Capítulo 2

2 2 0
                                    


Notas del autor: Hola lectores, quiero agradecerles por sus votos. Realmente me anima mucho. Espero que disfruten el siguiente capítulo que aunque es corto, da gran avances con la historia.

Nuevamente, muchas gracias ✨










BY: GE-Green

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


BY: GE-Green

Me quedé parado frente al enorme espejo del baño de la mansión. Mis ojos se perdieron en mi reflejo, pero mi mente estaba en otro lugar, como si estuviera flotando en una nube. Mis pensamientos revoloteaban como mariposas, sin quedarse quietos ni un segundo.

Observé mi rostro en el espejo, pero no reconocí a quién veía. Era como si estuviera viendo a alguien más, alguien que no entendía del todo. Mis ojos parecían tristes, pero no sabía por qué. Quizás sea este extraño lugar y estas personas tan raras, gente que era diferente con esas habilidades que solo creí que existían en los libros que una vez leí en una rara ocasión.

Me sentí confundido, como si estuviera atrapado en un laberinto sin salida. Aún no entendía por qué me tenían aquí, qué querían de mí. ¿Me iban a hacer daño? ¡Ya no quiero más castigos!. 

—Oye, mocoso, ¡No te tardes demasiado!

La repentina voz de unos de los gemelos al otro lado de la puerta me dio un susto y casi me caigo al suelo, si no fuera porque me sostuve fuerte contra el lavabo de mármol. Nunca estuve tan distraído, constantemente estaba en alerta, ¿por qué me siento tan distraído en un entorno desconocido?. 

Antes de llegar al baño, me di cuenta de que mis pantalones estaban empapados, ¡Me hice pis sin querer! ¡y ni siquiera recordaba cómo sucedió! Todo lo que puedo recordar son las manos del señor Kaan frente a mi cara y cómo mi cuerpo se relajaba tanto que parecía que había abierto el grifo sin darme cuenta. 

El señor Kaan me preparó el baño y me otorgó algo de ropa. Eran ropas nuevas y muy distintas a esas batas finas que siempre me daban frío. 
Me sentí raro ante el gesto, cómo algo esponjosito pasando en mi estómago y pecho por la amabilidad. Solo acostumbraba a sentir eso por una persona. 

El señor Kaan quería bañarme pero de repente mi corazón comenzó a palpitar fuertemente contra mi pecho y mi cuerpo a tiritar, un nudo horrible se me atascó en la garganta que no me permitía respirar. No quería que me bañe, no quería que me toque porque eso significaba que me tocaría de manera rara. 

Vi cómo su rostro se iluminaba con sorpresa cuando reaccioné, pero luego me sonrió y su sonrisa no era como las de antes, de esas burlonas que me hacían enfadar. Esta vez, había algo diferente, algo que no entendía del todo, una especie de tristeza en sus ojos. ¿Por qué me miraba así?.

Me indicó dónde estaba el jabón y el champú con gentileza antes de irse, prometiéndome una cena lista cuando terminara mi baño. Me sentí confundido por su comportamiento, como si de repente se diera cuenta de que algo no estaba bien, pero no sabía exactamente qué era. ¿Hice algo mal?. No podía dejar de preocuparme, ¿Y si me da castigos después de salir del baño? ¿Y si me encierra en un hoyo bajo tierra?, tenía que hacer que no me castiguen, no puedo escapar de este lugar si estoy débil y herido.

El Circo de Hillsey Fairweather © Obra original (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora