Capítulo 25: Felices las cuatro

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La veces que me pude imaginar una cita a cuatro en los últimos años, ninguna de las personas con las que iba ahora en el coche aparecía. Y realmente son las mejores personas que puedo pedir para tener a mi lado ahora mismo. Bueno, si contamos a los guardaespaldas somos más, pero ellos claramente no van de cita juntos. Quizás tendría que haber avisado a Rus que seguro que encantada acompañaba a María antes de ir al evento que tenía.

Yo iba sentada al lado de Vio mientras le cogía de la mano y miraba por la ventana de la furgoneta que nos llevaba. Carla y Laura iban en los asientos del medio también juntas y charlando animadamente. David y María iban delante. Me parece muy curioso como cambiamos totalmente nuestra actitud tras pensar que nunca más íbamos a vivirlo. Vio y yo somos un claro ejemplo de ello. Hemos pasado de miedos, dudas, esconderse por el qué dirán, etc a que nos de igual todo y disfrutar de nuestra relación plenamente. Y tengo que decir que se siente muy bien disfrutar del día a día sin pensar en nada más. Deberíamos hacerlo todos, valorar más el tiempo que tenemos a pesar de que a veces la vida es muy jodida.

-Creo que hoy es un buen momento para cotillear como estas dos terminaron juntas – me habló Vio mientras miraba hacia ellas.

-Obviamente, yo no aguanto otro día más sin saber cómo ha ocurrido eso -dije yo mientras la miraba sonriendo – Creo que apostaba primero por nuestra reconciliación antes de que ellas dos tuvieran algo juntas. Y eso que vine al reencuentro sin intención de darte alguna oportunidad.

-Lo vi, lo vi-dijo riendo Vio recordando esos primeros días – además, sabiendo el pasado de Laura, sin duda era más fácil nuestra reconciliación -me contestó Vio riendo y yo la miré confundida ya que no sabía a qué se refería, pero por sus palabras me podía hacer una idea – pero hacen una buena pareja. Realmente pegan.

-Si... se complementan muy bien- dije apoyando sus palabras.

-Dejar de cotillear sobre nosotras que se os escucha perfectamente- dijo ahora Laura moviéndose en el asiento y mirando hacia nosotras.

Vio le sacó la lengua y las cuatro empezamos a reír. Había una buena sinergia entre las cuatro y se notaba en el ambiente alegre que teníamos. Justo en ese momento el coche paró delante del restaurante al que íbamos y que nos esperaban para llevarnos a la sala privada. María y David quedaron fuera de la sala vigilando y nosotras entramos sentándonos en la mesa que estaba en medio rodeada de plantas y un pequeña cascada artificial preciosa. La verdad es que la habitación era íntima, muy bonita y perfecta para una cita. La mesa era de forma cuadrada así que Vio y yo nos sentamos juntas y Carla y Laura igual, pero en frente nuestra.

Teníamos bastante hambre así que lo primero que hicimos fue mirar la carta y pedir para comer y beber. Mientras esperábamos la conversación fue fluyendo sobre los próximos conciertos, como iban las redes y que era un buen momento para recuperar nuestros móviles ya que casi no había videos sobre el accidente ya.

-La verdad es que ya ni me acordaba de él- dijo Vio.

-Tu nunca fuiste mucho de usar el móvil en general. Lo tenías para sacar fotos y videos de todo lo que iba ocurriendo, pero luego de contestar, poco-dije yo riendo, recordando la época post academia.

-Te puedo asegurar que es algo que no ha cambiado estos años-dijo Laura picando a Vio.

-Si vamos a sacar trapos sucios, yo también tengo algún que seguro que a Carla le interesa saber- dijo Vio aceptado el pique. Laura simplemente se llevó la mano a la boca como quien cierra la cremallera y no dijo nada más. Yo me reí ya que esa interacción entre ambas me hacía gracia. Se notaba que tenían mucha confianza las dos y tuve ganas de saber más sobre su historia.

Mala costumbre  || KiviWhere stories live. Discover now