Tania Himura, una heroína de 20 años de edad, que regresa Japón tras haberse ido a Estados Unidos durante casi 2 años por una misión. Al regresar deberá reestablecer su vida, y tendrá que aprender dejar de huir de su pasado y perdonar.
En el camino...
La primavera había comenzado y las clases con ella. Las calles estaban abarrotadas de estudiantes que volvían a casa, dificultando el paso apurado de Tania. Debía apurarse, no creía correcto hacer esperar a la presidenta de la comisión de héroes aunque ella no hubiera tenido la amabilidad de citarla con más antelación que solo un par de horas.
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Los minutos de espera fueron lentos y agobiantes. Tania estaba segura de saber la razón de su presencia pero aún así esperaba equivocarse. Una joven bastante alta la acompaño hasta unas puertas grandes y altas. Al entrar una mujer de poco más de la mediana edad esperaba parada detrás del escritorio.
- Buen día señora presidenta- saludo Tania con una reverencia desde la puerta.
- Adelante Shitenshi, toma asiento- señaló un sillón frente a ella- ¿gusta algo de beber?- preguntó amable.
- Un té negro estaría bien, muchas gracias- respondió.
La mayor le encargó dos tazas de té a su secretaria, antes de que está se marchara.
- Se preguntará por qué la hemos mandado a llamar, ¿Verdad?- cuestionó la mayor.
- Ciertamente- afirmo permitiéndose dudar por última vez.
- Hace un par de meses usted solicitó a la comisión de héroes acceso a las evidencias restantes de la investigación inconclusa de los difuntos héroes Hikary y Miyuky. Tal acceso le fue denegado, ¿Es correcto?- preguntó.
- Así es- dijo con calma. Tania comprendió perfectamente hacia donde se dirigía la conversación. Tras recuperado la agencia de sus padres, Tania, se abocó a resolver el caso que llevo a sus padres a la muerte. Esto no ha sido de agrado para la comisión de héroes.
- Pese a eso usted decidió reabrir el caso de la muerte de estos héroes; caso que ya estaba cerrado e inicio una nueva investigación por completo, descartado en su totalidad la anterior. ¿Es todo eso cierto?-
- Casi en su totalidad, presidenta- Habló con voz serena a pesar de la creciente molestia pues ella era consciente de que la comisión de héroes había encubierto la verdadera razón de las muertes.
Unos golpes interrumpieron la densa atmósfera que se había formado. Una mujer algo alta entro con una bandeja en mano. Traía dos tazas de té. Y al retirarse la tensión se ocultaba entre los largos sorbos de té.
- Casi todo lo que menciona es cierto. Debo admitir que tenía algunas dudas con respecto a ese caso, por lo que decidí solicitárselo al héroe Endeavor, quién anteriormente estaba a cargo de el. Él no se opuso a entregármelo, por lo que en cuanto pude comencé a trabajar en ello- el nulo sonido de los sorbos hacían más tenso el ambiente- al revisar el caso por completo encontré varias incongruencias y muchas cosas incompletas, hay evidencia que nunca se investigo a fondo. Me sorprendió por completo que el caso se haya dado por cerrado estando en ése estado- admitió su sorpresa- decidí solicitar la información a la que la comisión tiene acceso para ampliar e intentar esclarecer la investigación. Cómo usted mencionó tal acceso me fue denegado. Por lo que a falta de pruebas y evidencias concretas, decidí comenzar mi propia investigación. Contrario a lo que usted mencionó, no descarte la investigación anterior solo decidí comenzar una nueva- finalizó dejando tal silencio que se alcanzaba a percibir con claridad el canto de los pájaros.
