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Sabía que su decisión de tener al bebé simbolizaba una gran responsabilidad, pero si tenía a su lado a Freddy quizás y todo iba bien. Caminaba pacientemente de regreso hacia la clínica y por el camino se le antojó algo dulce, aún así no quería decir nada y siguió caminando. 

-¿Quieres un helado?-Le ofreció. 

-No...

-Se que sí, a mi no puedes mentirme.-Algún defecto tenía que tener el ser destinados. 

Siguió a su alfa hacia la heladería frente a ellos. Aún estaba algo pensativo con respecto a tener una pareja, si bien por ahora iban a conocerse, no descartaba el oficializar algo con el comisario. Aunque celebraba mentalmente que su lobo haya tenido tan buen gusto, se consiguió un alfa guapo y con poder en la ciudad. 

-¿Que sabor te gustaría? 

-¿Necesito decir cual?-Lo miró con obviedad. 

-Deme uno de chocolate y menta.-Quiso reírse con la actitud algo tímida con la que Freddy pidió el helado. 

-Deberíamos apresurarnos, la ginecóloga no tiene todo el día.-Dijo apenas recordó que dejó a la doctora esperando. 

-No es necesario que vayamos.-Le entró el helado. 

-¿Cómo?

-Te llevaré con Castro, ella es una muy buena doctora y amiga. No te podría dejar en mejores manos.-Lo miró unos segundos y luego miró hacia otro lado, mientras comía su helado.- No me digas que te pondrás celoso por esto.

-No te acerques Trucazo, puedo ser muy peligroso.-Amenazó cuando vio las intenciones del alfa. 

-Bueno... Yo quiero un helado de vainilla.-Casi se ahoga cuando escuchó a Freddy. 

-Hijo de puta.

-Tu olor me gusta.-Le guiñó el ojo, logrando sonrojarlo. 

Cuando el alfa recibió su helado, caminaron un rato en silencio mientras degustaban de sus helados con sabor a el olor del contrario. 

-¿Donde trabaja la chica que mencionaste?-Preguntó desinteresadamente. 

-En el hospital más grande de aquí, ya sabrás cual. 

-Pero si una consulta en ese hospital cuesta muchísimo. 

-Hay atención gratis, pero solo es por emergencia. Además no tienes nada de que preocuparte, ella no nos cobrará nada. 

-Vaya amiga...-Se hizo el despistado. 

-Castro es directora del hospital.-Dijo tratando de bajarle los celos al omega. 

-Directora encima.-Las amistades del alfa eran de un nivel muy distinto al suyo. Su único contacto "importante" era Isidoro, y ni eso ya que le pedía el número a todos los omegas que se le cruzara. Se sintió algo en desconfianza con gente de tanto estatus cerca de su alfa. 

-¿Algún problema con eso? 

-No nada.-Siguió comiendo su helado, con toda tranquilidad. 

-Seguro que cuando la conozcas te caerá muy bien. Ella es una persona de confianza dentro de comisaría, aparte de ser la esposa del subcomisario.-Se le hizo gracioso ver como la tensión iba bajando en el omega después de decirle aquello. 

-¿Iremos en eso?-Señaló sorprendido el interceptor. 

-Por supuesto.-Se subió al coche, luego tirar el vasito del helado en el cubículo fuera de la clínica. 

Era la primera vez que el omega iba en un auto de tal calibre y se mostró muy emocionado durante todo el camino hacia el hospital. 

-Llama a Castro.-Pidió Freddy a una médica que estaba en recepción. 

Un omega para el comisario | FreddytaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora