Grapejuice || Care Bears

O7

Había pasado una semana desde la declaración. Todo Care-A-Lot sabía y estaba feliz por la formación de la nueva pareja. Grumpy era nuevo en todo esto, no estaba acostumbrado a recibir atención de más, menos para un tema del que quería ser un poco más reservado.

Quería contarle a Funshine, pero no sabía cómo decirlo sin parecer grosero o desinteresado.

—Fun —un día, casi cuando estaba haciendo su trabajo con la compañía de su ahora novio consigo, se atrevió a hablar— ¿No crees que estamos recibiendo... demasiada atención?

—¿De que hablas?

—No sé, siento que todos están al pendiente de nosotros, me incomoda que si salgo, alguien siempre me deba decir que hacemos linda pareja o preguntándome cómo te pude conquistar, ¿por qué están al pendiente de lo que nos pasa?

—Sé que puede ser un poco incómodo al principio —quiso ser comprensivo con Grumpy, sabía que todo le era nuevo—, pero pronto lo van a olvidar. Todos se van a calmar pronto, lo prometo.

—Gracias, ¿pero a ti no te incomoda que siempre hablen de nosotros?

—No realmente, no ha sido la primera vez que me pasa, supongo que ya me acostumbré de cierto modo —no supo que más responder, le incomodaba hablar de sí mismo.

«¿No ha sido la primera vez?» Sabía que no, siempre lo supo cuando todos hablaban de las relaciones de los demás o cualquier cosa, eran bastante chismosos a decir verdad, las paredes eran demasiado delgadas. Casi nunca hablaban sobre él debido a que no mostraba que tenía una vida más allá del trabajo y pocas personas a las cuales podía llamar amigo.

—Ya veo —se quedó mudo y con cierta incomodidad, Funshine lo notó de inmediato, pero no sabía como resolverlo, le faltaba mucho por conocer.

—¿Quieres que te ayude? —intentó evadir el tema.

—Estoy bien, pero debo apurarme, no sé si quieras quedarte o irte... —«Por favor vete, no te quiero ver en este momento»

Funshine lo captó rápido, se entristeció porque no llevaba mucho tiempo con él y quería quedarse hasta tarde—. En realidad debo irme, pasé a estar contigo un rato pero tengo otras cosas por hacer. Te veo después —fue a despedirse dejando un beso de pico, casi roce de labios y se encaminó fuera del taller.

Lo vio irse, no se podía mentir a sí mismo, pero lo que dijo lo hizo pensar cosas que nunca se cruzaron por su mente.

«¿Y si lo arruino todo por no tener la misma experiencia que él?» «¿Cuándo sabré que es buen momento para hacer ciertas cosas?» «¿Si hago algo que lo incomoda y no logro captarlo?»

Fue la primera vez que sobre pensó.