Sasuke – ¡pues podías haberme avisado anoche!. ¿Dónde he dejado la cartera? – se preguntó para sí mismo.
Ya de paso que buscaba por el salón, trató de encontrar algo de ropa, pero él no acostumbraba a dejar nada por ahí esparcido, así que debería subir a la habitación para ponerse algo. Por ahora, prefería encontrar la maldita cartera y pagar a ese chico, total, ahora mismo su desnudez estaba algo cubierta, al menos la parte que le importaba de verdad. Por fin la encontró, en la mesilla cerca de la entrada.
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Secretos sexuales: Las Vegas (Naruto)
Fanfiction(Segunda parte de "Secretos sexuales") Tras descubrir quién era la persona con la que había estado compartiendo sus secretos sexuales, Sasuke y Naruto se mudan a Las Vegas, creyéndose lejos de la influencia de la prestigiosa familia Uchiha. Pero nue...