I

605 68 121
                                    

Aquél alemán solo podía escuchar las estúpidas palabras que decían los demás, aunque bueno, para ser honestos no les estaba prestando atención en absoluto.

Su mente solo divaga a un lugar fijo, no era de gran interés, pero no le gustaba en absoluto lo que hablaban sus compañeros, quienes parecían estar urgidos de una chica para poder coger.

"— ¿Se imaginan ir a un burdel lleno de lindas chicas con lindas curvas? Eso sí estaría de locos y sería un pan. —"

"— Eso sería demasiado disfrutable, ojalá algún día ir, solo que nuestro trabajo no los impide. Odio esto. —"

El alemán solo rodó los ojos por esas palabras, solo podía ver a sus demás compañeros, más solo se mantuvo callado ante eso.

— ¿Y tú Schneider? ¿No te gustaría disfrutar un lugar así lleno de chicas al rededor tuyo? — Aquel oficial hablo, quién llamo la atención del pastor alemán al escuchar su apellido.

— ¿Qué? Disculpa, pero realmente ir a esos lugares no es de mi gran interés. — El moreno respondió, quién solo golpeaba su mejilla con su lengua.

— Por favor Schneider. No seas aburrido, deberías de salir con unas chicas y divertirte, tampoco seas tan aburrido.

_ No otra vez Schmidt, por favor no vuelvas a tocar ese tema, ¿Okey? Mejor mejora en tus habilidades de atrapar a los que roban y todas esas mamadas y bajarle a tus hormonas, ya no eres un adolescente, ¿De acuerdo? Así que mejor cállate y deja mi vida en paz. — El alemán solo se recargó más en su silla, quién solo miro de mal forma al otro, intimidando lo demasiado rápido.

— Tal vez yendo a esos lugares se te quita tus gustos por los chicos. — Murmuró aquello, aunque claro, el alemán lo escucho a la perfección.

— ¿Disculpa? La verdad no me interesa y tampoco serás nadie para opinar de mi orientación sexual. Mejor vete de aquí y continúa con tu caso. — Pauso un poco, viendo de mala forma al contrario. — Además, si tanto quieres estar con una chica procura tener buen físico y buen trato hacia ellas, ¿No?

Con eso basto para que el contrario mirara mal al más alto, pero al alemán no le importó y solo salió de esa oficina. Sin importancia alguna solo iba caminando hasta su oficina, aunque no fue una voz que le interrumpió su camino.

— Schneider, necesito que vengas conmigo. — Aquel oficial detuvo al contrario con sus palabras, notando como se giro a verlo.

— ¿Sucede algo grave? — El oficial solo pudo mostrar un gesto de preocupación y seriedad al mismo tiempo, por el tono de voz del hombre contrario.

— Algo así, primero quiero que me acompañes a mi oficina para que puedas saber con claridad de lo que sucede.

El moreno solo tenía una expresión de preocupación y confusión a la vez, pero no le sorprendía que lo llamarán así de la nada por el tipo de trabajo que tenía, claro que era comprensible.

Solo caminaba atrás del más bajo, quién solo se dirigía a su oficina, aunque para el Pastor Alemán se le hizo una eternidad caminar por esos pasillos con múltiples de personas diferentes.

Vaya mierda de personas desaparecidas.

Pensó.

Al estar frente la puerta de la mencionada oficina, solo entro con la autorización del contrario. Observó el interior de esta, viendo con claridad la cantidad de papeleos que estaban en la mesa y los oficiales que estaban al rededor de esta, leyendo unos cuántos de estos mismos.

— Te vengo a dar un caso nuevo para tí Schneider. — Carraspeo. — Se informó hace unas cuantas horas un olor horrible de putrefacción en una casa en mal estado, a lo que informan los vecinos de esta misma, dicen que no han visto a nadie salir de esta vivienda hace unas cuantas semanas.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 08 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

The Case ── Paw Patrol; CharshallWhere stories live. Discover now