Catarsis

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Me balancee en la silla mientras esperaba en la sala de profesores, el profesor Mancilla me había llamado porque el padre de un alumno quería charlar conmigo, pero no tenia idea de quien podría ser. Había pasado un rato y yo seguía esperando aburrida, me pare preparada para irme pero unos tacones entrando me llamaron la atención, no se porque la madre de Pablo quería hablar conmigo pero no sentí que fuera algo bueno.

-Hola Ariadna, ¿Como estas? Perdón, pero necesitaba hablar con vos.- Mora se sentó a mi lado y me sonrió algo triste.- Se que... sos amiga de Pablito, el profesor me conto que Pablo no, no estaba bien, quería preguntarte como lo veías vos como su compañera, Tomas no va soltar una palabra, pero, se muy bien lo lista que sos y sabes que lo único que quiero es ayudarlo.

- No se si debería meterme en esto Mora pero la verdad, es que los problemas de Pablo con Sergio si lo están afectando, seguramente no diga nada, como el cabeza dura que es, pero no es la primera vez que Sergio lo humilla o le pega en el colegio y él se esconde tomando, no como adolescente normal, como persona que quiere olvidar.- Mire mis manos atentamente intentando no pensar que estaba siendo una buchona total, pero esto no era algo que podíamos resolver como adolescentes, esto necesitaba un adulto.

- Muchas gracias por la sinceridad Ari, sos una chica muy dulce.- Mora me sonrió tomando mis manos inquietas entre las suyas.- Puede que sea algo difícil, pero por favor, quisiera que ayudes a Pablito, aunque sea un chico... complicado, le falta la viveza que tenes vos.

Ay no doña no me meta en compromisos, Mora se levanto dándome una ultima sonrisa y salió de la sala de profesores, sigo sin entender como un energúmeno como Pablo salio de una mujer tan dulce como Mora. El siguiente en entrar al aula fue Mancilla, que se paseo con las manos en los bolcillos.

- Caseros, hay algo mas que te quería decir.- Alce las cejas esperando que siguiera.- ¿Porque no estas en las clases de baile?

-No me gustan.

-¿Y deportes? - Se cruzo de brazos y se sentó enfrente mio.

- Me dan miedo los hombres.- Le sonreí inocentemente.- Por supuesto usted es la excepción profesor.

- Mira, yo se que es incomodo, pero alguna clase tenes que elegir, no podes no hacer nada, ponele que te incomoda estar con los chicos, ¿Que problema hay con el baile? Están tus amigas.

- No me gusta que el baile sea una obligación, y me da vergüenza, solo bailo en casa o con alco...- Me interrumpí a mi misma y Mancilla me miró desaprobando lo casi dicho.- ¡Con algo de motivación! Yo la danza la veo como diversión, no como obligación en donde si hago algo mal me corrigen una y otra vez, créame ya intente ballet.- Me recosté en la silla y mire aburrida al profesor.

- Bueno pero en este caso están todas tus amigas, podría ser divertido, y tu motivación es la intercolegial, dale, vení conmigo a probar, por ahí esta profe es mas copada y te divertís.

Con un suspiro acompañe al profe, tenia suerte que usara el uniforme de gimnasia porque me quedaba divino, no iba a desperdiciar este lindo uniforme. En el camino nos encontramos a las chicas del curso, que se quejaban y quejaban sobre querer a la antigua profesora de vuelta, no se que había hecho mal la nueva profesora pero parece que nadie la quería, cuando logramos llegar a la sala de gimnasia lo primero que vimos fue una pirámide de chicos babosos y una mujer bailando en.. ¿Tanga?

- Perdón, ¿Y ese personaje quien es profe? - Mire al profesor con horror. - Se supone que las adolescente con las hormonas alteradas somos nosotras.

Mancilla me dio una palmada en la cabeza y saludo a la profesora que tenia un mal outfit inspirado en los 80, llevaba un top, una calza que se transparentaba y por arriba de ella unas bragas que ni siquiera combinaban en color.

Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora