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"Ambos se iban dejando traicionar por los recuerdos, hablándose sin quererlo, queriéndose sin decirlo, y terminaban muriéndose de amor por el suelo, embadurnados de espumas fragantes"

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"Ambos se iban dejando traicionar por los recuerdos, hablándose sin quererlo, queriéndose sin decirlo, y terminaban muriéndose de amor por el suelo, embadurnados de espumas fragantes". - El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez.

Canción sugerida: Escapémonos - Marc Anthony, Jennifer Lopez.

Verano, año 2015.

Conques, Francia.

Narrador omnisciente.

La mujer europea lo supo, no le bastó sino sentarse en la pequeña y confortable mesa vacía junto a la ventana, para darse cuenta de que se encontraba en un preciado paraíso oculto. Así es como ella describía a La vallée des lilas, una pequeña cabaña rustica que se había adaptado como un café cargado de un ambiente hogareño y esplendido en medio de un campo de lilas. Estar allí era incomparable a cualquier otra situación que hubiese vivido antes y para todas sus experiencias, aquello era un enorme cumplido.

El viaje había valido cada céntimo, por lo que no desaprovecharía la oportunidad de escribir, menos ahora que el agua caía a cantaros por las calles de aquel escondido y majestuoso rincón de Francia. Ella dirigió su vista al reloj que colgaba en la pared de piedra, dándose cuenta que apenas eran las dos de la tarde, por lo que seguramente pronto cesaría la lluvia torrencial que había cubierto las lilas de sus alrededores de rocío. ¡Vaya sensación más armoniosa e indescriptible! El petricor en todo su esplendor que se filtraba por sus fosas nasales, haciéndola sentir que se había escapado a una realidad idílica para conciliar la inspiración, esta misma que ahora se veía combinada a un apetito voraz tras un tercer olor que denso el aire, ella lo supo, era el inconfundible olor a chocolate caliente que se desprendió de la cocina.

Ella abrió el cuadernillo de cuero que siempre traía consigo, luego sacó su pluma de tinta húmeda, sin embargo, en el segundo exacto en que apoyó la pluma sobre el papel, sonó la campanilla de la puerta principal indicando la llegada de un nuevo comensal. La mujer no podría haberse quedado más estupefacta en caso de que hubiese visto una aparición celestial frente a sus ojos y es que aquella chica, se le parecía mucho a una diosa mitológica, casi le evocó la misma sensación que surgió en su interior el día que apreció frente a sus ojos la estatua de Venus de Milo.

Entonces, soltó una risita contagiosa, con tal simpleza que se le erizaron los vellos de la nuca al oírla. La joven cruzó el umbral con las ropas y su cabellera empapada debido a la lluvia, además de que parecía incapaz de decidirse a pedir una mesa o simplemente caminar hacia una. Luego de unos segundos de evidente indecisión en su mirada, esta caminó hacia la mesa y se desabotonó el abrigo para luego colocarlo en la silla, también colocó su bolso de mano sobre la silla conjunta y suspiró evidentemente satisfecha. Tras esto, pareció rebuscar allí y la mujer sonrió al verla tomar un diccionario de francés y un libro que reconoció de inmediato llamado La Dame aux camélias (La dama de las camelias).

MY DANGEROUS PASSION. (En Edición)Where stories live. Discover now