22. Thestral

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˗ˏˋ CHAPTER TWENTY-TWO ˎˊ˗

(THESTRAL)

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El martes, bien abrigados contra el frío y con cierta aprehensión, Raquel, Harry, Ron, y Hermione se dirigieron a clase con Hagrid

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El martes, bien abrigados contra el frío y con cierta aprehensión, Raquel, Harry, Ron, y Hermione se dirigieron a clase con Hagrid.

La pelirroja estaba algo preocupada, no solo acerca de lo que Hagrid habría decidido enseñarles, ya que Hermione y ella habían tratado de hacerle entrar en razón aunque no estaban muy convencidas , sino también por cómo el resto de la clase, particularmente Malfoy y compañía, se comportaría si Umbridge estaba observándolos.

Al menos sabía que sus tres amigos de Slytherin que estarían presentes no serían tan malos como los demas.

Sin embargo, la Gran Inquisidora no fue vista por ningún lado mientras luchaban por caminar a través de la nieve hacia Hagrid, quien estaba de pie esperándolos en los límites del bosque. No presentaba una imagen alentadora; los hematomas que habían sido púrpura la noche del sábado estaban ahora teñidos de verde y amarillo y algunas de sus heridas todavía parecían sangrar. Y como para completar la nefasta escena, Hagrid estaba cargando sobre su hombro lo que parecía ser la mitad de una vaca muerta.

—¡Hoy trabajaremos aquí! —gritó Hagrid feliz a los primeros estudiantes que se acercaban, sacudiendo con fuerza su cabeza hacia atrás, hacia los árboles oscuros detrás de él —¡Un poco más cerrados! De cualquier manera, prefieren la oscuridad...

—¿Qué prefiere la oscuridad? —Raquel escuchó a Malfoy decirle abruptamente a Crabbe y Goyle, con vestigios de pánico en la voz —¿Qué dijo que prefería la oscuridad... ¿lo habeis oído?

—¿Listos? —preguntó Hagrid animadamente, mirando a la clase —Correcto, bien, he estado reservando una excursión al interior del bosque para su quinto año. Pensé que podríamos ir a ver estas criaturas en su hábitat natural. Ahora, lo que vamos a estudiar hoy es bastante raro. Creo que probablemente soy la única persona en Inglaterra que ha podido entrenarlos.

—Y está seguro que están entrenados, ¿verdad? —preguntó Malfoy, el pánico en su voz aún más pronunciado, algo que hizo que la pelirroja sonriera. —No sería la primera vez que trajera cosas salvajes a la clase, ¿verdad?

Los Slytherins murmuraron su acuerdo y algunos Gryffindors también lucían como si pensaran que Malfoy tenía razón.

—Por supuesto que están entrenados —respondió Hagrid, frunciendo el entrecejo y acomodando la res muerta un poco más arriba en sus hombros

—¿Y qué te pasó en la cara? —interrogó Malfoy.

—¿A ti qué te pasó en la tuya? —preguntó Raquel tratando de cambiar de tema mirándole fijamente como si de verdad tuviera algo —¡Ah no! es tu expresión de asco habitual.

Raquel y la orden del fénixOnde histórias criam vida. Descubra agora