Consecuencias - Hwang Hyunjin [+18]

Capítulo 10

Cuando estuvimos frente a la puerta, yo tenía la mano colocada en el marco, impaciente, así que estaba esperando a que se fuera para cerrarla, pero ocurrió algo que yo no me esperé, miró hacia Cassie y después hacia mí.

Parecía que le costaba mirarme a los ojos, eso era de esperarse, pero incluso puedo apostar que lo está haciendo... ¿por ella?

—Si necesita cualquier cosa, házmelo saber con Ren.

—No necesitas saber nada, podemos decir adiós desde aquí— tragué en seco cuando me miró fijamente, su expresión seguía siendo tan seria como siempre, se quedó quieto, por cinco minutos o más, según mis cálculos, entonces fue que me tomó de la mano y me impulsó hacia afuera.

—¿Puedes dejar de lado una puta vez lo que tú piensas?— no me dejó responder, abrí los ojos enormemente— Ella no está bien.

—¿De qué mierda hablas? ¿qué me estás reprochando...?— lo miré estupefacta— Sabemos bien que no podemos tolerarnos, míranos, ni siquiera podemos respetarnos el uno al otro, nos detestamos, ¿entonces a qué viene eso?— me cansé de que siempre me dejara con la palabra en la boca desde que nos vimos— Te agradezco mucho lo que has hecho por mi hija, pero no te necesitamos, ni a ti, ni a nadie, yo y ella solas estamos bien.

Cuando dije eso, tal parece que por completo le cambió la forma de pensar. Me sentí como una presa, cuando me miró y después miró dentro, ¿buscando pruebas de algo...?

—¿Dónde está su padre?— me aseguré de alzar la cabeza para que no sospechara, ¿por qué estaba pasando esto justo ahora?—¿Por qué estás sola?

—No te interesa, Hyunjin, márchate, por favor, no quiero hablar contigo, ni tú conmigo— señalé con mi palma abierta hacia la dirección en la que estaba el ascensor.

—Quiero hablar de Cassie, no de ti, ya eso te lo dejé claro, ahora me interesa saber, dónde está el padre de Cassie.

—No está.

—Avísame si ella necesita algo más— frunció el ceño para continuar— Me gustaría saber.

Miró hacia adentro una vez más, me analizó unos segundos, minutos, que para mí, de nuevo fueron como una gran tortura, no sabía qué era lo que él estaba pensando y eso me desesperaba, me sentía tan mal a cerca de toda esta situación que ya no sabía ni qué pensar, y menos con él cerca, precisamente él.

Lo más misterioso, fue que no dijo ni una palabra y eso me dejó tonta, no pudo haberlo notado de ninguna manera, ademas lo que le conté a Ren me respaldaba. Cuando se marchó, no me miró, no sé si eso fue lo que más me molestó, o si el que agarrara el teléfono después de irse y colocárselo en la oreja como el hombre estupido de negocios que es.

Cuando entré, el corazón me latía muy muy fuerte, Cassie estaba dormida en el sofá, y la cargué hacía su habitación, tuve que despertarla, ir a bañarla, con cuidado de que su yeso no se mojara y estuviera intacto como pidió el médico. Entonces, me tomé un tiempo para pensar en mi hija y dejé todos los pensamientos que se relacionaran con Hyunjin, ya que eso había pasado, pero en medio del baño hizo una pregunta que me sacó del inicio de mis pensamientos a cerca de su propio bienestar.

—¿Estás triste, mami?

—Un poco— le dije— Pero cuando te veo se me pasa.

Sonrió.

—Mami— volvió a llamarme dentro de un rato.

—¿Sí?— la envolví en una toalla para llevarla a mi habitación y así secarla y ponerle el pijama para que hoy durmiera conmigo.