Capítulo 14

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-¿Vas a venir cada día a partir de ahora o que? Te recomiendo que no es muy divertido ver cómo me pinchan y me ponen droga en el cuerpo- le dije a Bill esa mañana mientras envolvía su cuerpo con mis brazos, y es que últimamente no podía dejar de estar así con él, necesitaba hacer que cada minuto con Bill mereciese la pena hasta que se acabaran, hasta que los valiosos minutos dejarán de existir.

-¿Más asqueroso que tener que rajar un ojo y que el líquido te caiga en la cara?- fruncí el ceño y él río  -Cuando tenía trece años tenía una profesora, creo que se llamaba…¿Anne? Y nos hacía ir al laboratorio para hacer cosas raras- sonreí y los dos comenzamos a comer de nuestra bandeja, él sobre mi regazo y yo con uno de mis brazos alrededor de su cintura.

El cáncer sin duda te hacía cambiar.

Cuando estás al borde de la muerte te das cuenta de lo que la palabra <<vida>> significa.

El cáncer te hace cambiar, cómo a mi, mi insensibilidad y mi chulería la había mandado a la mierda, ¿De qué servía? Estaba mucho mejor así, abrazando a Bill por la espalda, siendo cariñoso con él y, siendo, simplemente, yo mismo como debió ser.

-Creo que está es la primera vez que le tengo miedo a la muerte- me susurró muy cerca del oído dejando su plato a un lado, me miró y dejó reposada su cabeza sobre mi hombro.

-Yo también- susurré de igual forma.

-Estos días…todo ha sido una mierda, Tom. Mi doctor me ha propuesto también la quimioterapia, dice que mi cáncer avanza rápido y lo siento, siento que…

-Callate, solo…no digas nada- escondí mi cabeza entre su cabello e hice que su cuerpo se quedará mucho más cerca del mío, esperando que está sesión de dolor por él desapareciera.

-No debes de saberlo, Tom. No voy a aceptar la quimioterapia, hace unos años...la primera vez que me la administraron decidí que no volvería a tomarla, es una decisión propia y no voy a flaquear en ella. Me dijo que mis pulmones pueden fallar en cualquier momento, que no hay un tiempo predeterminado en el que pueda esperar la muerte, puede ser ahora mismo, mañana…pero seguro que no durare un año, o diez meses…así que Tom, por favor, escúchame, ¿Vale? Tú eres fuerte, se que lo eres, joder y…con la quimioterapia tienes muchísima esperanza de vida, más que yo, desde luego así que…¿Te puedo pedir un favor?

-Bill…- le dije en un susurró desesperado estaba al borde de las lágrimas. No quería escucharle porque tenía miedo.

-Tom, si no salgo de esta…

-No digas eso…- y ahí iba mi primera lágrima.

-Prometeme que si muero antes, cuidaras de Sophi. Por favor, Tom, prometelo…dime qué serás como un hermano mayor para ella, la mimaras y defenderás de los matones. No quiero que sufra cuando deje de estar a su lado…ella te ha cogido mucho cariño, ya eres como si hermano. Así que no la dejes sola cuando…yo me vaya- negué con la cabeza y me limpie el rostro con el dorso de mi mano.

-Lo prometo y…también te prometo que no vas a morir sin verla crecer- asintió con una débil sonrisa y me abrazó sinceramente. Yo también hice lo mismo y cerré los ojos mientras respiraba y olfateaba su olor, un olor que desprendía y que me encantaba.

-Tom…- susurró tan cerca de mi cuello que sentí un escalofrío a lo largo de mi cuerpo. Hice casi un inaudible sonido con la garganta el cual se escuchó por el silencio que había entre nosotros dos ahora mismo -Deberíamos de ir a tu sesión- asentí haciendo menos fuerza alrededor de su cuerpo para que se separará lentamente de mí y así poder levantarse de la camilla donde estábamos recostados tirando de mi brazo para que me bajara yo también. Él cogió esa mochila que hace poco le dieron para que pudiera desplazarse sin tener que quitarse el respirador. Yo me senté en mi silla de ruedas y tiré de ella para salir de allí con Bill detrás de mí.

Nuestro Pequeño Gran Cuento - Rubelangeltwc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora