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Mientras Jin caminaba hacia su lugar para esperar el llamado donde caminaría al altar con su prometido, otro hermoso omega con las curvas delicadamente hechas para su cuerpo, sonreía a la vista del hombre de sus sueños.

Sin duda, Jimin se sentía tan afortunado en todos los sentidos.

Los días en la empresa les habían hecho a ambos tener más unidad y tiempo para conocerse. Supo a detalle que cosas gustaban y disgustaban a Namjoon en su totalidad, por ejemplo, ahora que llevaba un pantalón de gala negro junto a una camiseta blanca de cuello abierto provocador y un collar de diamantes que el alfa le había comprado por su segundo año juntos, sabía que hacían enloquecer al alfa.

Y también el como odiaba que Jimin tardara tanto tiempo para arreglarse.

— ¡Anda ya que vamos a llegar tarde! —alzó la voz desde la puerta principal ajustando su reloj por encima del saco que llevaba puesto.

— Dame cinco minutos y salgo listo —el alfa negó con la cabeza sonriendo y mirando su teléfono móvil.

No era secreto que el nuevo modelo de SBJ estaba en boca de todos, y como no estarlo, era bien sabido por él que Seokjin atraería mucha atención del público desde que se dio el primer anuncio como nuevo rostro de la empresa con la sede central. De la cual ambos, Jimin y él habían sido reubicados.

Fue una sorpresa en su momento y asalto a Jungkook por ese hecho en donde el maldito crio solo se había alzado de hombros diciendo que los negocios eran eso y que no mezclara las cosas personales del pasado. Hasta allí había estado un tanto tranquilo. Pero cuando comenzaron los rumores de citas del CEO y el nuevo modelo juntos volvió a encarar a Jeon sobre aquello.

"¿Qué vienes a reprocharme, Namjoon? ¿Qué seduje a tu ex prometido cuando tu le botaste por irte con otro omega? ¿O me reprochas que estoy haciendo justamente lo que tú no?"

No tuvo palabras luego de eso. Y poco después de los rumores, Jungkook decidió formalizar la relación de ambos frente a los medios, dejándole ver por primera vez en un año el rostro de Seokjin. Por supuesto, al ser modelo de la empresa a la que trabajaba escuchaba proyectos sobre él, pero su cede estaba centrada en Jimin y en donde ellos estaban no sonaba otro rostro que no fuera el del omega.

Atribuyó una nueva belleza en Seokjin a los lujos que Jungkook le estaba brindando, pero solo se estaba mintiendo. La belleza de Jin era porque era feliz.

— Estoy listo —hablo el omega rubio sacando de la conmoción al alfa que guardo su teléfono de inmediato y sonrió al omega con encanto.

— Vamos, no podemos perdernos la boda del siglo.

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