O4

22 3 2
                                    

No pasó demasiado tiempo para que comenzaran a salir, en realidad, nunca se preguntaron directamente, solo fue algo que pasó sin que supieran cuando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No pasó demasiado tiempo para que comenzaran a salir, en realidad, nunca se preguntaron directamente, solo fue algo que pasó sin que supieran cuando.

Ya no era raro que Funshine fuera al taller sin preguntar, o que Grumpy se atreviera a ir a donde él estaba sin el temor del rechazo o burla.

Todo mejoró, en especial para el ojiazul. De pronto la vida pintaba de muchos colores y no de un gris extenuante, ¿esta siempre fue así y solo no podia verla? ¿Funshine le ayudó a ver los colores de la vida? No lo sabe, aún así lo supone, aunque en el fondo sabe que es por él.

Se quedaron de ver en un parque para hacer un picnic, Grumpy pensaba que era una cita más, mientras que Funshine ya tenía todo preparado.

El tiempo no esperaba, y ambos estaban seguros de lo que sentían.

Lo vio a lo lejos poniendo el mantel y sacando los platos, recuerda que llevaba una camisa blanca con estampado de flores y este resaltaba junto al fondo.

Con un poco de vergüenza, se acercó hacia la dirección del ojiazul, quien solo estaba mirando todo con su típica expresión de "los odio a todos" cuando en realidad era todo lo contrario. Aún así, le faltaba conocerlo a profundidad.

—Hola —ganó su atención y volteó a verlo—. Yo, amm —titubeó nervioso, aunque no fuera la primera vez que le daba algún detalle, amaba hacerlo—, te traje esto.

Puso sus manos enfrente, pues las tenía ocultas tras la espalda, y de esta sacó un ramo de hortensias azules con una pequeña flor de algodón, resaltando de las demás levemente. Estaban envueltas en un papel blanco y un listón del tono de las flores.

Fue la primera vez que Funshine sintió vergüenza en regalar algo, y fue la primera vez que Grumpy recibió algo tan grande y, al igual que el contrario, sintió vergüenza.

El rubio lo notó, pues su pálida piel tomó color rojizo, sobre todo en sus mejillas.

—Gracias —contestó a lo bajo desviando su mirada—. Igual te quise traer algo, espero y te guste.

No lo vio venir, y de la canasta en donde venía la comida, sacó una pequeña caja blanca envuelta con listones rojos—. De preferencia ábrelo en tu casa, quiero que sea sorpresa.

En realidad, ninguno estaba seguro a qué hora pasó la vergüenza, solo que, sin saberlo, el ambiente fue más tranquilo y tornaba a uno romántico. Llegaba el atardecer, veían la puesta de sol y la distancia dejó de existir entre los dos. Grumpy sintió una calma gigante y terminó por recostarse en las piernas del mayor, para después caer dormido. Funshine empezó a acariciarle el cabello, y con su otra mano tomó su regalo.

«Dijo que lo viera en mi casa, ¿pero qué más da?» y la abrió. Al parecer, era una manualidad de papel, pues al retirar la tapa, las caras cayeron a los lados, mostrando lindas fotografías que tenía dentro, donde estaban mayormente juntos o con cosas que sabía Grumpy había puesto que le recordaban a él, escritos dulces que le sorprendieron levemente, puesto a que sabía era un chico dulce en el fondo, no creía que las palabras se le dieran tan bien.

Acarició sus hebras con mayor dulzura. Lo tenía decidido, y quería pasar aquel momento de su vida al lado del ojiazul.

Tenía una idea en mente, deseaba que su declaración fuera especial.

Fue la primera vez que Funshine tomó la iniciativa con algo que realmente deseaba.

Si les va gustando, no olviden dejarme su voto y comentario, me animaría mucho a seguir siendo constante <3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Si les va gustando, no olviden dejarme su voto y comentario, me animaría mucho a seguir siendo constante <3

Grapejuice || Care BearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora