Capítulo 11

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Desperté por la luz del sol que ya comenzaba a impactar mi rostro intensamente. Intenté estirarme pero un cuerpo que estaba recostado encima de mí me lo impidió, haciendo que abriera los ojos a pesar del sueño que seguía invadiéndome.

Sonreí al darme cuenta que todo seguía como ayer, que no había sido producto de mi imaginación nada de lo que ocurrió. Bill dormía plácidamente, respirando pausadamente y sin emitir ningún ronquido.

Su brazos estaban inertes sobre mi pecho, y dejé un beso frente para después girar mi cuerpo y envolverle con mis brazos ganándome un enternecedor ronroneó de su parte.

-Prometo escribirte un cuento- susurré sabiendo perfectamente que él no me escucharía, y era mejor así, porque no sentía tanta presión por ser cariñoso con él.

Ahora los dos éramos novios y…me sonaba tan surreal. Jamás imaginé estar así con alguien ya que nunca creí en el amor, y nunca quise una relación al ir de flor en flor, lo cual, ahora me parece realmente absurdo. Y ahora me sentía querido por alguien, se sentía jodidamente bien.

Escuché que picaban en la puerta, pidiendo permiso para entrar, y ni siquiera sentí un mínimo de vergüenza de que me vieran así con Bill al decir <<Adelante>> y ver la abrían, dejando pasar el cuerpo de Nat quien comenzó a hablar sin dirigirnos una mirada y percatarse de la situación.

-Buenos días, he venido porque hoy te hacen el PET Tom, y necesito hablar con Bill al ser su psico…- se quedó callada cuando levanto la mirada de las hojas y nos observó a ambos, arqueando una ceja -¿Qué ha pasado aquí? ¿Por qué…estás abrazando a Bill?- preguntó confundida, y yo me reí sin soltarle, tan solo girando la cabeza para mirarla.

-¿Tú qué creés?- pregunté jugando, y Nat abrió los ojos al darse cuenta de lo que ocurría realmente.

-No me digas que..- deja la frase suelta, y yo tan solo asentí para darle la razón -Oh, dios…pero…¿¡Por qué Bill no me contó que le gustabas!? Y tú…¡Claro! Por eso estabas tan atento por él y…¿Cómo no me pude dar cuenta antes? Estoy tan feliz…ay mi Billy, sabía que os ibas a llevar bien. Bill debe de estar tan feliz…- se tapó la boca con las dos manos y sonrió entre ellas.

-Vas a despertarle con tus gritos…- dije, mirándole y dándome cuenta de que ya comenzaba a removerse levemente.

-Claro, me voy, luego volveré. Y…hablaré con Bill. Por cierto, dentro de un rato os traerán el desayuno para ambos, eso de tomar cafés por la mañana va a desaparecer…tenéis que seguir la dieta- asentí y alce la mano despidiéndome de ella cuando volvió a desaparecer por la puerta.

Todos se lo estaban tomando muy bien, y yo al principio matándome por gustarme un chico…era imbécil, jodidamente imbécil.

-Mhmm…¿Qué eran esos gritos? Joder, me han despertado- susurro quitando sus brazos sobre mi cuerpo para estirarse todo lo largo que era haciéndome gracia. Abrió los ojos después de tallárselos y suspiro enderezándose un poco en la cama.

-Buenos días, dormilón- susurré besando la comisura de sus labios. Él frunció el ceño y cuando se despertó totalmente supongo que recordó todo lo que pasó ya que dejó escapar entre sus labios un <<Oh…>> junto a una reprimida sonrisa de la cual me di cuenta -Que sepas que te ha despertado Nat con sus gritos…por cierto, ahora los dos estamos jodidos…bueno, yo ya lo estaba, pero ahora tú también- frunció en ceño y me miró confundido.

-¿De qué?- preguntó.

-No vas a poder tomar café por las mañanas, ¿Sabes las comida que me ponían y te burlabas de ella?- pregunté con una sonrisa, él asintió y yo seguí hablando -Pues ahora tú también lo vas a tener ¡Ja!

Nuestro Pequeño Gran Cuento - Rubelangeltwc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora